EDUCACIÓN
POPULAR:
Un acercamiento a una práctica
libertaria.
Por Wenceslao Moro
" Si se acepta lo existente y lo dado como lo que
debe ser, no existe el horizonte utópico capaz de indicar el para
qué, o lo que es lo mismo, que indique el futuro a construir, se
arranca a los hombres el timón de la historia en cuanto a posibilidades
de inventar un futuro diferente del presente. Se puede, sí, realizar
cambios intrasistémicos que no cambian los aspectos substanciales
de lo existente. Y aunque parezca paradójico, lo pretendidamente
neutro, adquiere un carácter ideológico y político
a favor del mantenimiento del status quo". Paulo Freire
Introducción
La Educación Popular es una corriente político
educativo construida histórica y contextualmente en Latinoamericano.
Es decir, tiene una identidad propia marcada por una realidad histórica
y socio-política. La EP asume matices particulares: ya se trate
de los procesos de lucha contra las dictaduras y a los proceso de democratización
en el Cono Sur, el acento en lo étnico y lo indígena en los
países andinos, cuando estuvo asociada a gobiernos revolucionarios
como en Nicaragua o en las iniciativas de organizaciones independientes
frente a los partidos políticos en las actuales democracias neoliberales.
La lógica de la EP como corriente educativa
y como movimiento cultural no es unidireccional ni deductiva, es decir,
no hubo un momento inicial en el que se propusieron unos fundamentos, unos
principios generales, unas bases conceptuales o doctrinales, desde las
cuales se generaron unas prácticas posteriores. La lógica
de los movimientos culturales no es esa; se habla de un discurso fundacional
de la EP para referirse a los rasgos que la identifican desde fines de
los sesenta hasta comienzos de los ochenta, los cuales no equivalen propiamente
a una fundamentación.
La Educación Popular se alimenta simultáneamente
de varias dimensiones de la realidad: referentes teóricos previos,
imaginarios colectivos, representaciones y valores culturales, experiencias
compartidas, así como de la reflexión sobre las propias prácticas
educativas. La Educación Popular se va configurando y redefiniendo
permanentemente tanto en sus presupuestos como en sus prácticas.
Así es que la Educación Popular asume
caras diversas de acuerdo a los diferentes escenarios, temáticas
y sujetos educativos.
Orígenes
Se puede hablar de un momento fundacional de la EP a
finales de los 70, en el cual ésta llegó a convertirse en
un discurso educativo y en una corriente colectiva cuyo inmediato y principal
antecedente era Paulo Freire –pedagogo brasileño-; aunque él
no hablara en sentido estricto de EP, sino que utiliza otras expresiones:
educación liberadora, educación para la libertad, educación
concientizadora, educación dialogal..., su reflexión educativa
y su propuesta pedagógica influyó notablemente.
Sin embargo, muchas de las prácticas que
se engloban bajo este nombre comenzaron a ocurrir antes de eso. Para ser
exactos, tendríamos que ubicar la EP en un conjunto de discusiones
y de prácticas que se plantea la izquierda latinoamericana a partir
de la segunda mitad del siglo XX. Las discusiones son difíciles
de reconstruir, las prácticas, algo más sencillo. Entre ellas,
está el triunfo de la Revolución cubana en 1959, que viene
a repensar y desarrollar un socialismo latinoamericano, que aproveche lo
mejor del marxismo, pero que a la vez cuestiona los dogmas que escapan
a nuestra realidad; el surguimiento de la Teología de la Liberación,
que coloca a la izquierda en el desafío de la construcción
política a partir de los sectores populares y sus necesidades, esta
corriente cristiana representa un verdadero dialogo con el pueblo, superando
posturas a partir de las cuales éste es pura alienación,
falsa conciencia, y construyendo una alternativa desde lo que el pueblo
trae; y la crisis del modelo soviético, que viene a plantear la
importancia de articular el socialismo con formas auténticamente
democráticas de organización y lucha.
En estas circunstancias históricas se fue
configurando la EP, simultáneamente a otras propuestas culturales
como la Investigación Acción, la Comunicación Popular,
y otros campos de las Ciencias Sociales que recibieron la influencia del
marxismo, con las cuales se ha venido mutuamente alimentando.
Todos estos componentes históricos, culturales
e ideológicos van a unirse en un enfoque común a través
de las prácticas, espacios y actores.
Nicaragua y la revolución Sandinistas, con
sus límites y aciertos, representará el momento cumbre donde
lo popular, lo revolucionario, lo socialista, lo cristiano se van a encontrar.
Es en ese contexto, donde se empieza a hablar de EP más claramente.
Rasgos fundacionales
-
Una lectura crítica de la sociedad y de la
educación predominante.
Leer la realidad. En un primer momento, esta lectura de la realidad
se hizo desde el materialismo histórico desde el cual se abordaba
críticamente la injusta y conflictiva realidad, con un marcado signo
clasista.
Hoy, se ha ampliado el núcleo interpretativo crítico.
Por un lado, el estructuralismo marxista se vio cuestionado y ampliado
por otras tendencias dentro del marxismo como las provenientes de Gramsci
y de la Escuela de Frankfurt. Se comienza a reconocer que no existe una
única fuente desde la que se puede ser crítico. Otras corrientes,
que se incorporaran a la lectura de la realidad son por ejemplo: el análisis
que hace Foucault sobre el poder, etc...
Abunda información: falta ideas para analizar esa información.
¿Qué es lo que está pasando con el país,
con nosotros? ¿Hay injusticias o no? ¿Cuáles son?
¿Cuáles son sus causas? ¿Quiénes son los responsables?
Etc....
Una lectura del mundo nos permite analizar la conflictividad inherente
en la sociedad capitalista y la posición o rol que tenemos en dicha
conflictividad. Si no se analiza la realidad sobre la que uno vive es muy
probable que se caiga en una postura ideológica que conlleva a una
práctica que adquiere un carácter de adoctrinamiento de los
sectores populares.
La lectura o comprensión de la realidad es fundamental para
que las personas puedan desarrollar políticas. La comprensión
de la realidad, parte siempre de una verdad que las personas y grupos tiene
acerca de la realidad, de la sociedad en que viven. Esa verdad puede ser
incompleta, distorsionada, limitada, pero existe, y es el punto de partida
de cualquier proceso de formación y de lucha.
Conocer para actuar, y actuar para afianzarnos en lo que nosotros podemos
hacer y la indignación frente a lo que ellos hacen.
"La comprensión de la historia como posibilidad y no determinismo,
sería ininteligible sin el sueño, así como la concepción
determinista se siente incompatible con él, y por eso lo niega...
Siempre que se considere el futuro como algo dado de antemano, ya considerándolo
como una pura repetición mecánica del presente, con cambios
apenas adverbiales, ya porque será lo que tenía que ser,
no hay lugar para la utopía, es decir, para el sueño, para
la opción, para la decisión, para la espera en la lucha única
en que existe la esperanza. No hay lugar para la educación, solo
para el adiestramiento"
-
Intencionalidad política emancipadora.
La política es entendida como acción liberadora. La educación
busca la promoción del cambio social, en vez de la estabilidad social,
es decir, es un instrumento para el cambio. Sin embargo, la EP no busca
el cambio de unos por otros, es decir de explotados por explotadores, sino
que busca superar dicha contradicción aspirando a una sociedad en
la que no allá opresores ni oprimidos.
El acento en la emancipación o liberación es que los
seres humanos puedan desligarse de las dependencias que lo hacen ser "seres
para otros" antes que "seres para sí".
Aparece contrapuesto el concepto de liberación, como contrapuesto
a una situación de no libertad, a una necesidad de ser libre, de
" ser más".
Esta situación, da cuenta de la situación de opresión
en que viven (o mejor dicho vivimos) todos los hombres: situación
que en general no es problematizada sino que es vivida como "natural" (lo
cual dificulta la posibilidad de modificarla).
Debido a que la realidad es opresora, y la realidad es producto de
la acción de los hombres (quienes en la medida que son sujetos activos
son constructores de la historia, al mismo tiempo que ésta hace
a los hombres que la hacen) consecuentemente ellos, en tanto hacedores,
protagonistas de la historia, son responsables de su propia liberación.
Toda situación que niegue a los hombres su vocación de
ser seres para sí, de ser más puede ser considerada de opresora.
Y romper con esa situación es la liberación auténtica
del hombre.
"Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo, los hombres se liberan
en comunión". Paulo Freire
Busca contribuir en la construcción de un orden social justo
que supere el actual.
-
La consideración de que son los sujetos populares
los actores protagonistas de su emancipación.
Lo popular en la EP no es un simple adjetivo, sino un sustantivo. De
ese modo, lo popular en la EP tiene que ver con la intencionalidad y con
el lugar social desde donde se realiza el proyecto. Con vistas a la creación
de un poder popular que encarne los propios intereses de los sectores populares
y no de quienes tienen intereses creados distintos a ellos.
La emancipación no es una cosa que se deposita en los hombres.
No es una palabra más, es praxis, que implica reflexión y
acción transformadora.
-
Un campo privilegiado de incidencia: la subjetividad
de los sujetos educativos.
Esto se refiere a la concientización (en un primer momento hacía
referencia a la conciencia racional de la situación), es decir un
proceso educativo a través del cual se quiere lograr algún
cambio en las estructuras de pensamiento, en la manera de ver las cosas
y de actuar en la vida cotidiana, independientemente de que se estén
tratando otros temas como ser los derechos humanos o cualquier otra área
específica.
En la actualidad hablar de subjetividad significa hablar de muchas
cosas distintas.
La subjetividad de personas integrales: nos referimos a que las personas
que participan en las luchas comienzan a ser comprendidas como integrales,
capaces de actuar y pensar, pero también de sentir y sensibilizarse.
La subjetividad como memoria histórica: a veces, subjetividad
quiere decir la recuperación de las tradiciones populares y las
expresiones culturales populares. Estas constituyen símbolos de
unidad, de lucha, resistencia y rebeldía frente a la cultura dominante
que intenta hacer desaparecer todas estas expresiones.
La subjetividad y la mística: La mística consiste en
hacer que la gente se sienta bien en la lucha y a la vez, que se vivencie
colectivamente el deseo de cambiar las cosas. A veces nos olvidamos que
la lucha es también alegría, la alegría de quien obtiene
lo que es suyo y la alegría del que levanta la cabeza y encuentra
a un compañero.
-
Una metodología de trabajo apropiadas a las
anteriores
Conjunto de técnicas participativas y activas, dialógicas,
dialogo de saberes, el dialogo cultural. Pone en importancia el romper
con el verticalismo y el verbalismo de la educación bancaria, se
busca a través de dinámicas grupales trabajar los temas,
llevar el mensaje. De esta forma se busca que la metodología de
trabajo no sea a partir de los objetivos previamente trazados por otros
sino que se busca un dialogo y un protagonismo de todos en la formación
de una idea.
-
Diversidad de la Educación Popular
Hoy en día en América Latina, la Educación Popular
es un fenómeno complejo y plural atravesado por corrientes diversas.
En este apuntado lo que se busca es plantear los principales debates que
se dan en torno a la relación entre la Educación, la Sociedad
y la Política.
-
Educación y sociedad
La concepción de la EP depende mucho de los a priori sobre el
lugar y la especificidad de la educación dentro de la estructura
social.
Desde una posición –influencia de L. Althusser-, la educación
es la expresión de la superestructura como parte de la ideología
y como aparato ideológico del Estado. De esta manera la educación
juega un papel de medio para la reproducción social del sistema.
Una segunda posición –ligada al pensamiento de A. Gramsci-,
postula la incidencia de la educación en la transformación
social; es un espacio donde se juegan grandes tensiones sociales y políticas.
Se utiliza la palabra educación como sinónimo de "proceso
político pedagógico". Insiste sobre la importancia de la
educación en la construcción de la hegemonía de una
clase o de un bloque social sobre los otros.
Existen múltiples interacciones entre las diferentes esferas
de la práctica social de modo que el proceso educativo no está
completamente determinado por lo económico, ni tampoco autónomo
como la afirmaría una perspectiva idealista.
-
Educación Popular y política
Dentro de una coyuntura política, económica y social
basada en la desigualdad y la no participación, es engañoso
pretender inaugurar unas relaciones humanas democráticas y horizontales
por el solo medio de la Educación Popular; hay que pensar en una
estrategia política más global. La relación entre
lo pedagógico y lo político es íntima: las relaciones
de saber son siempre relaciones de poder.
De manera muy general, hay que por lo menos dos maneras enfocar la
relación entre la Educación Popular y la política.
La primera busca una acumulación de fuerzas para cambiar la
situación de dominación: se pone el énfasis sobre
la organización y sobre la unidad de los diferentes sectores que
constituyen el movimiento popular. Aquí, la EP insistirá
sobre le marco teórico, sobre la estrategia política, sobre
la caracterización del enemigo. Se planteará directamente
frente al Estado. El acento se da sobre un cambio socio-político
inmediato, sobre la recuperación de la democracia o la insurrección;
es una estrategia de asalto del Estado. Esta postura corre el riesgo de
un nuevo tipo de autoritarismo ligado a un vanguardismo; la vanguardia,
que supuestamente posee ya la verdad y el saber, los impone. Eso da lugar
a unas prácticas que, persiguiendo los fines revolucionarios, dejan
en un segundo plano a la conciencia y las posibilidades reales de los sectores
populares. Así como volver a prácticas de dominación
de unos sobre otros.
El otro modelo insiste sobre un trabajo más lento, sobre una
recomposición y un fortalecimiento de la sociedad civil. Se pone
el acento sobre la organización de la base a partir del conocimiento
de la realidad popular. Su objetivo es reconstruir el tejido social teniendo
en cuenta los problemas de disgregación o falta de integración,
sin un proyecto de integración al Estado, ni tampoco de inclusión
dentro de un aparataje político preestablecido. Se pone el acento
sobre la constitución del sujeto más que sobre el proyecto;
la educación no está ahí directamente ligada a la
política en su aspecto de lucha por el poder. Este modelo corre
el riesgo de llegar un punto donde no se sabe para donde ir y no tener
en cuenta la conflictividad social existente.
Además del vanguardismo y de la reconstrucción del tejido
social se encuentran dentro de la EP en América Latina otras tendencias
ligadas a la restauración étnica y cultural y otras.
-
Educación Popular y su campo específico
de acción o dimensión
Se entiende a veces la Educación Popular como un campo específico
de acción conformado por diversas prácticas educativas más
o menos institucionalizadas: alfabetización, instrucción
escolar, formación técnica, animación cultural, formación
sindical o política, lectura y animación de textos.
Otros la consideran como una dimensión educativa de las acciones
y de luchas sociales protagonizadas por los sectores populares. En este
caso la EP no se limita a las relaciones formales de enseñanza-aprendizaje.
Hay una descentralización escolar y educativa; la educación
se vuelve un espacio de producción, de intercambios y de consumo
de saberes y rebasa el marco de las prácticas y de las instituciones
llamadas educativas. Esta tendencia de la EP considera los acontecimientos
y los procesos de cambio como unos hechos educativos; explícita
el carácter formador de la práctica social. "La EP convierte
la realidad y el proceso de transformación en hechos educativos
en si mismos... convierte en hechos referentes educativos los triunfos
y las derrotas, los avances y los retrocesos, los problemas internos y
externos".
Hay que tener que tener cuidado al definir la EP como un campo específico
con el riesgo de perder de vista la globalidad de la realidad social y
las interrelaciones entre las esferas del juego social, o, la contrario,
de considerarla como la dimensión educativa de otro campo, por ejemplo
el político, con el peligro de no poder reconocerle una especificidad.
-
Actores Sociales
Durante mucho tiempo, se ha reducido la concepción de pueblo
por herencia de un marxismo ortodoxo. Se pensaba que el único agente
de cambio era la clase obrera, el proletariado industrial, y que los otros
sujetos populares tenían un aporte en la medida en que se alineaban
con esa vanguardia. Desde esta lectura clasista, lo que se valoraba era
la dimensión económica de los sujetos populares de acuerdo
al lugar que ocupan dentro del sistema de producción y de la división
del trabajo. Pero esta concepción fue ampliándose a otros
sujetos dentro del ámbito de sectores populares.
El concepto de pueblo varía según
la coyuntura y según las relaciones de fuerzas dentro de una formación
social dada. El pueblo es un bloque de clases sociales subalternas con
identidad histórica y política, cuyos intereses convergen
hacia un proyecto común de liberación. El concepto de pueblo
debe entenderse en su aspecto dinámico y amplio. Implican relaciones
sociales pues se habla de oprimidos (en vez de pueblo), de empobrecidos
(en vez de pobres) o de marginalizados (en vez de marginados).
Se utilizará el término de sectores
populares en lugar de pueblo, preservando así la multiplicidad y
el carácter movedizo de esta realidad, la cual debe ser constantemente
redefinida en función del contexto y de las condiciones económicas,
políticas y culturales.
Los sectores populares son el conjunto plural de
los grupos sociales explotados y excluidos de la administración
de poder político como de la distribución de los excedentes
económicos. Son un conjunto multiforme y no organizado de la clase
obrera, de los pequeños campesinos y de los agricultores sin tierra,
de los indígenas y de las naciones oprimidas, de diferentes estratos
de la pequeña burguesía, de los desocupados, de las mujeres
dentro de una sociedad machista. Se definen según relaciones de
opresión tanto a nivel económico, como de género.
de raza, de edad...
Los sectores populares son los primeros protagonistas
de la EP.
Hay quienes consideran la EP es el fruto de una
producción espontánea, es decir que los sectores populares
llegan a ser sujetos políticos por sí mismos identificando
la EP con el saber popular. Postulan en última instancia una autoformación
y autoliberacíon popular.
O por el contrario, es fruto de una intervención
externa, reconociendo en la práctica de la EP la presencia de actores
o agentes no propiamente pertenecientes a los sectores populares. A ellos
se refiere la expresión de intelectuales orgánicos. Aquí
la EP consiste en acompañar y relacionar diversas formas de saber
y de organización para que los diferentes sujetos que participan
en un mismo proyecto de transformación social se comuniquen entre
sí. Los actores o agentes externos ponen su capacidad al servicio
de los sectores populares o promueven unos proyectos propios dentro de
un diálogo con los principales interesados.
Finalmente, puede ser que participen de la EP protagonistas
ligados al Estado, a gobernaciones, a municipios. A su vez, puede desarrollarse
en diversos ámbitos: partidos políticos, sindicatos, asociaciones
barriales, organizaciones no gubernamentales, etc. De acá surge
la pregunta sobre las fronteras de la EP.
La Educación no es Popular por el sólo
hecho de ser realizada por los sectores populares o estar dirigida a ellos.
No basta definirla a partir de sus actores. De hecho, una educación
compensatoria, elaborada y pensada para los sectores excluidos de la cultura
escolar no es popular de por sí.
La cuestión de saber si la EP está
ligada a grupos de una determinada edad es controvertida. En un primer
momento, la EP estuvo relacionado como una tarea realizado con adultos.
Sin embargo, los/as niños/os están incorporados desde muy
temprano a los mecanismos de explotación y opresión.
Otro aspecto que se da es el reconocimiento de la
singularidad e individualidad de los sujetos de la EP – educandos/as y
educadores/ras, ellas/os y nosotros/as. Puesto que antes el acento estaba
puesto en lo económico y lo político, sin darle mayor importancia
a las relaciones humanas, las relaciones cara a cara. Pero la EP siempre
trabaja con grupos, no con individuos aislados.
La EP se sitúa dentro de las tensiones entre
el individuo, el grupo social y el Estado o la sociedad; pretende influir
sobre esas relaciones y transformarlas. Por lo tanto sus intensiones rebasan
un marco estrictamente pedagógico.
El desarrollo de la concientización no se
sigue en forma lineal, porque el individuo no se encuentra privado de vínculos
sociales y porque la comunidad está determinada por las relaciones
de dominación social (particularmente por las relaciones de producción).
La constitución del grupo no es anterior a la idea del Estado, es
simultanea.
Según J. Bengoa la tipología de las
finalidades se basan en cuatro principios. Postula que los educandos piden
cuatro cosas fundamentales a la educación.
En primer lugar quieren saber quiénes son:
el principio de identidad. Se interesan también por su funcionamiento
individual o colectivo y por mejorarlo: es el principio de participación.
En tercer lugar, los educandos buscan algún tipo de transformación
individual o colectiva. Esta se puede dar dentro de la búsqueda
de la movilidad o del ascenso social, es entonces el principio de modernización
(desarrollo). Se puede dar también por la vía de una transformación
que implique un cambio en la posición del grupo social en relación
con los otros; en ese caso es el principio de cambio social.
Según las finalidades perseguidas, los educandos
se apegan más o menos a uno de esos principios o a las diferentes
combinaciones posibles entre ellos.
Dentro del contexto de la EP, la participación
tiene que ver con el aprendizaje, la formación y el ejercicio de
la democracia en el seno del mismo grupo. La identidad es un valor que
buscan particularmente los sectores sociales desintegrados o excluidos
por el sistema. Está ligada con los procesos de autoconciencia,
con el énfasis sobre la cultura, con la formación de la comunidad.
La modernización se refiere a la formación
para un trabajo productivo, a la adquisición de conocimientos rentables
que permitan un ascenso social. El cambio social es una dimensión
siempre presente en la EP, aun si parece utópica dentro de una sociedad
autoritaria y conservadora.
El acento unilateral sobre un aspecto conlleva a
diversas deformaciones.
El acento sobre la participación puede llevar
al populismo.
El énfasis sobre la identidad hace proclive
al comunitarismo o al corporativismo.
El acento sobre la modernización esta ligado
al tecnocratistmo.
Finalmente, el acento sobre el cambio social conduce
fácilmente al ideologismo.
En sí, no es posible describir los contenidos
de la Educación Popular, se encuentra entre la oferta y la demanda
educativa y no posee gran autonomía. Dependen del lugar de la Educación
Popular en la sociedad, de los protagonistas de las finalidades y del método.
Se pueden clasificar los contenidos en función de las finalidades
propuestas y ligarlos con la identidad de un grupo social, con la participación,
con la modernización y con el cambio social.
Los contenidos se establecen a partir de encuestas
y de investigaciones que permiten a los hombres y mujeres intercambiar
su respectiva visión del mundo.
Es necesario que los educadores populares conozcan
y se interroguen sobre la articulación entre los sistemas sociales,
familiares o extra familiares de transferencia del conocimientos; sobre
las relaciones entre saber y poder. La EP tiene que tomar estas preguntas
en serio si no quiere funcionar como una nueva colonización destructora
de los intercambios internos entre saber y poder.
Muchas veces la EP funciona como enemigo cultural
de los sectores populares, desconociendo el saber popular. Ya que muchos
programas de EP están construidos sobre la imagen que sus responsables
se hacen de los sectores populares que sobre un conocimiento profundo de
la cultura y de la conciencia de éstos. El desconocimiento no asumido
de la realidad del otro autoriza a percibirlo como yo quiero y actuar sobre
él, transformándolo según la imagen y el horizonte
que, a priori, mi conciencia eligió para él. Se hace del
otro un yo.
Generalmente se percibe la cultura popular como
fragmentaria, descompuesta, dispersa, sin rigor lógico... como si
fuera un conjunto de restos de un pasado colonizado.
No se puede definir la EP a partir de los contenidos
de los programas hechos en su nombre. Los contenidos no son populares en
sí sino en función de los actores, de las finalidades y del
método.
Cuando se pone el acento sobre la consolidación
de la identidad de los protagonistas populares, de sus sistemas de valores
de sus culturas... el método es prioritariamente inductivo. Busca
descubrir la racionalidad que surge de las prácticas populares ligadas
con la producción, la distribución y el consumo del conocimiento.
Cuando, al contrario, el acento está puesto sobre el proyecto ideológico
y político, el método es más deductivo. Apunta a transmitir,
a explicar, a divulgar los conocimientos que los formadores juzgan mínimos
y necesarios para la transformación de la sociedad.
Un elemento fundamental en la metodología
de la EP es el papel que juega la teoría dialéctica del conocimiento.
De esta manera se apunta a partir de la práctica, o sea del saber
popular, de lo que la gente vive y siente, desarrollando un proceso de
teorización sobre esas prácticas, no como un salto a lo "
teórico" sino como un proceso sistémico, ordenado, progresivo
y al ritmo de los participantes. El proceso de teorización así
planteado, permite ir ubicando lo cotidiano, lo inmediato, lo individual
y parcial, dentro de lo social, lo colectivo. Considera al conocimiento
como una actividad indesligable de la práctica.
Es la práctica social de donde surgen los
conocimientos, es en la transformación de esa práctica donde
se constata la objetividad, la realidad, la verdad del conocimiento. Por
ello es que si bien la práctica sirve de base a la teoría
– la teoría es a su vez -, sirve a la práctica para entenderla
y transformarla ... Partir de la práctica, teorizar sobre ella,
para regresar nuevamente a la práctica; partir de lo concreto, realizar
un proceso de abstracción, para volver de nuevo a lo concreto; partir
de la acción, reflexionar sobre ella, para nuevamente volver a la
acción, de ahí la lógica del proceso de conocimiento.
De esta manera permite regresar a la practica con
nuevos elementos que permitan que el conocimiento inicial, la situación,
el sentir del cual participamos, ahora nos lo podemos explicar entender,
integral y científicamente.
Esta articulación entre las manos (actuar)
y la cabeza (pensar) es la yunta que impulsa al carro de la historia.
El núcleo del método dialéctico
- acción-reflexión-acción o práctica-teoría-práctica-
se ha complejizado y enriquecido con elementos como la cultura, lo subjetivo,
lo particular, las estrategias de aprendizaje, de construcción de
conocimientos y de valores, etc...
Hay que tener cuidad de partir de un a priori ideológico.
Otra cuestión es la de aplicar mecánicamente este método
sin poner de relieve las tensiones que hay entre educadores y educandos.
La historia de la Educación Popular no es lineal:
no se entiende a partir de la sucesión de la substitución
de un modelo por otro. Todos los diferentes modelos presentan variaciones
y contradicciones internas y se encuentran imbrincados los unos en los
otros.
Como ya dijimos más arriba no basta que los
destinatarios sean miembros de los sectores populares, así como
tampoco, si esta relacionado con su participación o no en el sistema
formal de educación. Implica algo más: es todo un estilo
educativo diferente a aquel elitesco, reproductor del sistema social de
injusticia, que genera hombres y mujeres que se amolden a la sociedad sin
transformarla, sin ser agentes de cambio.
El propósito es de contribuir, de ser una
herramienta, un aporte a un proceso complejo y de largo plazo, constituyéndose
como uno de los medios que colaboran en la construcción de una alternativa
cultural y política de sociedad.
"Pedagogía que haga de la opresión
y sus causas el objeto de reflexión de los oprimidos, de lo que
resultará el compromiso necesario para su lucha por la liberación,
en la cual esta pedagogía se hará y rehará."
Estableceré tres definiciones que parten
diferentes tendencias, ya se trate de una definición ideológica
y política, otra que pone el acento sobre una forma de autoeducación
de los sectores populares, y finalmente una definición que insiste
sobre la reconstrucción del tejido social.
a) Entendemos por EP un proceso colectivo
mediante el cual los sectores populares llegan a convertirse en el sujeto
histórico, gestor y protagonista de un protagonista de un proyecto
liberador que encarne sus propios intereses de clase.
Para ello, la EP debe verse como parte y apoyo a
un proceso colectivo mediante el cual los sectores populares, a partir
de su práctica social, van construyendo y consolidando su propia
hegemonía ideológica y política, es decir, desarrollando
las condiciones subjetivas- la conciencia política y la organización
popular- que les hará posibles la construcción de su propio
proyecto histórico. (Peresson, M.; Mariño, G; y Cendales,
L)
b)La EP es un espacio donde las propias
capas populares desarrollen (expresen, critiquen, enriquezcan, reformulen,
valoricen) colectivamente su conocimiento, sus formas de aprender y explicar
los acontecimientos de la vida social. Es el conocimiento que brota de
la experiencia de vida y de lucha de las capas populares y que es elaborado
por ellas mismas, que refuerza su poder de transformar la sociedad: es
ese conocimiento que aumenta su capacidad de discernir y rechazar las reglas
de dominación, y que fortalece su poder de decidir cuáles
son las luchas y formas de organización más capaces de concretar
nuevas reglas de vida social. (Costa, Beatriz)
c)La EP entendida como educación
para los movimientos sociales, tiene por objeto la recreación de
las bases de sociabilidad en una sociedad dada; es, pro lo tanto, parte
de un gran movimiento de transformación histórica. La educación
para los movimientos sociales es un subsistema de educación programada
e informal, orientando a complementar el conjunto de actividades educativas
y formativas existentes en la sociedad. (J. Bengoa).Llegado al final de
esta ventana hacia la Educación Popular se entiende esta como un
proceso de formación y capacitación desde una opción
por los sectores populares para que con ellos, a través de una acción
organizada, se logre romper con los esquemas de dominación (opresores
y oprimidos) con el objetivo de construir una Sociedad de Hermanos y Hermanas
unidos en la fraternidad.
BIBLIOGRAFÍA
Boff, Clodovis. Cómo trabajar con el pueblo. Editora Vozes, Petrópolis,
Brasil. 1986.
Dimatteo, Javier. ¿Qué es la Educación Popular?
Texto extraído de la página de Internet: http://www.geocities.com/suredpop/.
Granda, Verónica Liliana. Educación Popular: una praxis
liberadora. Texto extraído de la página de Internet: http://usuarios.arnet.com.ar/caminante.
Freire, Paulo. La Educación en la Ciudad. Siglo XXI, Madrid,
España. 1997.
Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Tierra Nueva, Montevideo,
Uruguay. 1970.
Preiswerk, Matthias. Educación Popular y Teología de
la Liberación. CELADEC, Buenos Aires, Argentina. 1995.
Vargas, Laura y Bustillos, Graciela. Técnicas participativas
para la Educación Popular. Editorial Lumen-Humanutas, Buenos Aires,
Argentina. 1996.
Varios Autores, Saber Popular y Educación en América
Latina. Ediciones Búsqueda, Buenos Aires, Argentina. 1984.
Varios Autores. Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas.
Emece, Buenos Aires, Argentina. 2001.