Observatorio de Conflictos,
Argentina
Para introducirse en el actual conflicto
interno e internacional de Zimbabwe, el cual gira en parte en torno a la
cuestión de la tierra, es necesario retrotraerse hacia el periodo de
colonización africana.
Hacia
fines del s. XIX el territorio de la actual Zimbabwe fue colonizado por Gran
Bretaña, mas precisamente por una compañía privada perteneciente a Cecil Rhodes
llamada “British South Africa Co”, siguiendo el patrón imperialista del resto
del continente basado en la explotación y expropiación.
En 1890,
Rhodes obtuvo los derechos de explotación de minas, comercio, policía y
ferrocarril, sobre un inmenso territorio al norte del río Limpopo, sobre el río
Zambeze y entre Angola y Mozambique. El país Matabelé era parte integrante de este territorio que en 1895 tomó el
nombre de Rhodesia.
Hacia
principios de s. XX el gobierno británico tomó a su cargo el mismo dividiéndolo
y poniéndolo bajo control de tres
comisarios residentes en el sur, noreste y noroeste ( Rhodesia del Sur,
Rhodesia del Norte y Nyassalandia). Rhodesia del Sur (actual Zimbabwe) se
convirtió en 1923 en una colonia autónoma, representando el gobernador a la
Corona británica.
La economía occidental implicó la ruptura de
las estructuras anteriores, se indujo a los africanos a una economía de mercado
por medio de la violencia y la expoliación. Particularmente el territorio de
Rhodesia del Sur se convirtió en una
zona de plantaciones europeas, donde los colonos poseían en 1930 el 40 % de la
tierra. Se trató en la practica de un régimen de apartheid. Desde un principio,
la expropiación se produjo bajo el argumento de que los africanos no conocían
la propiedad privada, omitiendo al jefe de tierras, propio de las comunidades
tradicionales. La única retribución que recibieron los negros fue por su
trabajo como cultivadores. Por supuesto, el gobierno se encontraba bajo manos
blancas.
Hacia 1953
la Corona conformó la Federación Centroafricana, compuesta por los tres territorios mencionados anteriormente.
La conformación de una Asamblea federal
de 35 miembros, integrada por 29 europeos y sólo 9 africanos representando a
los millones compatriotas, es una muestra más de la falta de derechos de los
negros.
Como
consecuencia del creciente nacionalismo africano y por la desproporción
económica e institucional de estos territorios con respecto a Rhodesia del Sur,
la cual era centro de los negocios y drenaba la mayor cantidad del presupuesto,
se produjo la independencia de
Nyassalandia (actual Malawi) y Rhodesia del Norte (Zambia) producida en 1964
con la toma del poder de lideres políticos africanos.
En 1965,
para resistir el proceso de descolonización impulsado por los africanos, los
colonizadores de Rhodesia, con el apoyo de Sudáfrica, declararon su
independencia. Posteriormente llegó al poder el presidente blanco Ian Smith,
quien instauró un régimen despótico y racista, acentuando los privilegios de la
minoritaria población blanca.
En este
contexto apareció la figura de Robert Gabriel Mugabe, que en 1960 pasó a
militar en el movimiento de liberación de la gente de color y en 1963 fundó la
Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU), siendo elegido en 1975 presidente
de la misma. Progresivamente, la ZANU fue adoptando una práctica guerrillera
para intensificar la resistencia y comenzó a relacionarse con China y Corea del
Norte para obtener ayuda militar. En esos momentos la imagen de Mugabe era la
de un revolucionario intransigente. En Octubre de 1976 conformó un Frente
Patriótico (PF) aliándose a la Unión Popular Africana de Zimbabwe (ZAPU), de
bases no tan radicales.
Tras el
fracaso del presidente Smith en lograr un reconocimiento diplomático exterior y
la lucha que se estaba llevando a cabo, el gobierno británico obligó a
Smith a negociar una verdadera
independencia. Las negociaciones se llevaron a cabo en 1979 tras el acuerdo de
Lancaster House. En 1980 se hicieron elecciones, las cuales no fueron del todo
equitativas, ya que los blancos se reservaban el 20 % de los escaños del
Parlamento, la desproporción continuaba. El 17 de Abril de 1980 se proclamó la
República de Zimbabwe, Mugabe asumió
como Primer Ministro y Canaan Banana
como presidente. Sin embargo, su
llegada al gobierno no significó una radicalización, sino la configuración de
un país “multirracial” y el respeto por la propiedad blanca para evitar la
emigración.
Progresivamente
Mugabe fue concentrando el poder,
eliminando al partido opositor (ZAPU), fusionando al propio y así dando
nacimiento a la ZANU-PF. Las elecciones de 1990 y 1996 estuvieron viciadas de
fraude, confiriéndole al gobierno un tinte dictatorial.
Desde 1988
se estaba incrementando la crisis económica en el país. Ante esta situación,
Mugabe tendió hacia una política de corte liberal: levantó las restricciones de
las importaciones, estimuló la inversión extranjera, privatizó empresas. Como
consecuencia de esta politica aumentó el paro por despidos masivos, la suspensión de los beneficios sanitarios y
educacionales, y la crisis del sector manufacturero local por la entrada de
productos extranjeros. Los ingresos obtenidos de las privatizaciones fueron
utilizados para pagar parte de la deuda pública y malgastados en el circulo de
clientelismo y corrupción de la administración. Por tales motivos se produjo una profundización de la crisis
económica y social.
En tal
estado de la situación, el problema de la tierra continuaba siendo el mismo de
épocas pasadas. La proporción, hacia 1998, en la posesión de la tierra: 4500
blancos (comunidad de 1 % de los 12 millones y medio de habitantes) poseían el
32 % de todas las fincas cultivables. Estas tierras están sometidas al modelo
de explotación orientado a la
exportación ( principalmente tabaco, flores y maíz), con un crecimiento que
beneficia solamente a los propietarios y excluye al resto de la población.
La mayoría de los africanos trabaja
en duras condiciones y con bajísimos salarios, debido a la competencia
de la mano de obra aún más barata que proviene de países limítrofes.
En febrero
de 2000 se sometió a referéndum un proyecto de reforma constitucional
(impulsado por Mugabe) para incrementar los poderes del presidente. Esto era
para permitirle, entre otras cosas, la confiscación de las granjas de los blancos. Por vez primera Mugabe pierde en
las urnas. En Abril grupos de militantes del partido oficial se movilizaron
contra la oposición y, paralelamente, grupos de veteranos de la guerra de liberación
iniciaron la ocupación violenta de granjas. Esta situación, y la participación
de Mugabe en la guerra del Congo, produjeron la consternación internacional.
Mugabe presionado tuvo que aplacar la situación interna.
Sin
embargo, Mugabe esperaba llegar a su tercer mandato, las elecciones se
efectuarían en el 2002. Debido a esto, comenzó en el 2001 a aprobar leyes que
restringían las libertades de la oposición y el financiamiento de partidos
desde el extranjero. Además, se produjeron ataques contra el poder judicial y
la prensa. Utilizó nuevamente, como caballo de batalla, los argumentos de la
reforma agraria, generando una nueva situación candente. Las elecciones se
llevaron a cabo en Marzo de 2002 siendo todo menos libres y limpias. El día 17
asumió un nuevo mandato respaldado por Mozambique, Malawi, Tanzania y la
República Democrática del Congo. Paralelamente, se produjo la suspensión de
este país en la Commonwealth y EEUU endureció su política.
Hoy
Zimbabwe se encuentra entre los países mas pobres del mundo, con una
desocupación que ronda el 50 % y un porcentaje de portadores de Sida también
cercano al 50 %. Su deuda externa, en 1998, superaba los 2600 millones de
dólares, debiendo suspender los pagos al FMI. Por lo tanto padece de falta de
divisas y sufre una inflación superior al 100 % anual. El 90 % de la población sobrevive hoy en
día con menos de 1 dólar por día.
Los medios
de prensa, principalmente los
occidentales, han tomado el conflicto de este país como un problema meramente
racial de negros contra blancos. Aún de
ser así, “olvidan” cómo se llevó a cabo la colonización de África. Además no
hacen hincapié en la legitimidad del reclamo de reforma agraria, a la cual se
oculta bajo la máscara despótica de Mugabe. Esta reforma, de llevarse a cabo,
perjudicaría los intereses económicos de los grupos que poseen la tierra, y que producen para una economía de
exportación. Creo que es interesante destacar lo que representa la intervención
del Estado en este tipo de problemática,
lo cual va en contra de la política de mercado libre pregonada por los
organismos internacionales.
Luego de
todo este repaso histórico de Zimbabwe, fundada hacia 1890 por una compañía
privada y orientando luego sus intereses hacia una economía de mercado, cabe
preguntarse: ¿Podrá alguna vez este país librarse de su origen, o sea de esta
dependencia del imperialismo occidental?.
BIBLIOGRAFIA:
-Pierre Bertaux, Desde la
prehistoria hasta los estados actuales. 1966. Edit. Siglo XXI, vol.32.
-C. Coquery-Vidrovitch, H. Moniot,
Africa negra de 1800 a nuestros días. 1976. Edit. Labor, Barcelona.
-Le Monde Diplomatique, ed.
Española. “La batalla por la tierra en Zimbabwe” de Colette Braeckman. mayo
2002
-La Vanguardia Digital. Revuelta
contra la propiedad blanca. Agosto 2001.
-Revista Afroasiatica. Zimbabwe en
crisis. Oscar Mario Moraguéz. Colmex. Mexico, Junio 2000.
-www.cidob.org/bios/castellano/lideres.
Biografia de R. Mugabe
-observatorio.barcelona2004.org
-www.rebelion.org/africa