El documento que se reproduce a continuación fue recibido sin remitente el 8 de abril en la Oficina de Prensa del Partido del Socialismo Democrático (siglas alemanas: PDS). El autor del escrito solicita expresamente su publicación y difusión.
Jürgen Reents
Portavoz del PDS en el Bundestag.
1. Sobre el escrito y mi persona. Hago entrega de este escrito a un sacerdote católico que milita en Alemania en el grupo "Ordensleute für den Frieden" ("Religiosos por la Paz") y le ruego, bajo secreto de confesión, que no dé a conocer mi identidad. Éste ha de encargarse de difundirlo entre periodistas y políticos.
Yo ocupo, como alto dirigente del aparato administrativo del Gobierno de Bonn, un puesto que me da acceso a información clasificada como secreta. No obstante, y a pesar de que legalmente estoy obligado a mantenerla secreta, mi conciencia me obliga a romper el silencio. Todos los datos que doy pueden ser comprobados por cualquier persona que esté medianamente bien informada. El aparato de propaganda de la OTAN, liderado en nuestro país por el "trío infernal" Schröder, Scharping y Fischer, miente descaradamente a la opinión pública respecto a casi todos los datos referidos a la guerra en los Balcanes, mientras un ejército sumiso de periodístas va reproduciendo estas mentiras sin el menor espíritu crítico.
2. Las mentiras más recientes
de Schröder, Scharping y Fischer. El Gobierno alemán conoce
perfectamente las verdaderas causas del éxodo de los albano-kosovares
y juega cínicamente con la miseria de los refugiados en las fronteras
de Kosovo. Esta miseria forma parte de sus cálculos, ya que sólo
así se puede mantener la imagen de deportación y "limpieza
étnica". Ni los servicios de espionaje del Bundeswehr (ejército
federal), ni los de la OTAN, disponen de material gráfico, información,
indicios, o pruebas, que permitan afirmar que los albano-kosovares estén
siendo expulsados a la fuerza y sistemáticamente por el ejército,
la policía o fuerzas paramilitares serbias. Según estimaciones
internas del Ministerio de Defensa alemán, el éxodo es consecuencia,
a partes iguales, de las siguientes causas: Los excesos de algunos
soldados y policías yugoslavos, que, no obstante, en gran parte,
están motivados por ataques o ametrallamientos que llevan a cabo
fuerzas del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo), acciones
que la población civil encubre. Además se dispone de información
que atestigua que
soldados yugoslavos que habían
actuado por cuenta propia, han sido condenados inmediatamente en consejo
de guerra.
Los ataques y bombas de
la OTAN.
Las consecuencias de los
bombardeos de la OTAN, como, por ejemplo, la suspensión del suministro
de agua potable en casi todas los ciudades de Kosovo. El miedo a
verse atrapados entre varios frentes: las
fuerzas del ELK, el ejército
yugoslavo y los posibles ataques de la OTAN. La difusión
permanente de miedo e historias de horror mediante un centenar de pequeñas
emisoras en FM del ELK, la OTAN, emisoras piratas que emiten en FM desde
las montañas, y emisiones de propaganda del ELK dentro de la
programación de Radio
Tirana. Bandas incontroladas de la mafia albanesa, que extorsionan a la
población con armas que
habían conseguido en la guerra civil albanesa, y que registran y
quemas casas abandonadas. Bandas multiétnicas, compuestas
por convictos fugados o desertores de los ejércitos de Albania y
Yugoslavia, que en muchos casos llevan uniformes robados del ejército
yugoslavo o, según la conveniencia, emblemas del ELK, que se venden
en todos los mercados de los estados de la región.
Los comandos del ELK que
han proclamado la "movilización general" y que obligan a todo hombre
en edad militar a alistarse en sus filas. Los que se niegan son objeto
de malos tratos físicos gravísimos y sólo son liberados
a cambio de un rescate y después de haber jurado, bajo la amenaza
de venganza
de sangre, silenciar la verdad
y difundir entre los familiares y la prensa que habían sido víctimas
de los serbios. La difusión, por parte del ELK, del rumor
de que la OTAN no podrá evitar una guerra terrestre en Kosovo y
de que es inminente una invasión.
A algunos sectores de la OTAN el éxodo en masa le viene muy bien. Con agrado recibieron algunos militares alemanes el 5 de abril del ‘99 un comentario del Ministerio de Defensa de los EEUU en el sentido de que cuando se hubieran exiliados todos se podría golpear en Kosovo en un área más extensa.
El Gobierno Alemán sabe
que no hay en Kosovo campos de concentración y que ninguna casa
fue marcada con la S de serbio. Un colaborador del Gobierno Alemán
fue oficialmente informado al respecto en una conversación telefónica
directa por un representante de la Iglesia católica de Pristina.
Éste
también le confirmó
que en ningún estadio de Pristina se estaba reteniendo a mujeres
y hombres.
A pesar de todo esto Scharping
sigue difundiendo estas mentiras. Al Gobierno Alemán le consta,
además, que algunos medios de comunicación privados de EEUU
y Europa ofrecen en las fronteras hasta
200.000 dólares por material
de video sobre masacres - sean reales o ficticias.
La OTAN y el ejército alemán
estan dando apoyo logístico al ELK, al que el ejercito alemán
suministra comida y uniformes. También sus asesores militares son
mayoritariamente del ejército federal, aunque
hay algunos de los EEUU. Todos
los comandantes del ELK están en contacto permanente por radio con
la OTAN.
Patrullas de la tropas terrestres
de la OTAN están realizando ya incursiones en territorio de Kosovo.
Se trata, en todos los casos, de unidades alemanas y norteamericanas especializadas
en la localización y el
marcaje de objetivos terrestres.
Oficiales de la OTAN están además organizados en "comandos
de comunicación" con el ELK. Los primeros contactos para ello fueron
realizados ya antes de los bombardeos de la OTAN y abusando los militares
alemanes de su estatus de observadores de la OSCE
(Organización para la
Seguridad y la Cooperación en Europa). En este tema se le toma el
pelo al Parlamento federal de la misma manera que al público en
general.
En lo que al uso de los aviones
de combate alemanes Tornado se refiere, el Ministerio de Defensa alemán
acepta conscientemente que viola la Convención de Ginebra y la legislación
internacional sobre los Derechos Humanos en Caso de Guerra. Esto vale de
igual manera para la destrucción del Hospital
Militar de Belgrado, como para
los ataques a los puentes sobre el Danubio. Estos últimos, además,
han significado la obstaculización e interrupción del tráfico
internacional por el Danubio entre Ratisbona y el Mar Negro - a pesar de
que Alemania ha firmado también un convenio internacional para garantizar
la libre circulación por esta vía fluvial.
El Canciller y el Ministro de
Asuntos Exteriores eran plenamente conscientes, desde el principio, de
que ningún gobierno yugoslavo podía firmar el Estatuto de
Ocupación tal como lo preveían los artículos 6, 8,
y 10 del Anexo B del Tratado
de Rambouillet. Ambos no albergaban ninguna duda de que la firma hubiera
significado la pérdida de la soberanía de toda Yugoslavia.
La guerra era por tanto inevitable. Llegué a escuchar por los pasillos
comentarios jocosos de expertos del Ministerio de Justicia en el sentido
de que con el Tratado de Rambouillet la OTAN iba a tener en Yugoslavia
los mismos derechos que los caballeros-bandidos feudales de la Edad Media
(‘Raubritter'). A esto hay que añadir que según la información
facilitada por el asesor jurídico de la Delegación kosovar
en Rambouillet, el italiano Filippo di
Robilant, la delegación
de Kosovo sólo accedió a firmar el documento después
de haberle asegurado Robin Cook que las medidas militares de la OTAN se
dirigirían exclusivamente contra objetivos militares y que se tomarían
todas las medidas necesarias para proteger la población civil en
Kosovo y en todo
el resto de Yugoslavia.
3. La operación "Roots" - una acción encubierta de la CIA - prepara la guerra. Su meta es la destrucción de Yugoslavia mediante la pérdida de Kosovo, Montenegro y la Voivodina.
Desde los tiempos del primer mandato del Presidente Clinton los EEUU han trabajado, ayudados por Alemania, en la desestabilización étnica y militar de Yugoslavia, el último país de los balcanes que se resiste a la OTAN. El nombre de la acción encubierta es "Roots" y la llevan a cabo, en colaboración con los servicios de Inteligencia alemanes, la CIA y la DIA, esta última una institución creada por el Pentágono y la misma CIA.
La meta de "Roots" es la separación
de Kosovo de Yugoslavia, sea en forma de una autonomía muy amplia,
o de una adhesión a Albania, o consiguiendo la independencia, para
así privar a Yugoslavia de importantes materias primas. Pero también
apunta a la separación de Montenegro, el último acceso de
Yugoslavia al Adriático,
y la secesión de la Voivodina, el granero del estado yugoslavo que
también posee importantes materias primas. La consecuencia sería
el colapso de Yugoslavia como estado
industrial soberano.
La razón de esta acción
es el miedo de los EEUU y de Alemania a una alianza de Rusia y otros estados
de la CEI (Comunidad de Estados Independientes) con Yugoslavia, en el caso
de que Yeltsin sea reemplazado por fuerzas comunistas o nacionalistas.
Siguiendo el antiguo lema romano de ‘divide
et impera' los organizadores
de "Roots" apuestan por el fomento del nacionalismo granalbanés
en Kosovo, pero también porque círculos serbios ricos y de
derecha en el exilio en los EEUU y Europa financien indirectamente a los
Chetniks monárquicos y los ultranacionalistas serbios en Kosovo,
con el
fin de provocar un conflicto
étnico. Fue decepcionante para los planificadores de "Roots" que
en
1997 se perfilara otra solución
pacífica del conflicto, al firmar el representante moderado de los
Kosovares un acuerdo con el sistemáticamente satanizado Milosevic
para el restablecimiento de los derechos autónomos en el sistema
de enseñanza. En ese momento entró en acción el ELK,
fundado por la CIA con fuerzas de la Mafia albanesa, cuyo armamento provenía
de la Guerra Civil albanesa.
Esta mafia controla, igual que
sus correligionarios sicilianos, los pueblos montañosos fronterizos
entre Kosovo, Macedonia, Montenegro y Albania. Sus actividades se extienden
al tráfico de drogas, contrabando, extorsión bajo amenazas,
y, en su interior, funcionan con un código de venganzas de
sangre e imponiendo la ley del
silencio. El ELK, con atentados y emboscadas a policías serbios,
boicoteó los intentos
de conseguir pacíficamente un equilibrio entre los intereses de
los
albano-kosovares y los serbios.
Desde la Guerra Civil albanesa había armamento suficiente y la población
civil servía de escudos humanos.
Estas acciones se intensificaron
después de una nueva reunión entre Rugova y Milosevic, y,
como cabía esperar, pronto se produjeron las primeras reacciones
desmesuradas de unidades policiales y militares en Kosovo, acciones que
luego podrían ser presentadas por la OTAN y el ELK como primeros
indicios de una limpieza étnica. De los asesinados por el ELK nunca
se ha hablado en este contexto, ni tampoco de cómo se abusaba de
la población civil, ni mucho menos de cómo Occidente había
estado financiando por entonces a sus ‘perros guardianes' serbios nacionalistas,
como hacían los propios serbios ricos de
derechas, que desde el exilio
han estado financiando a las milicias de Arkan en Bosnia y a los Chetniks.
(Occidente ha financiado, de manera parecida, a los Ustachis en su lucha
por la separación de Croacia)
En la misma época se empezó
a convertir todo el estado de Montenegro en una base de la OTAN, apoyando
a políticos que le eran favorables. Empresas norteamericanas y europeas
invirtieron, además, grandes sumas en el sector turístico
de este país y se fundaron un gran número de emisoras privadas
de radio ‘pro-occidentales' -
consiguiendo de esta manera que la mitad de los electores apoye hoy al
actual gobierno pro-occidental.
La influencia sobre la Voivodina
empezó a ejercerse desde suelo de Hungría, país entonces
aspirante a entrar en la OTAN. Allí se instalaron emisoras anti-serbias
que empezaron a difundir resentimientos contra Belgrado en una provincia
cuya población se compone de serbios, húngaros, y pequeñas
minorías de alemanes,
rumanos y croatas. Las bombas sobre los puentes del Danubio, tal como estaba
previsto, separan ahora esta provincia del resto de Yugoslavia, hecho que
va a fomentar su acercamiento a una Hungría miembro ya de la OTAN.
Finalmente, bombardear ciudades con mayoría
serbia, como Novi Sad, y no hacerlo
sobre ciudades con mayoría húngara, demuestra a todos quién
manda ahora en casa.
Si esta guerra de agresión
se ha preparado con el conocimiento y la aprobación del gobierno
de Kohl, y la está llevando a cabo el gobierno de Schröder,
Scharping y Fischer, y esto no constituye un delito que deba ser juzgado
por un tribunal internacional de crímenes de guerra, ¿qué
es entonces lo que puede tratar un tribunal de este tipo? ¡Terminemos
con la guerra de la OTAN y de la CIA contra la Yugoslavia
soberana!
Bonn, el 7 de abril de 1999
fdo.: Insider
(Insider: Término inglés
para una persona que conoce una institución desde dentro, porque
forma parte de ella.)
(La traducción ha sido
elaborada por profesores de la UCA)
Anton Haidl D.
Área de Alemán
Dep. de Filología Francesa
e Inglesa
apartado 579
E-11003 Cádiz
tel.: +34-56-24 50 17
fax: +34-56-22 04 44
e-mail: anton.haidl@uca.es