La solidaridad internacional y la izquierda en general vuelven a manifestar perplejidad, impotencia y falta de ideas ante la agresión de la OTAN en Kosovo. Es cierto que en esta crisis son múltiples los factores que inciden y se relacionan entre sí,no obstante, son dos reflexiones en las que voy a detenerme.
Razones de la Agresión.
La intervención de la OTAN en Kosovo está siendo justificada en base a dos argumentos centrales: proteger a la población albanokosovar del genocidio al que les somete Milosevic y evitar la extensión del conflicto a Albania y Macedonia. Nada de esto está ocurriendo, los bombardeos han servido de catalizador para acelerar su consumación en pocas semanas y la desestabilización de los países limítrofes es cada vez mayor, por otra parte, la consolidación del régimen dictatorial serbio, con la consiguiente exaltación de su nacionalismo y la desaparición de la oposición civil serbia es un hecho.
En cualquier caso no existe ningún indicio de replanteamiento de la agresión sino un recrudecimiento de la misma y la posibilidad de la invasión terrestre. Las palabras del profesor Paul Kennedy son muy ilustrativas " resulta patético ver a los actuales dirigentes de Estados Unidos gimoteando en busca de soluciones; una vez que te has metido en una guerra lo mejor es ganarla", la lógica belicista prima en numerosos sectores de la sociedad americana y europea.
No obstante, las razones de fondo de la intervención
se encuentran en la prepotencia de EEUU, única potencia militar
del mundo, que practica la diplomacia de la amenaza militar. Estados Unidos
bombardea Yugoslavia, simplemente, porque en ello se juega la hegemonía
mundial. Presentó un ultimátum a Milosevic y al no doblegarse,
la amenaza debe cumplirse ya que no puede perder su capacidad de disuasión
porque entonces de nada le serviría la fuerza militar acumulada.
Súmese a esto la necesidad de "mantener en forma" a su ejército;
la lógica militar se relaciona con el gran negocio de la fabricación
de armas.
Tema del que empresarios españoles y vascos
tienen mucho que decir. El informe de Amnistía Internacional presentado
hace muy pocas semanas sitúa al Estado Español en el quinto
país exportador de armas, cuando entre los años 1.993-97
se encontraba en décimo lugar. ¿Tendrá esto que ver
algo con la vergonzante sumisión del Gobierno Aznar a la política
hipócrita de Clinton? ¿La defensa del parlamentario
del PNV, Sr. Arregui, de la OTAN tendrá relación con los
intereses económicos de los empresarios vasco?
La solidaridad Internacional.
La grave situación generada en Kosovo es fruto de múltiples errores: pasividad ante lo sucedido en Bosnia, falta de previsión y reacción ante los hechos acaecidos en 1.989 en Kosovo, apoyo tácito o expreso de algunos sectores a Milosevic, inexistencia de un planteamiento Regional en los Balcanes, insuficiencia de movilización de la sociedad europea.... Este cúmulo de factores debe llevarnos a la solidaridad internacional y a la izquierda en general a una profunda y seria reflexión autocrítica sobre los actuales acontecimientos. Una verdadera previsión de conflictos es la única posibilidad real de actuación.
No obstante, a mi parecer, la caracterización del gobierno de Milosevic es clara, es un dictador que ha ejercido y ejerce la limpieza étnica y el genocidio contra el pueblo albanokosovar.
Desde esta constatación tenemos que desvincularnos
de lecturas bipolares de la realidad, "bombardeos o genocidio". Esta es
la trampa de la que resulta difícil abstraerse en ocasiones, y más,
cuando la tragedia y el sufrimiento humano están en juego,y
cuando además los medios de comunicación
expresan de una forma casi unánime lo inevitable de la guerra para
salvar a las víctimas inocentes. En cualquier caso, si esta lectura
no es válida tampoco lo es, a mi parecer, la de "agresión
imperialista como
contradicción principal, siendo esto lo
verdaderamente denunciable en este conflicto, y lo demás, es secundario".
Convengo con Gabirel Ezkurdia analista de IPES, que omitir la
tragedia de los albanokosovares y su derecho a la autodeterminación
pretende reducir el análisis al cómodo criterio de la era
bipolar de la Guerra Fría. Lo que demuestra fuertes contradicciones
ante el hecho nacional de sectores antiimperialistas y de izquierdas.
Retomando la otra interpretación que justifica la intervención como un mal necesario para parar la barbarie, ésta contiene una lógica perversa. Cuando se afirma que la guerra es la última posibilidad de detener la limpieza étnica no se es en absoluto riguroso. Siempre se puede hacer más, y sobre todo, en el mundo de la diplomacia y la negociación . Esta nunca debía haberse agotado: se podía haber solicitado la mediación de personas que gozan de autoridad moral internacionalmente reconocida como Nelson Mandela, Rigoberta Menchú......, haber financiado el proceso de negociación con los recursos económicos que se han gastado hasta ahora en los bombardeos, haber mantenido, incluso aumentado, los observadores internacionales en los momentos de crisis, haber entregado el protagonismo a Naciones Unidas, haber apoyado realmente a la oposición a Milosevic, a medios de comunicación plurales........
Y sobre todo, siguiendo el viejo principio hipocrático de "lo primero, no hacer daño," la intervención lo está haciendo ya que sólo ha agudizado los males que pretendía evitar: limpieza étnica acelerada, miles de refugiados, destrucción, daños ecológicos, población civil serbia asesinada, desestabilización total de la zona......Los bombardeos no han solucionado nada, lo único que han hecho es agudizar la crisis.
Por otra parte, los distintos planes de paz coinciden,
lamentablemente, en no respetar el derecho de autodeterminación
y situar a la unidad territorial como algo inamovible. No obstante, las
diferencias se sitúan en el plazo de suspensión de los bombardeos,
en la salida o no del ejército serbio de Kosovo, en la necesidad
o no de fuerzas internacionales que protejan el retorno de los refugiados
y la naturaleza de éstas y en la caracterización de la autonomía
para el pueblo albanokosovar. La solidaridad internacional debe apostar
por el cese total, inmediato y definitivo de la agresión, por el
fin de la limpieza étnica y la
represión del gobierno de Milosevic, por
el retorno de los refugiados y refugiadas, por la apertura de un proceso
de negociación, por el derecho de autodeterminación del pueblo
albanokosovar y todo ello en el marco de una Conferencia Internacional
de naciones y pueblos Interbalcánicos. Posibilidades de arreglo
existen, voluntad política no, a nosotros y
nosotras sólo nos queda la movilización
popular que presione en la dirección de un plan con la premisas
mencionadas.
En relación a los refugiados y refugiadas, la tragedia y el sufrimiento humano son inmensos. Debemos exigir que se atiendan sus necesidades fundamentales y que no sean utilizados como instrumento de guerra y chantaje ni por la OTAN ni por el ejército serbio. Respecto a la ayuda humanitaria las Ongs que participen en su distribución deben tener en cuenta lo difícil que resulta solicitar ayuda a los refugiados y apoyar la agresión de la OTAN, es como pretender la cuadratura del círculo. Las que decidan actuar sobre el terreno creo que deben trabajar con un perfil bajo, fuera de las cámaras de televisión y al margen de los dictados de la OTAN.
En claves de tragedia humanitaria hay que denunciar el silencio y la opacidad del número de civiles serbios muertos por la barbarie e indiscriminado de los bombardeos; estos también necesitan apoyo y ayuda humanitaria.
Por último, la izquierda y la solidaridad
internacional tiene que apoyar política y económicamente
a los sectores de la sociedad civil serbia, a los desertores.....las Mujeres
de Negro, el Foro para las relaciones étnicas y fundación
para la paz..... su trayectoria en defensa de las libertades individuales,
colectivas y los derechos humanos les hacen acreedores de nuestra confianza.
Siempre han intentado romper esta lógica infernal que nos atrapa.
Respecto a la UCK no creo que podamos aceptar de ninguna manera las caracterizaciones
simplistas y tendenciosas sobre su talante fascista, proimperialista, de
ejército de la OTAN, terroristas......son una organización
armada que lucha por la independencia de su tierra. Su legitimidad se la
dará su pueblo y respecto a sus orígenes y objetivos éstos
son claros, nuestra solidaridad debe apoyarse en ellos, sin cheques en
blanco pero con el respeto que su lucha nos merece.
El final de la agresión exige movilizaciones
populares y una seria reflexión sobre el déficit moral
y solidario, por la falta de reacción, de las poblaciones europeas
ante la lógica militar como la única solución imperante.
El precedente es demasiado
grave.
Juan Hernández Zubizarreta. Miembro de Komite Internazionalistak
Komite Internazionalistak
Calzadas de Mallona 1,bajo
ki@eusnet.org