Cuba, país latinoamericano con mayor número de parlamentarias
GINEBRA, Suiza, DIC 23, 1999
(PULSAR/CIMAC).- De cara al 2000, un reciente estudio de la Unión
Interparlamentaria indica
que a pesar de su rol decisivo
en actividades claves de la vida cotidiana del planeta, la mujer sigue
relegada de las esferas de
decisión política.
Cuba, con 166 parlamentarias
mujeres, que equivale al 27.6 por ciento del total de escaños,
es el país latinoamericano con mayor
participación femenina.
Ocupa el noveno puesto mundial, apenas atrás de Sudáfrica,
siendo estos los dos países del Sur mejor
ubicados.
Costa Rica, en el puesto
número 21, con el 19.3 por ciento de participación parlamentaria
femenina, y México que ocupa el
puesto 24 con el 18.2
por ciento, son los otros dos países del continente mejor situados.
Suecia, con el 42 por ciento
de mujeres en su poder legislativo, es el país de mayor participación
femenina en esa esfera de poder.
Por ello, encabeza a los
otros países nórdicos, quienes se encuentran claramente a
la punta en cuanto al equilibrio de géneros.
La Unión Interparlamentaria, organización que procesa un amplio número de estadísticas actualizadas, destaca que un 12.8 por ciento del total de más de 41 mil 650 legisladores de todos los parlamentos del mundo, son mujeres.
El revelador estudio de la
Unión Interparlamentaria indica, además, que solo siete estados
en el mundo están dirigidos por
mujeres, lo que representa
un escaso 3.7 por ciento del total. Panamá, es el único país
del continente latinoamericano lidereado
hoy por una mujer.
Las mujeres ocupan 11
por ciento del total de los puestos ministeriales en los gabinetes de gobierno.
Solamente un 1.6 por
ciento ostentan la responsabilidad
de Primer Ministro.
En tanto, en 15 países
las mujeres están al frente del Ministerio de Exteriores y solo
en cuatro, ocupan el Ministerio de Defensa,
espacio reservado, casi
siempre a los hombres.
En numerosos países
del mundo, importantes movimientos políticos y sociales reivindican
cada día con mayor fuerza la
propuesta de "cuotas". Esto
implica una participación equitativa e intercalada de hombres y
mujeres en las listas de candidatos a
puestos de elección,
tanto al interior de los partidos, como a nivel nacional.