IRAQ INFORMACIÓN
Campaña por el Levantamiento
de las Sanciones a Iraq
(CAUM, Comité de Solidaridad
con la Causa Arabe, Izquierda Unida, Sur)
Apdo. de C. 14.180, 28080 Madrid, Tlfno./Fax 531.75.99 Septiembre 1998
PRESENTACIÓN: TERMINAR CON EL EMBARGO
El pasado 5 de agosto Iraq
decidió suspender su colaboración con las dos comisiones
de desarme que operan en el país desde el fin de la Guerra del Golfo,
la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y la
comisión especial UNSCOM, que preside Richard Butler. Por el contrario,
Iraq ha respetado el funcionamiento del sistema de verificación
a largo plazo de su capacidad tecnológica, que -por medio de visitas,
control por circuito cerrado de TV y vigilancia aérea de 416 centros
industriales y científicos- tiene por misión impedir su rearme.
Iraq ha acusando a Butler
de prolongar las actividades de UNSCOM (la AIEA concluyó la fase
de desmantelamiento del programa nuclear iraquí en 1994) a fin de
justificar la determinación de EEUU de mantener las sanciones el
mayor tiempo posible. Iraq ha exigido sin éxito que se den por cerrados
los expedientes nuclear, balístico y químico, y que se concreten
las cuestiones pendientes del bacteriológico, del que quedarían
solo "aspectos residuales" por aclarar, según el propio informe
de Butler de octubre de 1997.
Iraq ha cumplido sustancialmente
con las exigencias impuestas tras la Guerra del Golfo por el Consejo de
Seguridad (CS), aceptando recortes a su soberanía nacional e independencia
económica. Iraq ha reconocido a Kuwait y ha aceptado un nuevo trazado
de fronteras que cierra su salida al Golfo y cede al emirato zonas petrolíferas.
La destrucción de los arsenales iraquíes es completa y su
posibilidad de rearme imposible debido al sistema de verificación
de su capacidad tecnológica -operativo desde octubre de 1994- y
al control de sus importaciones, que perdurará tras el fin del embargo.
E Iraq ha aceptado el pago de una deuda de guerra (entre 300 y 400 mil
millones de dólares) que anclará su economía en el
subdesarrollo durante décadas, impidiendo su recuperación
estratégica.
A cambio de ello y a pesar
del terrible coste humano del embargo (según la ONU, más
de 850.000 menores de cinco años muertos desde 1990 y otro tanto
entre los sectores más vulnerables de su población) Iraq
no ha visto aliviado el régimen de sanciones impuesto en agosto
de 1990 y su petición de establecer un calendario para el levantamiento
de las sanciones ha sido rechazada. La entrada en vigor, en diciembre de
1996, de la resolución 986 "petróleo por alimentos" ha tenido
muy limitados resultados (ver texto adjunto).
La ONU ha respondido con
moderación a la decisión iraquí de no seguir cooperando
con las comisiones de desarme. Francia, Rusia y China -si bien condenan
la decisión iraquí- reconocen desde hace meses que el fin
del embargo a Iraq ha de ser abordado. Gran Bretaña hizo saber esta
vez a EEUU que no le respaldaría en un nuevo ataque militar contra
Iraq. Y el Secretario de la ONU Kofi Annan se mostró en su comunicado
del 6 de agosto comprensivo ante la frustración iraquí y
defendió el diálogo con Iraq, enviando para ello a Bagdad
a su mediador personal. Incluso la resolución 1.195 adoptada por
el CS el 9 de septiembre es ambigua. Si bien condena la decisión
de Iraq y decide aplazar la revisión semestral de las sanciones
(la próxima prevista para octubre) hasta que Iraq no colabore de
nuevo con la UNSCOM, su texto no incluye amenaza alguna y garantiza a Iraq
"la evaluación global" de su dossier una vez se restablezca la cooperación.
Mientras se deja en las
manos de Kofi Annan la negociación con Iraq, EEUU, roto el consenso
en el CS y con el proceso de paz árabe-israelí bloqueado,
parece contentarse con una coyuntura de prolongación del embargo
-su objetivo prioritario-, evitando una nueva crisis en el CS que probablemente
perdería como la última de enero, cuando su opción
militar quedó anulada por la mediación diplomática
de Kofi Annan y su acuerdo del 23 de febrero con el gobierno iraquí.
Como alternativa, EEUU pone en marcha mecanismos unilaterales de presión
sobre Iraq (véase el texto adjunto "EEUU relanza la guerra encubierta
contra Iraq").
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Financiación del Congreso para la oposición
EEUU RELANZA LA GUERRA ENCUBIERTA CONTRA IRAQ
EEUU sabe que el consenso
en el seno del CS sobre una prolongación indefinida del embargo
está roto y que Francia, China y Rusia (quizás ahora más
tras la designación de Primakov como Primer Ministro) no van a seguir
apoyando indefinidamente su política de extrema intransigencia frente
a la más que razonable petición de Iraq de que, tras siete
años de trabajo, las comisiones de desarme presenten sus conclusiones.
EEUU se está dotando
por ello de nuevas fórmulas de intervención contra Iraq que
sorteen el marco del CS y ciertas limitaciones de sus resoluciones, en
concreto, el respeto a la evolución política interna del
país. De ahí los nuevos proyectos, ahora conocidos, de reforzar
la ayuda financiera y la cobertura política a la oposición
iraquí, olvidando críticas previas de ineficacia y malversación
de fondos.
El diario norteamericano
Washington Post informaba el pasado 3 de agosto que el presidente Clinton
había presentado al Congreso norteamericano un "detallado plan de
27 páginas para reconstruir la quebrantada oposición iraquí"
y preparar un acta de acusación contra Sadam Husein por crímenes
de guerra. Anteriormente, tras la última crisis de enero de este
año, el Congreso norteamericano había aprobado por unanimidad
el 13 de marzo declarar a Sadam Husein criminal de guerra, instando al
presidente Clinton a que exija al CS que actúe en tal sentido, encausando,
deteniendo y juzgando al presidente iraquí. Ese mismo día,
el Congreso empezó a debatir nuevos fondos para la oposición
iraquí.
El nuevo plan norteamericano
de guerra encubierta contra Iraq destina 5 millones de dólares suplementarios
(750 millones de pesetas) a la oposición iraquí para su reorganización
y entrenamiento, y para la apertura en Londres de un centro en el que se
preparará la documentación incriminatoria contra Sadam Husein.
La lista de organizaciones beneficiarias de la ayuda norteamericana -ya
librada por el Congreso- incluye 73 grupos, todo el espectro de la oposición
iraquí, incluidas "organizaciones que no cuentan más que
con una única persona o carecen de iraquíes", según
un informe de congresistas republicanos reproducido en el International
Herald Tribune del 3 de agosto de 1998. Se han librado además otros
5 millones de dólares para la puesta en marcha de una radio opositora
en las antiguas instalaciones en Praga de Radio Liverty (la emisora de
la CIA para los países socialistas de Europa oriental), ya en funcionamiento.
La eficacia del plan norteamericano
de desestabilización de Iraq precisa de una plataforma terrestre
segura: el Kurdistán iraquí, bajo control occidental desde
el fin de la Guerra del Golfo. EEUU ha reanudado sus esfuerzos para lograr
un acuerdo firme de fin de las hostilidades entre los dos principales partidos
kurdoiraquíes, la Unión Patriótica del Kurdistán,
liderada por Talabani, y el Partido Democrático del Kurdistán,
dirigido por Barzani, que han convertido la zona en un continuo campo de
batalla -además de colaborar con Turquía en la represión
del PKK-, imposibilitado la continuidad y eficacia de las actividades de
la CIA contra Iraq. Con tal fin, la Administración Clinton ha invitado
a Barzani y Talabani a viajar a Washington, donde está previsto
la firma de un acuerdo a mediados de septiembre.
Carlos Varea
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Nuevo informe de Kofi Annan
CUARTO SEMESTRE DE APLICACIÓN DE LA
986
El 1 de septiembre el Secretario
General de la ONU Kofi Annan presentó ante el Consejo de Seguridad
(CS) un nuevo informe sobre la aplicación de la resolución
986 (conocida como "petróleo por alimentos"), en su cuarta fase
semestral de aplicación desde el pasado mes de mayo. La 986 autoriza
a Iraq a exportar crudo de manera restringida para la compra de productos
de primera necesidad (alimenticios y sanitarios, además de repuestos
para la reparación de la infraestructura petrolífera) a fin
de aliviar la catástrofe humanitaria que vive su población.
Kofi Annan señala
en su informe que la caída del precio internacional del crudo ha
determinado que solo hayan podido ser ingresados en la cuenta que gestiona
la ONU 1,7 mil millones de dólares, en vez de los 3,1 mil millones
previstos. La cantidad de crudo autorizada por el CS fue incrementada,
tras la recomendación del Secretario General en febrero de este
año, de 2 mil millones de dólares al semestre a 5,2 mil millones.
De esta cantidad, sin embargo, tras deducir el pago de las indemnizaciones
de guerra impuestas a Iraq (un tercio del total), los gastos de las comisiones
de desarme que operan en el país y los gastos administrativos del
propio programa humanitario, solo restan los indicados tres mil millones
de dólares para la adquisición de productos de primera necesidad,
que es la cantidad que ahora se reconoce ha quedado reducida a poco más
de la mitad.
El informe de Annan indica
que debido a esta reducción de los ingresos, durante el período
de aplicación de esta cuarta fase de la 986 la cartilla de racionamiento
iraquí no ha podido ser completada tal y como estaba previsto y
no se ha podido alcanzar el objetivo de incluir por primera vez en ella
proteína animal.
El informe señala
que para hacer frente al grave problema de la malnutrición infantil
no basta con incrementar la cartilla de racionamiento, sino destinar más
fondos a los sistemas sanitario, de producción de energía
eléctrica (operativo en la actualidad a un 40% de su capacidad previa
a la Guerra del Golfo) y de depuración de aguas, así como
a programas de educación parental y salud preventiva. Según
los informes de UNICEF y FAO la malnutrición afecta en distintos
grados de gravedad a un 66,4% de los niños y niñas iraquíes
menores de 5 años, un porcentaje similar a los de los países
subsaharianos sometidos a hambruna crónica.
La 986 permite solo cubrir
el 20% de las necesidades alimenticias y sanitarias de Iraq. El gobierno
iraquí decidió en junio pasado no aceptar más donaciones
humanitarias particulares o gubernamentales, solicitando a la comunidad
internacional un compromiso a favor del fin del embargo como única
solución a la catástrofe humanitaria que sufre el país.
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El Coordinador de la Ayuda Humanitaria critica
el embargo
QUINTA DELEGACION DE LA CAMPAÑA VISITA
IRAQ
Entre los días 1
y 8 de septiembre, un grupo de diez personas viajó a Iraq en la
quinta delegación organizada por la Campaña por el Levantamiento
de las Sanciones a Iraq desde 1992. El grupo estaba integrado por representantes
institucionales en el Congreso de Diputados, Parlamento asturiano y Ayuntamientos
de distintas Comunidades, y por la presidenta de la Asociación Libre
de Abogados y el portavoz estatal de SOS Racismo.
Además de las visitas
y entrevistas con varios ministros iraquíes y con el Viceprimer
Ministro Tareq Aziz, la delegación mantuvo un encuentro el día
6 con Denis J. Halliday, Coordinador de la Ayuda Humanitaria para Iraq
de la ONU.
Halliday se mostró
extremadamente crítico con la situación creada en Iraq a
consecuencia del embargo, cuestionando la eficacia de las medidas de ayuda
humanitaria puestas en marcha por el CS, incluida la resolución
986, de cuya aplicación es responsable desde septiembre de 1997.
Halliday acusa a EEUU de prolongar de manera injustificada el embargo con
acusaciones infundadas que, como la de los palacios presidenciales, no
se desmienten después: "No hay excusas para ocho años de
sanciones a Iraq. La prolongación del embargo se debe a un juego
político con otras motivaciones". Halliday ha presentado su dimisión
y cesa en su cargo en septiembre.
Halliday indicó
a la delegación que debido a la caída de los precios del
petróleo en el mercado (ver información adjunta) y a "interferencias
políticas en Washington" los resultados de la aplicación
de la resolución 986 son insatisfactorios. "Si bien Iraq está
en condiciones de producir ahora la cantidad de 1,7 millones de barriles
diarios de crudo, la reducción de precios determina que no se alcance
la cantidad de fondos requeridos para aliviar la situación humanitaria
en el país". Halliday confirmó además las acusaciones
de Iraq de prácticas obstruccionistas por parte de EEUU y Gran Bretaña
en la aprobación de los contratos para la adquisición de
productos de primera necesidad. Así, por ejemplo, aún faltan
por llegar al país los productos correspondientes al 20% de los
contratos firmados por Iraq durante la primera fase de aplicación
de la 986, concluida ya hace 20 meses.
Halliday confirmó
los datos sobre la catastrófica situación humanitaria en
Iraq. En el campo educativo, la mitad de las 10.000 escuelas del país
están inutilizables y el 21% de los alumnos han abandonado los estudios
para ayudar a la economía familiar. El país sufre la pérdida
de profesionales y en concreto de educadores, mayoritariamente mujeres.
Asimismo, la mitad de las 30.000 camas de los 1.200 centros sanitarios
del sistema sanitario público iraquí (el sector privado no
ofrece hospitalización y cubre solo el 5% de las consultas médicas)
no pueden ser ocupadas. Halliday achaca el incremento espectacular de cánceres,
malformaciones congénitas y síndromes hasta ahora desconocidos
a los restos de proyectiles de uranio empobrecido utilizados durante la
Guerra del Golfo por EEUU y el Reino Unido, cuya radiación se habría
filtrado al subsuelo, contaminando las aguas subterráneas y la tierra.
"Las sanciones no funcionan.
Hacen más fuerte al gobierno [iraquí]. Si los EEUU están
preocupados por la democracia en Iraq deberían comprender que las
sanciones destrozan la democracia. En una sociedad en la que la principal
preocupación es sobrevivir, la discusión sobre la forma de
gobierno carece de importancia (...). Debe de haber otros métodos
para presionar a los gobiernos que las sanciones económicas". Halliday
concluyó que no es solo el problema de la malnutrición y
la mortandad infantiles: "la prostitución, la pérdida de
valores, la corrupción, el trabajo infantil en la calle y la descolarización,
la salida de profesionales... están desestructurando al conjunto
de la sociedad iraquí y para varias generaciones".
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CONDENA DE LAS SANCIONES EN LA ONU
El pasado 26 de agosto la
Subcomisión para la Prevención de la Discriminación
y la Protección de la Minorías urgió al Consejo de
Seguridad al levantamiento de las sanciones a Iraq, considerándolas
responsables de un deterioro "inaceptable" de las condiciones básicas
de la población iraquí y una violación de los derechos
económicos, sociales y culturales amparados por la legislación
internacional. Esta Subcomisión fue creada por la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU en 1947 para su asesoramiento en materia
de derechos humanos y libertades, y está integrada por 26 expertos
independientes internacionales.