Trabajar con la diversidad, superar
la desigualdad: claves pedagógicas
XVIII Encuentro estatal de la
Confederación de MRP (Gandía 99)
APRENDIZAJE DIALÓGICO EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN. Ramón
Flecha
De la superstición al trabajo científico en educación
En el mundo hay muchas experiencias escolares que
están logrando aumentar el aprendizaje instrumental, disminuir las desigualdades,
fomentar la solidaridad en las aulas e ilusionar al profesorado, alumnado y comunidad.
Desgraciadamente, las actuales planificaciones
educativas oficiales no se han preocupado de conocer esas experiencias ni de analizar las
teorías y prácticas en que se basan. En lugar de apoyarse en el trabajo científico lo
han hecho en la superstición. Alguien hace una propuesta que "cree" que
mejorará la situación. Si los demás le "creen", hace que todo un centro o
incluso un país tenga que prepararse durante años para llevarla a la práctica.
Cuando se pone en marcha, se ve que no mejora la
situación y entonces el visionario o visionaria trata de mantener su inmerecido prestigio
respondiendo que la propuesta es muy buena pero que el profesorado no está preparado. El
montaje se mantiene hasta que la gente comienza a preguntarle dónde el inventor o
inventora ha aplicado con éxito su "descubrimiento".
Por suerte, la situación está cambiando y podemos
contribuir a que cambie aún más. Las tecnologías de la información y la
internacionalización de nuestra sociedad ponen a nuestro alcance los criterios de la
comunidad científica internacional. Cualquier profesora o profesor puede comprobar en
unos minutos en ERIC o en SOCIOLOGICAL ABSTRACTS que las ciencias sociales eran
constructivistas en los años sesenta, pero que son de orientación comunicativa desde los
ochenta. El aprendizaje significativo podría ser o no ser una propuesta avanzada en la
sociedad industrial de los sesenta, pero en la sociedad de la información del siglo XXI
debe ser englobado y superado por el aprendizaje dialógico.
Ahora, se pueden desarrollar proyectos educativos
que contribuyan a superar las desigualdades en lugar de limitarse a reproducirlas o
aumentarlas (Ayuste 1994). Para ello, es necesario basarse en teorías más serias y
actuales, así como en las prácticas que están logrando mejorar la situación.
Transformación de la sociedad industrial en sociedad de la
información
Desde mediados de los años setenta nos encontramos
en un proceso de transformación de sociedad industrial en sociedad de la información
que, a pesar de ser analizado por la comunidad científica desde principios de los
ochenta, ha sido obviado por las planificaciones oficiales de nuestra enseñanza. En
educación interesan fundamentalmente dos elementos de esa transformación.
En primer lugar, la capacidad clave pasa a ser la
selección y procesamiento de la información priorizada; el éxito o fracaso de empresas,
instituciones y personas depende cada vez más de esa capacidad "educativa" y
cada vez menos de los recursos materiales.
En segundo lugar, esa transformación ha sido
aprovechada por determinados poderes para aumentar las desigualdades entre quienes acceden
y no acceden a esa capacidad, logrando sustituir durante los años ochenta el objetivo de
igualdad de muchos movimientos sociales y educativos por otros como la adaptación a la
diferencia o diversidad. Desde los años noventa, todas las experiencias educativas a
nivel mundial que están logrando éxitos en superación de desigualdades se basan en esas
reflexiones.
Transformando escuelas en comunidades de aprendizaje
La transformación de centros educativos en
comunidades de aprendizaje supone una respuesta educativa igualitaria a la sociedad de la
información. Con el presente sistema educativo, los centros de familias prácticas (cuyas
personas adultas no tienen título universitario) tienen tendencia al aumento de la
proporción de alumnado que no obtiene el nivel académico que la nueva sociedad requiere.
Las comunidades de aprendizaje parten de que todas
las niñas y niños tienen derecho a una educación que no les condene desde su infancia a
no completar el bachillerato y no acceder a un puesto de trabajo. Para lograrlo hay que
transformar los centros educativos heredados de la sociedad industrial en comunidades de
aprendizaje.
La orientación es la transformación del contexto
(y no la adaptación) tal como proponía Vygotsky (1979) y como proponen las teorías
sociales (Beck 1998; Giddens 1991; Habermas 1987, 1998) y educativas (Freire 1997) más
referenciadas actualmente en el mundo. En ambas se basa el aprendizaje dialógico (que
engloba y supera el significativo). Por este motivo, ya el primer paso, el sueño del
nuevo tipo de escuela, es producto del diálogo y del consenso entre el mayor número de
sectores implicados: profesionales del sistema escolar, profesionales de otras educaciones
(educadoras y educadores sociales, centros de tiempo libre), asociaciones, familiares,
empresas, alumnado y ayuntamientos.
Las ilusiones que proponen Habermas y Freire son
utopías posibles. Al sueño le sigue la selección de prioridades para los años
posteriores. El consenso es fácil. Los profesionales y las profesionales nos regimos por
el principio de que todas las niñas y niños tengan oportunidad de acceder a los mismos
aprendizajes que queremos para nuestros hijos e hijas. Las personas magrebíes y gitanas
expresan las mismas necesidades, a diferencia de lo que escriben de ellos y ellas diversos
autores relativistas. Todas las personas quieren una educación que les sirva para vivir
con dignidad tanto en la sociedad actual como en la futura.
Para poner práctica el proyecto hay que transformar
el contexto. Todas las personas adultas que se relacionan con el alumnado deben participar
en esa transformación. Si el claustro va por un lado, las familias por otro y el centro
de tiempo libre por otro, en sectores sociales no privilegiados queda asegurado el fracaso
de mucha gente y de la propia institución. Todos esos colectivos y personas hemos de
llegar a un compromiso que incluso se concrete en la firma de un contrato de aprendizaje.
Para ello, hemos de cambiar la forma de pensar centrándonos en promover el diálogo, y no
en si los objetivos se han de redactar en infinitivo y los contenidos en sustantivo.
Si hay que hacer una biblioteca tutorizada, una
campaña de ajedrez, un aula de Internet o una mejora de los lenguajes, puede constituirse
una comisión mixta que la organice y movilice los recursos materiales y humanos
necesarios para lograrla. Un conjunto de personas adultas que atienda directamente a cada
niño/a o grupo de niños/as puede lograr un mayor y mejor aprendizaje que en las
bibliotecas habituales. Si además, la niña o niño encuentra en casa alguien que le
pregunta aquello que ha leído, el efecto aumenta. Del mismo modo, también puede estar
más de una persona adulta en un aula. Ello puede incluso facilitar que no haya que sacar
a algunas niñas y niños del grupo para refuerzos o por sus necesidades especiales.
Un proceso de este tipo exige una formación que se
adecúe a las actuales teorías sociales y educativas, es decir, que esté abierta a todas
las personas adultas que se relacionan con el alumnado. Sabemos que la formación recibida
por una madre o un padre repercute más que la del profesorado en el aprendizaje de sus
hijas e hijos. Conviene crear en cada escuela e instituto un "CEP de familiares o de
la comunidad".
Con estos procesos se logra un importante incremento
del aprendizaje instrumental y dialógico, de la competencia y de la solidaridad.
De la concepción constructivista a la comunicativa
Ya hemos señalado que las planificaciones oficiales
actualmente vigentes se basan en una línea de mediocridad intelectual e insensibilidad
social que lleva incluso a obviar totalmente a los autores actualmente son más citados
por las comunidades científicas de educación (Freire) y de ciencias sociales (Habermas).
Las ciencias sociales desarrollan ya desde principios de los ochenta una orientación
comunicativa que engloba y supera otras anteriores como la constructivista. Todas las
experiencias educativas a nivel mundial que están logrando éxitos en superación de
desigualdades se basan en las características del aprendizaje dialógico como la acción
conjunta del alumnado, familias, comunidad y profesionales de la educación. Su
importancia actual aumenta en una sociedad de la información en que el aprendizaje
depende principalmente y cada vez más de todas interacciones del alumnado y no sólo de
las que recibe en el aula ni sólo de sus conocimientos previos (Flecha 1997).
APRENDIZAJE |
TRADICIONAL |
SIGNIFICATIVO |
DIALÓGICO |
CONCEPCIÓN |
OBJETIVISTA |
CONSTRUCTIVISTA |
COMUNICATIVA |
BASES |
La realidad es
independiente de los individuos que la conocen y utilizan |
La realidad es una
construcción social que depende de los significados que dan las personas |
La realidad es una
construcción humana. Los significados dependen de las interacciones humanas |
EJEMPLO |
La mesa es una mesa
independientemente de cómo la vemos las personas |
La mesa es una mesa porque
la vemos como un objeto adecuado para comer |
La mesa es una mesa porque
nos ponemos de acuerdo en utilizarla para comer |
FORMACIÓN
DEL PROFESORADO |
Contenidos a
transmitir y metodologías para hacerlo |
Conocimiento
del proceso de aprendizaje de los actores y de su forma de construir los significados |
Conocimiento de
los procesos de aprendizaje de los individuos y grupos a través de la construcción
interactiva de significados |
ENFOQUE DISCIPLINAR |
Orientación pedagógica
que no tiene debidamente en cuenta los aspectos psicológicos y sociológicos |
Orientación psicológica
que no tiene debidamente en cuenta los aspectos pedagógicos y sociológicos |
Orientación
interdisciplinar: pedagógica, psicológica, sociológica y epistemológica |
CONSECUENCIAS |
La imposición de una
cultura homogénea genera y reproduce desigualdades |
La adaptación a la
diversidad sin tener en cuenta la desigualdad del contexto, genera aumento de las
desigualdades |
Con la transformación del
contexto, el respeto a las diferencias se incluye como una de las dimensiones de la
educación igualitaria |
Bibliografía
Ayuste,A. et altres 1994. Planteamientos de
la pedagogía crítica. Comunicar y transformar. Barcelona: Graó.
Beck,U. & Beck-Gernsheim,E. 1998. El normal
caos del amor. Barcelona: Roure. (p.o. en 1990).
Castells, M. et altres 1994. Nuevas perspectivas
críticas en educación. Barcelona: Paidós.
Castells,M. 1997/98. La era de la información.
Economía, Sociedad y Cultura. Vol 1: La sociedad red. Vol 2: El poder de la identidad.
Vol 3: El fin del milenio. Madrid: Alianza. (p.o. en 1996/98).
Flecha,R. 1997. Compartiendo palabras. El
aprendizaje de las personas adultas a través del diálogo. Barcelona: Paidós.
Freire,P. 1997. A la sombra de este árbol.
Barcelona: Roure. (p.o. en 1995).
Giddens,A. 1994. Modernidad e identidad del yo.
El yo y la sociedad en la época contemporánea. Barcelona: Península. (p.o. en
1991).
Habermas,J. 1987 Teoría de la acción
comunicativa. I. Racionalidad de la acción y racionalización social. II. Crítica de la
razón funcinalista. Madrid: Taurus (p.o. en 1981).
Habermas,J. 1998. Facticidad y validez. Sobre el
derecho y el Estado democrático del derecho en términos de teoría del discurso.
Madrid: Trotta.
Vygotsky,L.S. 1979. El desarrollo de los
procesos psicológicos superiores. Barcelona: Crítica (p.o. en 1978; t.o. en
1930-1934).
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