CONGRESO
2001
"CONSTRUIR LA ESCUELA DESDE LA DIVERSIDAD Y PARA LA IGUALDAD"
Documento
base nº 1
Objetivos
y declaración de principios
-
Socialmente,
promover un estado de opinión lo más favorable posible a la igualdad
y la diversidad educativa, con abierto rechazo a las vías
clasificadoras y segregadoras.
-
Dentro
de la comunidad educativa, aumentar nuestra capacidad de actuar de
forma positiva y real con todo el alumnado que asiste a nuestros
centros.
-
Para
conseguir los dos objetivos anteriores, es necesario:
-
Fortalecer la educación pública desde los ámbitos político,
ideológico y pedagógico.
- Potenciar
la actuación conjunta de los diferentes sectores que componen la
comunidad educativa.
- Avanzar,
de forma real, hacia la educación que defendemos: construyendo lo que esté
a nuestro alcance, denunciando lo que limita, reivindicando lo necesario,
imaginando alternativas.
Declaración
de principios
La igualdad y la diversidad en el ámbito
educativo son temas recurrentes que generan una creciente preocupación
social, tanto en el conjunto de la sociedad como en los profesionales de
la enseñanza. Las actitudes y respuestas vinculadas con el tema son
considerablemente contrapuestas según cuales sean los principios
generales de los que se parta.
El Congreso, promovido por Confederación de
MRP, CEAPA, Fed. de Ens. de CCOO, FETE-UGT, Confederación STEs, Fed. Ens.
de CGT y MCEP, parte de los siguientes principios:
1.
Nos proponemos articular, en la Comunidad Educativa, un sistema de
análisis y debate que nos permita conocer mejor los mecanismos de la
exclusión y de la desigualdad dentro de los centros educativos, así como
los procedimientos más adecuados para lograr una escuela plural, democrática,
libre y compensadora de desigualdades.
2.
Rechazamos todos aquellos planteamientos, tanto teóricos como prácticos,
basados en la exclusión o en la categorización jerárquica de los
escolares a partir de un supuesto patrón único de “normalidad”.
3.
Entendemos los centros docentes como lugares educativos y de
convivencia dentro de la diversidad, y no reducidos a ser meros
instrumentos de promoción social y profesional.
4.
Entendemos la educación como un objetivo compartido que requiere
la participación coordinada de padres, madres y profesorado, así como la
de diferentes profesionales en psicología, pedagogía, trabajo social,
etc. y, en general, del conjunto de la comunidad.
5.
Consideramos que la atención a la diversidad no debe relacionarse
únicamente con "minorías" o "culturas diferentes",
aunque éstos aspectos deban incluirse necesariamente. Por un lado, los
seres humanos son diferentes entre sí por el mismo hecho de ser personas;
por otro, existe un importante sesgo social en el llamado "fracaso
escolar" en perjuicio de los grupos no dominantes (sectores de
menores rentas y capacidad de influencia).
6.
Tampoco hemos de reducir "la diversidad" a
"problemas de aprendizaje": hay que dar respuesta a éstos, pero
dentro de un marco educativo que aproveche las aportaciones cada persona y
ayude a que cada cual supere sus limitaciones. Esto sólo es posible
dentro de un enfoque que acepte la diferencia como un punto de partida
real y positivo.
7.
Consideramos que el tratamiento de la diversidad compete a todos
los centros financiados con fondos públicos a partir de sistemas
globalizados que establezcan criterios y procedimientos generales, por
encima de las particularidades de cada uno de los centros.
8.
Los indicadores que se suelen utilizar para valorar el
funcionamiento de las escuelas y el rendimiento que obtiene el alumnado
han de ser revisados, puesto que pueden utilizarse contra los grupos
sociales más desfavorecidos.
9.
Entendemos la Escuela Pública como una escuela para todas y todos,
que debe partir de la individualidad de cada persona y considerar las
diferencias como valor positivo promoviendo una orientación
antimarginadora, compensadora de las desigualdades y respetando la
singularidad. Una escuela que parta del respeto y el derecho a la
diferencia y que preste atención especial a los grupos más
desfavorecidos y marginados por razones económicas y sociales o bien por
minusvalía física, sensorial o mental, sin crear sistemas paralelos de
escolarización que supongan institucionalizar y consolidar la segregación.
Por el contrario, han de realizarse planes de acción singular dentro de
otros globales y de carácter general que afecten a las condiciones de
vida de las personas y colectivos implicados.
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