Lo
que nos queda todavía por hacer a las mayorías sociales explotadas y oprimidas en
el Mundo
<<Por
favorables que sean las condiciones en que se haga el intercambio (entre capitalistas) de una mercancía por otra, mientras
subsistan las relaciones (desiguales) entre
el trabajo asalariado y el capital, siempre existirán la clase de los
explotadores y la clase de los explotados. Verdaderamente es difícil comprender
la pretensión de los librecambistas (burgueses), imaginándose que un empleo más ventajoso del capital hará desaparecer
el antagonismo entre los capitalistas industriales y los trabajadores
asalariados. Por el contrario, ello no puede acarrear sino una manifestación
aún más neta de la oposición entre estas dos clases sociales.
Señores: No
os dejéis engañar por la palabra abstracta de libertad. ¿Libertad de quién? No es la libertad de cada individuo
con relación a otro individuo. Es la libertad del capital para machacar al
trabajador>> (K. Marx: “Miseria
de la filosofía. Respuesta a la ‘Filosofía de la miseria’ del Señor
Proudhon. Apéndices: ‘Discurso sobre el librecambio’. Pronunciado por K. Marx el 7 de enero de 1848 en una sesión pública de
la “Asociación Democrática de
Bruselas”>>.(Ed. cit. Pp.
186. Lo entre paréntesis nuestro. Versión digitalizada bajo el mismo subtítulo en Pp. 11 de 13).
“La historia no es historia a menos
que sea la verdad”. Abraham Lincoln.
“Las mentiras repetidas se convierten
en historia, pero no necesariamente se convierten en verdad”. Colum
Mc. Cann.
“Los
pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”. Nicolás Avellaneda.
<<Las
fuerzas activas de la sociedad mientras no las conocemos y contamos con
ellas [es decir las soportamos] obran exactamente lo mismo que las fuerzas de la naturaleza: de un modo
ciego, violento, destructor. Pero una vez conocidas, tan pronto como se ha
sabido comprender su acción, su tendencia y sus efectos, en nuestras manos está
el supeditarlas cada vez más de lleno a nuestra voluntad y alcanzar por medio
de ellas los fines propuestos. Tal es lo que ocurre muy señaladamente, con las
gigantescas fuerzas modernas de producción [bajo el capitalismo]. Mientras nos resistamos obstinadamente a comprender
su naturaleza y su carácter —y a esta comprensión se oponen el modo
capitalista de producción y sus defensores— estas fuerzas actuarán a pesar de
nosotros, contra nosotros, y nos dominarán…>>. (F. Engels: “Del socialismo utópico al socialismo
científico”. Obras Escogidas Ed. Progreso/1986. Cap. III Pp. 154-155. Versión
digitalizada ver Pp. 70. Lo entre corchetes nuestro).
<<No es la
conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser
social es lo que determina su conciencia. "Es una tesis tan sencilla, que
por fuerza debería ser la evidencia misma para todo el que no se hallase
empantanado en las filfas idealistas (imperantes). Pero esto no
sólo implica consecuencias altamente revolucionarias para la teoría, sino
también para la práctica: En cierta fase de su desarrollo, las fuerzas
productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes, o bien, lo que no es más que la expresión
jurídica de éstas, con las relaciones de propiedad en el seno de las cuales se
han desenvuelto hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas
productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una
época de revolución social. A1 cambiar la base económica, se transforma
más o menos rápidamente toda la superestructura inmensa... Las relaciones de
producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de
producción, antagónica no en el sentido de un antagonismo individual, sino de
un antagonismo que emana de las condiciones sociales de vida de los individuos.
Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad
burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver
dicho antagonismo" 1. Por tanto, si seguimos
desarrollando nuestra tesis materialista y la aplicamos a los tiempos actuales,
se abre inmediatamente ante nosotros la perspectiva de una poderosa revolución,
la revolución más poderosa de todos los tiempos >>. (K. Marx: “Contribución
a la crítica de la economía política”. Versión digitalizada Pp.
162 de 175).
Fallecido el primer presidente constitucional de la era postfranquista,
el pueblo español ha podido asistir a los actos de exaltación
litúrgico-patriótica durante la llamada transición de la dictadura a la
“democracia”, que los más encumbrados miembros del aparato
político-mediático-propagandístico del Estado, atribuyeron al finado Adolfo Suárez González.
Desde allí se ocuparon de adornar la trayectoria personal de este individuo,
con panegíricos necrológicos tales como: “forjador del gran pacto”, “conductor
de la historia”, “sagaz, inteligente y generoso”, “gigante de nuestra
historia reciente” y “arquitecto de la democracia española”. Supuestos méritos
que le valieron en vida ser honrado por sus “valiosos servicios al país” con el
título nobiliario de Duque, ungido con la máxima jerarquía y “dignidad
nobiliaria” —propia de los “Grandes de España”—, concedida por el entonces monarca constitucional en su
calidad de jefe del Estado, el Rey
Juan Carlos I de Borbón y Borbón. Así, el mismo Adolfo Suárez, quien
desde el momento de la irrupción del golpista Coronel Antonio Tejero
Molina y sus hombres en el Congreso aquel 23 de febrero de 1981,
sugestivamente dejó pasar 12 horas sin decir esta boca es mía, para recién
decidirse “valerosamente” a condenar la sedición, cuando supo que había sido ya
abortada.
A todo esto, quienes han dirigido tales elogios a la
memoria del muerto, saben muy bien que, en 1977, poco antes de ser redactada la
Constitución española, los padres de esa “Carta Magna” recibieron la orden
escrita por los más altos mandos militares franquistas —y da igual cómo—, con
el texto de los artículos que debían figurar en ella, donde se garantizó al
franquismo el control político de la transición al nuevo régimen
constitucional. Y quién sabe si no, con el deliberado beneplácito del propio
Adolfo Suárez González, una duda razonable que sugiere su trayectoria política
fulgurante como miembro del aparato falangista
desde su más temprana juventud, íntimamente vinculado a Fernando Herrero
Tejedor, gracias a quien pasó en 1958 a integrar la Secretaría
General del movimiento; en 1961 ascendido a Jefe del Gabinete Técnico del
Vicesecretario General; procurador en las Cortes por Ávila en 1967 y Gobernador
Civil de Segovia en 1968. En 1969 fue designado Director General de
Radiotelevisión española, donde ya había desempeñado otros cargos entre 1964 y
1968, permaneciendo allí hasta 1973. En abril de 1975 fue nombrado
Vicesecretario general del Movimiento, y el 11 de diciembre de ese mismo año
subió un peldaño más en el escalafón estatal, entrando a formar parte del
Gabinete de gobierno presidido por el efímero sucesor de Franco, otro inefable
pope llamado Carlos Arias Navarro.
(Ver en: “La
gran estafa de la democracia. Suárez y la farsa de la transición”).
Hasta que “por la Gracia de Dios” (la del dinero y mediando
la decisión omnímoda del Rey, en julio de 1976 fue aupado por el Monarca al
cargo de Presidente del Segundo gobierno tras la muerte del “Caudillo”, en
remplazo de Arias Navarro. En ese capullo permaneció Suárez el tiempo que
apremió, para salir de allí transformado en mariposa y volar por el éter de las
elecciones generales, alcanzando en 1979 la más alta función política en el
flamante gobierno “democrático”, con el voto de 6.280.000 ciudadanos españoles.
De esto se trataba y para tal fin —como dijera Franco en la Nochevieja de
1969—, estuvo “todo
atado y bien atado” para que lo más esencial del poder fascista quede
como todavía está, de modo que la mayoría de los españoles sigan sin ver más
allá de sus propias narices, que para eso sirve la poderosa industria del entretenimiento embrutecedor,
actuando en colaboración informal objetiva con los aparatos ideológicos
—públicos y privados del país—, incluyendo naturalmente a los no menos corruptos medios privados de
comunicación de masas. Todos ellos férreamente unidos en la tarea de
impedir por todos los medios, que pueda trascender al conocimiento de la
opinión pública la verdad de la
realidad, sino que al final de cuentas, como dijera Quevedo:
“poderoso caballero es don dinero”.
Así las cosas, mentiría quien afirmase que Adolfo Suárez
llegó a ser un corrupto en la acepción material del término. Pero también es
verdad que casi no tuvo tiempo para ello. Acerca de su persona está en el común
de los españoles pensar, que este hombre ambicionó el poder por el poder y no
el dinero. Una tontería. Porque como dijera certeramente Lord Acton en
1887 observando con rigor científico la sociedad capitalista de su tiempo: “El poder tiende a corromper y el
poder absoluto corrompe absolutamente”, habida cuenta de que bajo el
capitalismo “dinero es poder”.
Y nosotros añadimos: con “democracia”
o sin ella, entendiendo como tal, a la representativa,
es decir, a la democracia formal
delegada por los votantes, que no puede ir más allá de cada elección
periódica: Un engañoso eufemismo encubridor de la dictadura del capital en cualquier país. Para nosotros esta
“democracia” es ya basura histórica. Porque no somos los únicos en pensar que la
verdadera democracia, es la entendida sin ambages
engañabobos, sino con la verdad tangible por delante, tal como lo expresara certera
e indubitablemente Abraham Lincoln
en su Discurso de Gettysburg el 19 de noviembre de 1863:
<<Hace ochenta y siete años,
nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en
la libertad y consagrada en el principio de que todas las personas son creadas
iguales.
Ahora
estamos empeñados en una gran guerra civil que pone a prueba si esta nación, o
cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar en el tiempo.
Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a
consagrar una porción de ese campo como lugar de último descanso para aquellos
que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente
correcto y apropiado que hagamos tal cosa.
Pero, en un sentido más amplio, nosotros
no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno.
Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí ya lo han consagrado,
muy por encima de lo que nuestras pobres facultades podrían añadir o restar. El
mundo apenas advertirá y no recordará por mucho tiempo lo que aquí digamos,
pero nunca podrá olvidar lo que ellos hicieron aquí. Somos, más bien, nosotros,
los vivos, quienes debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que los que
aquí lucharon hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien los vivos
los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros:
que de estos muertos a los que honramos tomemos una devoción incrementada a la
causa por la que ellos dieron la última medida colmada de celo. Que resolvamos
aquí firmemente que estos muertos no habrán dado su vida en vano. Que esta
nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el
gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la
Tierra>>. (Confrontar con: https://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_de_Gettysburg).
Un gobierno del pueblo que si no es
capaz de sacudirse de una vez por todas a la todavía maldita vigencia de la propiedad privada de los medios de
producción y el dinero bancario, jamás podrá sentirse verdaderamente
humanizado y libre para poder decir con la memoria puesta en el inolvidable
Abraham Lincoln, que vive en auténtica libertad consagrando el principio de que
todas las personas son creadas
iguales. Y el caso es que hoy, tanto en España como en el resto del
mundo, los males de este sistema capitalista de vida han derivado de esas dos
especies consentidas de apropiación,
determinantes de la creciente desigualdad
social que hace inevitablemente a la disputa entre los seres humanos,
dejando el famoso lema universal de libertad,
igualdad y fraternidad en papel mojado desde hace ya demasiado tiempo.
Es ésta una verdad de a puño ante la
cual, esa multitud relativamente ultra-minoritaria de ambiciosos y enriquecidos
sujetos oportunistas, “atados y bien atados” a las distintas instituciones
económicas, políticas y sociales corrompidas en todo el Orbe, al ser beneficiadas
y personalmente concernidas por
el sistema, han venido callando la verdad de esa realidad tan cobarde como sistémicamente
por la cuenta que les trae. Ante semejante perspectiva cabe insistir diciendo
con Marx que:
<<Las
revoluciones burguesas, como las del siglo XVIII, avanzan
arrolladoramente de éxito en éxito, sus efectos dramáticos se atropellan, los
hombres y las cosas parecen iluminados por fuegos diamantinos, el éxtasis es el
estado permanente de la sociedad; pero estas revoluciones son de corta vida,
llegan en seguida a su apogeo y una larga depresión se apodera de la sociedad antes
de haber aprendido a asimilar serenamente los resultados de su período
impetuoso y turbulento. En cambio, las revoluciones proletarias, como
las del siglo XIX, se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen
continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para
comenzarlo de nuevo desde el principio, se burlan concienzuda y cruelmente de
las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros
intentos, parece que solo derriban a su adversario para que éste saque de la
tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas,
retroceden constantemente aterradas ante la ilimitada inmensidad de sus
primeros intentos, hasta que se crea una situación que no permite volverse
atrás y las circunstancias mismas gritan: ¡Demuestra lo que eres capaz de hacer!>>.
(K. Marx: “El 18 Brumario de Luis
Bonaparte”. Ed. Ariel S.A. Barcelona/1982 Cap. I Pp.
16/17. Versión
digitalizada ver
Página 14).
En síntesis, que la verdadera democracia no es la representativa porque sus efectos
políticos no van más allá de cada elección periódica, cuando la mayoría de los
electores de condición social asalariada, estúpidamente votan delegando el
poder político en favor de terceras personas potencialmente corrompidas por el sistema capitalista
decrépito en fase de extinción. La verdadera y auténtica democracia, es la decidida
y ejercida directamente por el pueblo
y para el pueblo emancipado, toda vez que sea necesario. Habida cuenta
de que, mientras tanto, la propiedad privada que determina la competencia interburguesa, no hace
más que acelerar el creciente proceso
científico-técnico incorporado a los medios materiales de producción sustitutos de trabajo humano. Una
realidad vigente a escala planetaria, que inevitablemente tiende a retraer el
empleo asalariado y las ganancias de los capitalistas, al mismo tiempo que siembra
la miseria más absoluta entre millones de desempleados, a merced de una
irrisoria minoría de grandes y
medianos empresarios privados, en contubernio permanente con esa otra
parte de la sociedad: los políticos
profesionales corruptos a cargo de las instituciones estatales en todo el Mundo.
Un entramado que, aun a sabiendas de lo
demostrado por Marx y Engels en el sentido de que, la propiedad privada de los medios
de producción y el dinero bancario, a instancias de la competencia
intercapitalista y el consecuente desarrollo económico, de no mediar otras deliberadas circunstancias
revolucionarias que suplanten este proceso, el sistema no podrá impedir
la deriva natural inevitable hacia su colapso económico definitivo. Pues bien,
precisamente para retardar ese proceso, la burguesía internacional se ha venido
empeñado en crear sus deliberadas circunstancias favorables, como es el caso de
conflictos políticos entre países que derivan en guerras destructivas de
riqueza y vidas humanas, todo ello a sabiendas de que a raíz de todas esas
pérdidas materiales y humanas el sistema capitalista se restablece
retrotrayéndose a épocas pasadas. O bien a misteriosos y más recientes proyectos
de intervención “científica”, como el fraguado en los años 80 el siglo pasado a
instancias de la fuerza aérea norteamericana y la Universidad de Alaska, donde
a raíz del proyecto inicial que modifica el clima con resultados igualmente devastadores
y mortales, como el que desarrolló el llamado “Proyecto HAARP”, experimentos
cuyas consecuencias destructoras y mortales —como las más recientes—, incluso
las Naciones Unidas no han podido evitar que se produzcan. Lo cual demuestra
que esa organización mundial muy poco es lo que tiene que ver con la promulgada
función consagrada por su Consejo de Seguridad, frente a los intereses de la
burguesía internacional.
LA MANIPULACIÓN DEL
CLIMA: El proyecto HAARP
<<Las
fuerzas activas de la sociedad mientras no las conocemos y contamos con ellas,
obran exactamente lo mismo que las fuerzas de la naturaleza: de un modo ciego,
violento, destructor. Pero una vez conocidas, tan pronto como se ha sabido
comprender su acción, su tendencia y sus efectos, en nuestras manos está el
supeditarlas cada vez más de lleno a nuestra voluntad y alcanzar por medio de
ellas los fines propuestos. Tal es lo que ocurre muy señaladamente, con las
gigantescas fuerzas modernas de producción. Mientras nos resistamos
obstinadamente a comprender su naturaleza y su carácter —y a esta comprensión
se oponen el modo capitalista de producción y sus defensores— estas fuerzas
actuarán a pesar de nosotros, contra nosotros, y nos dominarán…>>. (F.
Engels: “Del socialismo utópico al
socialismo científico”. Obras Escogidas Ed. Progreso/1986. Cap. III
Pp. 154-155. Versión digitalizada ver Pp.
70).
Publicado
el 07/07/2012 por Jaizki
Aunque una mayoría sabemos más o menos
de que va esto, quería dedicarle un hueco en particular para dejar constancia
del tema en cuestión.
¿Qué es HAARP? El proyecto HAARP:
sistema de tecnología para modificar y controlar el tiempo atmosférico (y no
sólo el tiempo). High Frequency Advanced Auroral Research Project, que en
castellano se traduce como Proyecto
de Investigación Aurora Avanzado de alta Frecuencia.
HAARP es un arma exótica que forma
parte de un programa armamentístico —en poder de los EE.UU, Europa y Rusia
según este orden— que apunta al espacio usando aparentemente, tecnología
descubierta por Nicola Tesla a
principios de siglo pasado. Básicamente, el HAARP produce una onda de ultra
baja frecuencia que afecta a la ionosfera y por efecto rebote impacta contra la
Tierra pudiendo generar terremotos, tsunamis o la modificación del clima.
Según los investigadores, el HAARP
tiene tres componentes principales como arma:
–Componente espacial: HAARP
literalmente convierte a la ionosfera de la Tierra en un arma.
– Componente aéreo: HAARP usa estelas
químicas en el cielo (chemtrails) como reflectores de ondas emitidas desde el
suelo y el espacio (un hecho que muchos ignoran y que tiene plena relación con
la torres GWEN).
– Componente terrestre: Bases de
antenas localizadas en Alaska, Groenlandia, Noruega y Australia. Se han
reportado numerosas aplicaciones del HAARP como un sistema armamentístico:
–SDI (Strategic Defence Initiative):
Arma de radiofrecuencias.
–Guerra ambiental: Guerra a través del
clima y movimientos sísmicos.
–Sistema de guerra espacial–. Sistema
de defensa de misiles.
–Guerra de energías escalares contra
población u objetivos en superficie, incluyendo ciudades, fábricas y
construcciones varias.
–Arma biológica en conjunto con los
chemtrails.
– Operaciones electromagnéticas dentro
del Proyecto Blue Beam.
HAARP está clasificada como un arma de
destrucción aunque ningún gobierno ha admitido que esté trabajando en su
desarrollo. Se dice mucho acerca de la existencia del arma secreta de EEUU la
llamada HAARP, o el Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta
Frecuencia, fue desarrollada por las compañías petroleras internacionales como
un modo de alto rendimiento para comunicarse con submarinos utilizando una
frecuencia extremadamente baja (ELF) de ondas de radio para penetrar en el
océano. Cuando el ejército de los Estados Unidos se dio cuenta de su potencial,
se adjudicó las instalaciones de HAARP. Ahora, algunos expertos dicen que
también tiene más propósitos macabros: manipular el clima, crear terremotos y
hasta penetrar con ondas de radio el cerebro humano y controlar las emociones y
las mentes de sus víctimas. Hay multitud de instalaciones HAARP, una de las más
activas y conocidas está emplazada en un complejo de 35 acres con 180 torres en
Gakona, Alaska (AK). Las antenas pueden disparar hasta 3.6 millones de watts (vatios) de poderosas
ondas de radio hacia la parte más alta de la atmósfera terrestre, calentándola y
creando irregularidades (y las conocidas iridiscencias)
que causan que la ionosfera haga rebotar las señales de regreso al suelo. Pero
muchos escépticos en Alaska creen que HAARP es en realidad un sofisticado
sistema de armas que puede destruir misiles de todo tipo, derribar aviones,
desactivar los sistemas de comunicación del enemigo y manipular el clima e
incluso controlar la mente humana.
El programa “Teoría de
Conspiración” con Jesse Ventura
trata de desvelar el misterio de lo que en realidad pasa en estas instalaciones
remotas que ahora ya no son un secreto.
La guerra climática, la guerra
biológica o la guerra química, son partes vitales de la guerra militar para
controlar países y poblaciones. Todas a su vez, se sintetizan en la guerra
psicológica para controlar y dominar la mente humana con fines del control social
sin el uso de las armas (Guerra de Cuarta Generación). Su existencia operativa
y sus estrategias de aplicación (exterminios masivos de personas con fines
económicos y políticos) tienen origen en los laboratorios militares de las
potencias centrales.
El proyecto HAARP es una investigación
financiada por la Fuerza Aérea de los EEUU, la Marina y la Universidad de
Alaska para “entender, simular y controlar los procesos ionosféricos que
podrían cambiar el funcionamiento de las comunicaciones y sistemas de
vigilancia“.
El Haarp (considerado, entre otras
funciones, como una “máquina
que crea seísmos”), es un calentador de la ionosfera, y actúa
sobre ella como la antena más poderosa que jamás haya existido.
La antigua URSS desarrolló un programa
científico destinado a disminuir la
fuerza destructiva de los grandes terremotos, mediante la generación
previa de otros más pequeños. El resultado de dichas investigaciones fue la
construcción de una máquina para generar terremotos.
Con la caída de la URSS, el ejército
de los Estados Unidos compró esta tecnología y reclutó a los científicos del
proyecto soviético, con el objetivo de seguir desarrollándolo.
En el documental “La ira del clima”
del National Geographic se reconoce que el ejército norteamericano posee y
desarrolla tecnología para provocar terremotos. Recordemos que este ejército es
el mismo que, entre otras cosas, arrojó las bombas nucleares (alemanas) sobre
Hiroshima y Nagasaki, napalm y el agente naranja sobre Vietnam o, más
recientemente, uranio empobrecido en Irak y Gaza ¿Alguien cree, a estas
alturas, que si Estados Unidos poseyese la tecnología para provocar terremotos
(mucho más sutil que los anteriores métodos de guerra mencionados), no los
utilizaría contra un país enemigo o un objetivo militar?
No debemos olvidar que el control del
clima y, concretamente, el control de
fenómenos climáticos como terremotos o tsunamis, es posible desde hace
mucho tiempo. La propia ONU convocó, en el año 1976, una convención con el
objetivo de prohibir el desarrollo de técnicas de modificación del clima, por
el riesgo de que éstas pudieran ser utilizadas con fines bélicos u hostiles. En
el siguiente enlace podéis observar el texto de la resolución adoptada en dicha
convención, que el propio Comité Internacional de la Cruz Roja recoge en su
página web. Clic aquí para acceder a la resolución de la ONU sobre la
prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines bélicos u
hostiles.
Esta resolución fue incumplida por
Estados Unidos al continuar el ejército norteamericano desarrollando técnicas
de modificación ambiental con fines militares. Como señala el propio Parlamento
Europeo en un informe de 1999: (punto 11 de las conclusiones) “Considera que el
sistema de los EE.UU. de manipulación militar de la ionosfera, HAARP, con base
en Alaska, es sólo una parte del desarrollo y despliegue de armas
electromagnéticas para la seguridad exterior e interior, es un ejemplo de la
amenaza militar emergente más grave para el medio ambiente y la salud humana,
ya que su finalidad es manipular con fines militares esta sección de la
biosfera de gran sensibilidad energética“.
A los pocos días del terremoto de
Haití, Thierry Meissan
de la Red Voltaire publicó un artículo “Haití y el armamento sísmico de Estados
Unidos“, donde repasaba la evolución de las técnicas de modificación del clima,
desarrolladas por el ejército de los Estados Unidos, desde la Segunda Guerra
Mundial hasta el fatídico terremoto de Haití en el año 2010.
Por su parte, el profesor Michel Chossudovsky,
de Global Research, analiza en un magnífico artículo “Guerra del clima:
Atención a los experimentos militares de EE.UU.” los peligros de la
manipulación del clima con fines bélicos, centrando especial atención en el
Proyecto HAARP.
Tomado
de: https://sabervscreer.wordpress.com/2012/07/07/la-manipulacion-del-clima-proyecto-haarp/
Convención
sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines
militares u otros hostiles (ENMOD)
10-12-1976
Tratado
Tomado
del Derecho Internacional relativo a la conducción de las hostilidades, CICR,
1996
10
de diciembre de 1976. Asamblea General de la ONU, resolución 31/72)
«La
Asamblea General, Recordando sus resoluciones 3264
(XXIX) de 9 de diciembre de 1974 y 3475 (XXX) de 11 de diciembre de 1975, Recordando
su resolución 1722 (XVI) de 20 de diciembre de 1961, en la que reconoció que a
todos los Estados les interesaban profundamente el desarme y las negociaciones
sobre el control de armamentos.
Decidida a evitar los posibles peligros de la utilización de técnicas de
modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles,
Convencida de que una amplia adhesión a una convención sobre la
prohibición de tales medidas contribuiría a la causa de fortalecer la paz y
evitar la amenaza de la guerra,
Tomando nota con satisfacción de que la Conferencia del Comité de
Desarme ha terminado y transmitido a la Asamblea General, en el informe sobre
sus trabajos de 1976, el texto de un proyecto de convención sobre la
prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares
u otros fines hostiles,
Tomando nota asimismo de que la Convención tiene por objeto prohibir
efectivamente la utilización de las técnicas de modificación ambiental con
fines militares u otros fines hostiles a efectos de eliminar los peligros que
para la humanidad entrañaría esa utilización,
Teniendo presente que los proyectos de acuerdos sobre el desarme y las
medidas de control de armamentos que presente a la Asamblea General la
Conferencia del Comité de Desarme deberían ser el resultado de un proceso de
negociaciones eficaces y que tales instrumentos deberían tener debidamente en
cuenta las opiniones e intereses de todos los Estados para que pudieran ser
objeto de la adhesión del mayor número posible de países,
Teniendo presente que el artículo VIII de la Convención prevé la
convocación de una conferencia para examinar la aplicación de la Convención
cinco años después de su entrada en vigor y asegurar que se están cumpliendo
sus fines y disposiciones,
Teniendo también presentes todos los documentos pertinentes y las actas
de las negociaciones de la Conferencia del Comité de Desarme sobre el examen
del proyecto de Convención,
Convencida de que la Convención no debería afectar la utilización de
técnicas de modificación ambiental con fines pacíficos, que podrían contribuir
a preservar y mejorar el medio ambiente en beneficio de las generaciones
actuales y futuras,
Convencida de que la Convención contribuirá a la realización de los
propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas,
Deseosa de que, durante su período de sesiones de 1977, la Conferencia
del Comité de Desarme se concentre en negociaciones urgentes sobre el desarme y
las medidas de limitación de armamentos,
1.
Remite la Convención sobre la prohibición de utilizar técnicas de
modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles cuyo texto
figura como anexo a la presente resolución, a todos los Estados para su
consideración, firma y ratificación;
2.
Pide al Secretario General que, en su calidad de Depositario de la
Convención, la abra a la firma y ratificación lo más pronto posible;
3.
Expresa la esperanza de que la Convención reciba la más amplia adhesión
posible;
4.
Pide a la Conferencia del Comité de Desarme que, sin perjuicio de las
prioridades establecidas en su programa de trabajo, mantenga en examen el
problema de cómo evitar eficazmente los peligros de la utilización de técnicas
de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles;
5.
Pide al Secretario General que transmita a la Conferencia del Comité de
Desarme, todos los documentos relativos al examen efectuado por la Asamblea
General en su trigésimo primer período de sesiones, de la cuestión de la
prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares
u otros fines hostiles.»
Los Estados Partes en la presente Convención,
Guiándose por los intereses del fortalecimiento de la paz y deseando
contribuir a detener la carrera de armamentos, a conseguir el desarme general y
completo bajo un control internacional estricto y eficaz y, a preservar a la
humanidad del peligro de la utilización de nuevos medios de guerra,
Decididos a proseguir las negociaciones para lograr progresos efectivos
en la adopción de medidas adicionales en la esfera del desarme,
Reconociendo que los progresos científicos y técnicos pueden crear
nuevas posibilidades para la modificación del medio ambiente,
Recordando la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Medio Humano, aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972,
Conscientes de que la utilización de técnicas de modificación ambiental
con fines pacíficos podría mejorar la interrelación hombre-naturaleza y
contribuir a preservar y mejorar el medio ambiente para el bienestar del ser
humano,
Reconociendo, sin embargo, que la utilización de esas técnicas con fines
militares u otros fines hostiles podría tener efectos sumamente perjudiciales
para el bienestar del ser humano,
Deseando prohibir efectivamente la utilización de las técnicas de
modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles a fin de
eliminar los peligros que para la humanidad entrañaría esa utilización, y
afirmando su voluntad de trabajar para lograr ese objetivo,
Deseando asimismo contribuir al fortalecimiento de la confianza entre
las naciones y a mejorar más la situación internacional, de conformidad con los
propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas,
Han convenido en lo siguiente:
Art. 1. 1. Cada Estado Parte en la presente Convención se compromete a
no utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros
fines hostiles que tengan efectos vastos, duraderos o graves, como medios para
producir destrucciones, daños o perjuicios a otro Estado Parte.
2.
Cada Estado Parte en la presente Convención se compromete a no ayudar, ni
alentar ni incitar a ningún Estado o grupo de Estado u organización
internacional a realizar actividades contrarias a las disposiciones del párrafo
1 del presente artículo.
Art. 2. A los efectos del artículo 1, la expresión «técnicas de
modificación ambiental» comprende todas las técnicas que tienen por objeto
alterar -mediante la manipulación deliberada de los procesos naturales- la
dinámica, la composición o estructura de la Tierra, incluida su biótica, su
litosfera, su hidrosfera y su atmósfera, o del espacio ultraterrestre.
Art. 3. 1. Las disposiciones de la presente Convención no impedirán la
utilización de técnicas de modificación ambiental con fines pacíficos ni
contravendrán los principios generalmente reconocidos y las normas aplicables
del derecho internacional relativos a esa utilización.
2.
Los Estados Partes en la presente Convención se comprometen a facilitar el
intercambio más amplio posible de información científica y tecnológica sobre la
utilización de técnicas de modificación ambiental con fines pacíficos, y tienen
derecho a participar en ese intercambio. Los Estados Partes que puedan hacerlo
contribuirán, individual o conjuntamente con otros Estados u organizaciones
internacionales, a la cooperación económica y científica internacional en la
preservación, mejora y utilización del medio ambiente con fines pacíficos,
teniendo debidamente en cuenta las necesidades de las regiones en desarrollo
del mundo.
Art. 4. Cada Estado Parte en la presente Convención se compromete a
tomar las medidas que considere necesarias de conformidad con sus
procedimientos constitucionales, para prohibir y prevenir toda actividad a las
disposiciones de la Convención, en cualquier lugar situado bajo su jurisdicción
o control.
Art. 5. 1. Los Estados Partes en la presente Convención se comprometen a
consultarse mutuamente y a cooperar en la solución de cualquier problema que
surja en relación con los objetivos de la Convención o en la aplicación de sus
disposiciones. Las consultas y la cooperación previstas en el presente artículo
podrán llevarse a cabo también mediante los procedimientos internacionales
apropiados dentro del marco de las Naciones Unidas y de conformidad con su
Carta. Entre esos procedimientos internacionales pueden figurar los servicios
de las organizaciones internacionales competentes, así como los de un Comité
Consultivo de Expertos como se prevé en el párrafo 2 del presente artículo.
2.
Para los fines que se especifican en el párrafo 1 del presente artículo, el
Depositario, tras la recepción de una solicitud de cualquier Estado Parte en la
presente Convención convocará en el plazo de un mes un Comité Consultivo de
Expertos. Todo Estado Parte puede designar a un experto para que preste sus
servicios en dicho Comité, cuyas funciones y reglamentó se formulan en el
anexo, que forma parte integrante de la Convención. El Comité transmitirá al
Depositario un resumen de sus conclusiones fácticas, en el que se incorporarán
todas las opiniones y todos los datos expuestos al Comité durante sus
deliberaciones. El Depositario distribuirá el resumen entre todos los Estados
Partes.
3.
Cualquier Estado Parte en la presente Convención que tenga motivos para creer que
cualquier otro Estado Parte actúa en violación de las obligaciones derivadas de
las disposiciones de la Convención podrá presentar una denuncia al Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas. Dicha denuncia deberá contener toda la
información pertinente, así como todas las pruebas posibles que confirmen su
fundamento.
4.
Cada Estado Parte en la presente Convención se compromete a cooperar en
cualquier investigación que pueda iniciar el Consejo de Seguridad, de
conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, sobre la
base de la denuncia recibida por el Consejo. Éste informará de los resultados
de la investigación a los Estados Partes en la Convención.
5.
Cada Estado Parte en la presente Convención se compromete a proporcionar
asistencia o a prestar apoyo, de conformidad con las disposiciones de la Carta
de las Naciones Unidas, a cualquier Estado Parte que lo solicite, si el Consejo
de Seguridad decide que esa Parte ha sido perjudicada o puede resultar
perjudicada como resultado de una violación de la Convención.
Art. 6.1. Cualquier Estado Parte en la presente Convención podrá
proponer enmiendas a la Convención. El texto de cualquier enmienda propuesta
deberá ser presentado al Depositario, quien lo distribuirá sin dilación entre
todos los Estados Partes.
2.
Una enmienda entrará en vigor, para todos los Estados Partes en la presente
Convención que la hayan aceptado, cuando la mayoría de los Estados Partes hayan
depositado en poder del Depositario los instrumentos de aceptación. A partir de
entonces entrará en vigor para cualquiera de los demás Estados Partes en la
fecha en que éste deposite su instrumento de aceptación.
Art. 7. La presente
Convención tendrá duración ilimitada.
Art. 8.1. Transcurridos cinco años desde la entrada en vigor de la
presente Convención, el Depositario convocará a una conferencia de los Estados
Partes en la Convención, que se celebrará en Ginebra (Suiza). La Conferencia
revisará la aplicación de la Convención para asegurarse de que se están
cumpliendo sus fines y disposiciones y, en particular, estudiará la eficacia de
las disposiciones del párrafo 1 del artículo 1 en cuanto a la eliminación de
los peligros de la utilización de técnicas de modificación ambiental con fines
militares u otros fines hostiles.
2.
A partir de ese momento, con intervalos no menores de cinco años, la mayoría de
los Estados Partes en la presente Convención podrá conseguir que se convoque
una conferencia con los mismos objetivos mediante la presentación de una
propuesta al efecto al Depositario.
3.
Si no hubiera sido convocada ninguna conferencia con arreglo al párrafo 2 del
presente artículo, dentro de los diez años siguientes a la conclusión de una
conferencia precedente, el Depositario solicitará las opiniones de todos los
Estados Partes en la presente Convención sobre la convocación de tal
conferencia. Si un tercio o diez de los Estados Partes, según el número que sea
menor, responden afirmativamente, el Depositario adoptará inmediatamente
medidas para convocar a la conferencia.
Art. 9.1. La presente Convención estará abierta a la firma de todos los
Estados. El Estado que no firmare la Convención antes de su entrada en vigor de
conformidad con el párrafo 3 del presente artículo, podrá adherirse a ella en
cualquier momento.
2.
La presente Convención estará sujeta a ratificación por los Estados
signatarios. Los instrumentos de ratificación o de adhesión se depositarán en
poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
3.
La presente Convención entrará en vigor una vez que hayan depositado sus
instrumentos de ratificación veinte gobiernos, de conformidad con el párrafo 2
del presente artículo.
4.
Para los Estados cuyos instrumentos de ratificación o de adhesión se
depositaren después de la entrada en vigor de la presente Convención, la
Convención entrará en vigor en la fecha del depósito de sus instrumentos de
ratificación o de adhesión.
5.
El Depositario informará sin dilación a todos los Estados signatarios y a todos
los Estados que se hayan adherido a la presente Convención de la fecha de cada
firma, de la fecha del depósito de cada instrumento de ratificación o de
adhesión y de la fecha de entrada en vigor de la presente Convención y de las
enmiendas a la misma, así como de la recepción de otras notificaciones.
6.
La presente Convención será registrada por el Depositario de conformidad con el
Artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas.
Art.10. La presente Convención, cuyos textos en árabe, chino, español,
francés, inglés y ruso son igualmente auténticos, se depositará en poder del
Secretario General de las Naciones Unidas, quien remitirá copias debidamente
certificadas a los gobiernos de los Estados signatarios y de los Estados que se
adhieran a la Convención.
Anexo a la Convención - Comité Consultivo de Expertos
1.
El Comité Consultivo de Expertos se encargará de establecer las conclusiones
fácticas pertinentes y de facilitar opiniones de expertos en relación con
cualquier problema que, conforme a lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 5
de la presente Convención, plantee el Estado Parte que solicite la convocación
del Comité.
2.
Los trabajos del Comité Consultivo de Expertos se organizarán de modo que le
permita desempeñar las funciones establecidas en el párrafo 1 del presente
anexo. Cuando sea posible, el Comité tomará por consenso decisiones sobre las
cuestiones de procedimiento relativas a la organización de sus trabajos; si no
es posible, las decisiones se tomarán por mayoría de los miembros presentes y
votantes. No se someterán a votación las cuestiones de fondo.
3.
El Presidente del Comité será el Depositario o su representante.
4.
Cada experto podrá estar asesorado en las reuniones por uno o varios
consejeros.
5.
Cada experto tendrá derecho a recabar de los Estados y de las organizaciones
internacionales, por conducto del Presidente, la información y la asistencia
que estime conveniente para el desempeño de la labor del Comité.
*******
Índice
del libro "Derecho Internacional relativo a la conducción de las
hostilidades"
La evidencia de la
manipulación del clima y la causa extra-natural de terremotos en distintos
lugares del Planeta
Acusan
al proyecto HAARP de manipular el clima y causar desastres naturales
18 Sep, 2017 - 5:34 pm
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Unas
2.500 personas son desalojadas por huracán Willa en occidente de México
Bandas
nubosas de poderoso huracán Willa alcanzan costa mexicana
Así
recuerdan los capitalinos al destructor Huracán Mitch (Video)
Varios científicos han apoyado la
teoría sobre la creación de los
huracanes y terremotos por el hombre, indicando que se trata de
acciones y proyectos encaminados por el programa secreto HAARP (por sus siglas
en inglés Hard Frequency Active Auroral Research Program).
Según el portal digital de noticias
Blasting News, el proyecto HAARP es un misterioso programa compartido entre la
Fuerza Aérea y Naval de los Estados Unidos, cuyas instalaciones de
investigación se encuentran en Alaska y su costo asciende a 250 millones de
dólares, algo alto para el supuesto estudio del clima.
En 1907 el científico Nikola Tesla
diseñó la famosa Torre de Tesla, la cual genera ondas electromagnéticas hacia
cualquier parte de la ionósfera, rebotando en ésta y posteriormente dirigirse a
cualquier sitio de la Tierra. Se creía en ese entonces que la torre era un arma
climática, capaz de crear tsunamis, sin embargo, jamás se usó o por lo menos
eso se dice oficialmente.
El proyecto HAARP podría utilizar los
mismos principios para manipular el clima, a tal grado de crear múltiples
desastres naturales, incluyendo terremotos.
Extrañas
luces durante el terremoto de México. Después de las 23 horas, un
intenso terremoto sacudió el centro y el sur del país, dejando
en alerta y preocupación a miles de mexicanos; pero esto no fue lo único
desconcertante. Instantes previos al sismo, cientos de testigos pudieron
observar extrañas luces emerger del cielo nocturno, mismas que duraron durante
el sismo y se mantuvieron aún después del mismo. Muchas personas filmaron dicho
fenómeno, que científicos atribuyen a triboluminicencia, pero no convencen a
muchos.
México no ha sido
el primer país, en el cual han sido observadas estas extrañas luces que
coinciden con los sismos. En los más recientes terremotos en Chile, China, y
aquel que devastó Haití, se observó el mismo fenómeno luminiscente ¿Esto abre
la sospecha hacia el proyecto HAARP? porque cuando está en funcionamiento, sus
ondas de baja frecuencia emiten luces al contacto con la tierra, auroras e
incluso cambian el color del cielo. ¿Podríamos llamar a esto “coincidencia” o
quizá hay algo más?
Las extrañas luces no sólo fueron
observadas en México, sino en Guatemala donde el sismo alcanzó los 7.8°.
Algunos medios han intentado atribuir estas luces con fenómenos naturales
extremadamente raros, pero se han presentado en casi todos los sismos
anteriormente mencionados, todo parece ser que lo “raro” se está volviendo
convencional.
Relación HAARP-Huracanes. A
este proyecto se le ha culpado en numerosas ocasiones de ser el causante de
distintos huracanes y fenómenos devastadores en el mar, ejemplo de esto, los
huracanes “Harvey” que devastaron
a Houston, Texas e “Irma”
que ha sido de categoría 5 y uno de los más devastadores de la
historia.
A esto le incluimos la teoría del
físico japonés el Dr. Michio Kaku,
quien en entrevista con la CBS habló sobre la capacidad que tienen los
científicos de modificar el clima, alterarlo y lanzarlo contra puntos
estratégicos del planeta. ¿Qué está pasando, quién está detrás de esto, podrán
científicos y universidades errar al señalar que los fenómenos naturales de los
últimos tiempos son tan extraños y devastadores que parecen todo menos
naturales?
13
muertos y más de 1300 automóviles destrozados por las inundaciones de Mallorca
300
miembros de equipos de emergencia siguen la búsqueda de las víctimas del
desastre. En las últimas horas el pasado día 10 de octubre han caído en el
municipio de Sant Llorenç 220 litros de lluvia por metro cuadrado.
AGENCIAS
Miércoles, 10/10/2018 | Actualizado a las 17:42 CEST.
ATLAS
Ya son al menos 10 los
muertos por las inundaciones causadas por las
fuertes lluvias en la comarca del Levante de Mallorca. A primera hora
de esta tarde, han hallado vivos a tres de los cinco desaparecidos,
que se habían refugiado en una estación de tren. El 112 eleva ahora a 10 las
víctimas mortales y centra sus tareas de búsqueda en el único que sigue
desaparecido, un niño.
Según han informado fuentes de la
Guardia Civil, se sabe que uno de los últimos fallecidos localizados ha
sido un varón y que ha sido encontrado en una zona próxima al
torrente.
Inundaciones
en Mallorca: últimas noticias en directo
La sexta víctima aún no ha sido
identificada. La quinta había sido encontrada a primera hora de esta mañana
en S'Illot, en el municipio de Son Servera. Otros cuatro
fallecidos fueron localizados en Sant Llorenç, el municipio más
afectado por las lluvias torrenciales en la isla. Además, se busca al menos a
una veintena de personas que fueron vistas en situaciones de peligro por el
desbordamiento de los torrentes.
Las víctimas mortales ya identificadas
son Rafel Gili, exalcalde de Artà, dos turistas británicos que viajaban en
taxi, una mujer que fue localizada sin vida por efectivos de la Guardia
Civil en su vivienda de San Llorenç, y otra persona de edad avanzada y
movilidad reducida que fue hallada en el sótano de su domicilio.
Riada
en Sant Llorenç
Un total de 300 profesionales de
distintos servicios de emergencias buscan a las personas que permanecen
desaparecidas tras la riada que ayer asoló la localidad mallorquina de Sant
Llorenç (de 8.000 habitantes), aunque podrían ser más, ha informado hoy el
Govern balear.
También trabajan
en el rescate de las personas atrapadas en sus casas por las fuertes
lluvias que cayeron anoche en Sant Llorenç, con hasta 220 litros de agua por
metro cuadrado, y en otras localidades del este de la isla.
Según ha confirmado la Conselleria de
Hacienda y Administraciones Públicas, responsable del centro de coordinación de
emergencias 112, testigos oculares han informado de la desaparición de
estas personas, aunque el número de vecinos de quienes no se tiene noticia
podría ser mayor.
Pedro
Sánchez se desplaza
El presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, que viajará este miércoles a la isla, ha expresado a través de
Twitter su "solidaridad y apoyo a las familias y amigos de las víctimas
mortales, y a todos los afectados por estas trágicas inundaciones".
Según ha informado el Palacio de la
Moncloa, los ministerios de Interior y Política Territorial y el Govern de las
Islas Baleares elevarán mañana un informe al Consejo de Ministros para evaluar
el alcance de las pérdidas humanas y materiales y tomar las medidas urgentes
necesarias ante los "terribles daños" sufridos en la isla.
Desbordamiento
del torrente de Sant Llorenç des Cardassar
La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha
desplazado hasta la isla un centenar de efectivos, ocho vehículos, una
embarcación, tres helicópteros y tres perros de rastreo para sumarse a las
labores de auxilio a los afectados por el desbordamiento del torrente
de Sant Llorenç des Cardassar. En las últimas horas han caído en
este municipio 220 litros de agua por metro cuadrado.
En torno a un centenar de personas han
pasado la noche en un polideportivo de Manacor habilitado
junto a otros espacios públicos para acoger a quienes no pueden llegar a sus
casas o han tenido que abandonarlas a causa de las inundaciones o daños
sufridos por las correntadas.
Clases
suspendidas y carreteras cortadas
El Servicio de Emergencias del 112
pide a todos los vecinos que permanezcan en sus casas y que
ningún alumno vaya a clase en los colegios de los municipios
de Sant Llorenç, la Colonia de Sant Pere, Artà y Son Servera.
A consecuencia de las inundaciones se
han cortado 10 carreteras y se han suspendido las clases de los municipios de Artà, Sant Llorenç des
Cardassar y Son Servera.
Esta destrucción material de riqueza ya creada y vidas humanas, así como las
guerras en mayor escala, no hacen más que prolongar la existencia del sistema
capitalista capitalismo. Se demostró así, que las guerras al destruir vidas
humanas y riqueza ya creada, no sólo son un pingüe negocio para usufructo de
fabricantes y traficantes de armas, sino que al mismo tiempo permiten así prolongar
la subsistencia del sistema capitalista, logrando hacerle retroceder hacia
etapas anteriores de su desarrollo económico y social ya superadas. O sea que,
para todos estos degenerados de la especie humana, —como lo fue antes para los
primitivos e ingenuos filósofos estoicos y luego para para el más interesado
sujeto llamado Federico Nietzsche
—precursor inconsciente e involuntario del fascismo—, el futuro de la humanidad
está en seguir haciendo girar la llamada “rueda de la
fortuna”, que concretamente consiste en utilizar medios bélicos
para garantizarle a los pocos “listillos” que medran con tal filosofía de la
vida, “el eterno retorno de lo
mismo”.
Y el caso es que, en torno a
semejantes infames y criminales patrañas sangrientas, han venido estando comprometidos
los grandes burgueses en contubernio con los políticos profesionales a cargo de
los distintos Estados nacionales, que manejan el cotarro
de este sistema de vida en cualquier sitio, como quien dice “todos a una”.
Seguidos oportunistamente por los advenedizos intelectuales orgánicos del sistema —debidamente instruidos
en sus aparatos ideológicos del Estado en sus respectivos países, para los
fines de “educarles” convenientemente, desde los maestros de escuela primaria
hasta los profesores universitarios. Son éstos quienes a su vez se ocupan
sumisamente por la cuenta que les trae, de instruir en el llamado pensamiento único burgués a los
futuros jóvenes políticos profesionales a cargo de las instituciones estatales
—como es del caso hoy en España de los noveles
dirigentes políticos en la no menos reciente formación política “Podemos”—, así como de los periodistas especializados en diversos aspectos
de la vida social y demás profesionales anunciantes, empleados por los medios
de comunicación de masas.
Todos
ellos sabedores conscientes y disciplinados, de que para vivir bien
—como así lo desean y para tal fin se han dejado manipular—, deben ajustar su
pensamiento y acción consecuente a ese férreo
adoctrinamiento. Porque de lo contrario y como dijera el inefable “sociata” español, Alfonso Guerra González:
“el que se mueve de ahí no sale en la foto”. Un riguroso sometimiento
político-estratégico de las conductas políticas individuales, a las que
oficialmente se les atribuye el falso concepto de “libertad”. Del mismo modo
que a la dictadura permanente del
capital se le ha venido confundiendo, no menos falsa, forzada y
pragmáticamente, con la noción de “democracia representativa”:
<<El
conjunto de las relaciones de producción forma la estructura económica de la
sociedad [capitalista],
la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a
la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política
y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su
ser, sino, por el contrario, el ser social [en su vida existencial] es lo que determina su conciencia. Es esta
una tesis tan sencilla, que por fuerza debería ser la evidencia misma para todo
el que no se hallase empantanado en las filfas idealistas.
Pero esto no sólo implica consecuencias altamente revolucionarias para la
teoría, sino también para la práctica: En cierta fase de su desarrollo, las
fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes, o bien, lo que no es más que la expresión
jurídica de éstas, con las relaciones de propiedad en el seno de las
cuales se han desenvuelto hasta entonces. De formas de desarrollo de las
fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre
así una época de revolución social. A1 cambiar la base económica, se
transforma más o menos rápidamente toda la superestructura inmensa... Las
relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso
social de producción, antagónica no en el sentido de un antagonismo individual,
sino de un antagonismo que emana de las condiciones sociales de vida de los
individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de
la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para
resolver dicho antagonismo" 1.
Por tanto, si seguimos desarrollando nuestra tesis materialista y la aplicamos
a los tiempos actuales, se abre inmediatamente ante nosotros la perspectiva de
una poderosa revolución, la revolución más poderosa de todos los tiempos>>
(K. Marx. Versión digitalizada: “Contribución
a la crítica de la economía política” ver
fin de pág. 7 y 8. Lo entre corchetes y el subrayado nuestros).
El Conjunto de las
condiciones materiales de producción en una determinada formación socioeconómica —como es el caso bajo el capitalismo de los
instrumentos en manos del trabajo
humano dependiente de sus
respectivos patronos, propietarios privados de tales instrumentos,
son
los elementos básicos integrantes de las llamadas fuerzas productivas en cada etapa histórica del desarrollo
social de la humanidad, diferenciándose una de otra por el progreso material y
técnico —cuantitativo y cualitativo— alcanzado por sus respectivas fuerzas
productivas, es decir, que cada base material y técnica operada por las
sucesivas formaciones socio-económicas, se diferenciaron de las anteriores por
tales desarrollos evolutivos en su
base material y técnica de carácter revolucionario verificado en la producción.
Cada uno de los cuales ha permitido a la sociedad humana avanzar en su
desarrollo y cuyo primer salto cualitativo de la humanidad tuvo lugar durante la
etapa del llamado comunismo primitivo,
en el que todos los seres humanos eran iguales en posición económico-política y
riqueza. Un estado en el que nadie era
explotador ni explotado. Y en el que la autosuficiencia, la comunidad de bienes
y la ayuda mutua eran característicos, hunde sus raíces en la Antigüedad
clásica. Tanto la literatura griega (Platón, los estoicos), como la latina (Ovidio,
Virgilio, Luciano, Séneca, etc.) se han hecho eco a menudo de las maravillas de
las que gozaron los hombres en aquella edad de oro.
Desde aquél entonces hasta estos
momentos —habiendo superado el esclavismo y el feudalismo—, la sociedad actual como
sistema de vida social del
enfrentamiento entre burgueses y proletarios, erigido sobre una base material determinada
por
la combinación entre la propiedad
privada de los medios de producción
y
el dinero bancario, ha sido esta una transición insostenible
del sistema capitalista que ya va en dirección a la pérdida definitiva de su
razón de ser y la debacle definitiva de su existencia.
Sin la propiedad privada sobre los medios
de producción y de cambio, ipso facto la explotación de trabajo ajeno que dio
pábulo a la histórica y creciente desigualdad capitalista en la distribución de
la riqueza, a las guerras de rapiña entre países y a la corrupción política
institucionalizada de empresarios y políticos profesionales en cada país, toda
esa basura histórica pierde sustento y tiende a desaparecer para siempre. Del
mismo modo que, en su momento, la propiedad de unos seres humanos sobre otros
bajo la forma del “ius utendi et ius abutendi” (uso y abuso) de los amos sobre
sus semejantes esclavizados reducidos a la condición de cosas para usufructo
absoluto discrecional de los esclavistas, Un bárbaro atributo que desapareció
con la lucha de los esclavos por su emancipación dando paso a la Edad Media
feudal. En este sentido, es significativo señalar hasta dónde ha calado el
concepto de propiedad privada en no pocos intelectuales orgánicos de la
burguesía. Como si fuera algo consustancial al género humano. Por ejemplo: los
autores de “El Conflicto en el Congo” —conocido como “La segunda guerra del
Congo” entre 1998 y 2003—, atribuyen su primera causa eficiente “más profunda”
no al concepto social de propiedad privada —sin el cual esa guerra hubiera sido
imposible— sino a la cosa u objeto sobre el que distintos propietarios privados
se disputan esa propiedad:
<<Las
causas profundas de las guerras en el Congo desde el año 1996 son: 1. La
riqueza en recursos naturales: minerales, especialmente coltán, oro, uranio y
diamantes y grandes reservas de madera y de agua. 2. Los problemas étnicos,
cuyo punto álgido fue el genocidio en Ruanda de unas 800.000 personas, miembros
de la etnia minoritaria tutsi y políticos moderados de la etnia hutu en el año
1994, provocado por el Gobierno ruandés extremista hutu>>.
(https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3116444.pd. (Ver Pp. 22.
Subrayado nuestro).
Y dado que toda esa basura histórica
de la propiedad privada en la sociedad civil, sigue íntimamente vinculada con
la democracia representativa en las instituciones políticas estatales
pseudo-democráticas del capitalismo, desde allí será imposible acabar con esa
rémora totalitaria. Lo único que —de seguir prolongándose— podrá ocasionar ese
vínculo, es la desaparición para siempre de todo rastro de vida humana en este
Planeta. En su obra que publicó en agosto de 1917 titulada. “El Estado y la
Revolución”, Lenin siguiendo a Marx y Engels distinguió entre el parlamento
burgués y el parlamento revolucionario socialista diciendo que:
<<Decidir
una vez cada cierto número de años qué miembros de la clase dominante han de
representar y aplastar al pueblo en el Parlamento: he aquí la verdadera esencia
del parlamentarismo burgués, no sólo en las monarquías constitucionales
parlamentarias, sino en las repúblicas más democráticas. Pero si planteamos la
cuestión del Estado, si enfocamos el parlamentarismo como una de las
instituciones del Estado, desde el punto de vista de las tareas del
proletariado en este terreno, ¿dónde está, entonces, la salida del parlamentarismo?
¿Cómo es posible prescindir de él?
Hay que decir una y otra vez que las
enseñanzas de Marx, basadas en la experiencia de la Comuna [de París]
están tan olvidadas, que para el “socialdemócrata moderno” (léase: para los
actuales traidores al socialismo) es sencillamente incomprensible otra crítica
del parlamentarismo que no sea la anarquista o la reaccionaria>>. (V. I.
Lenin Op. Cit. Versión digitalizada Pp. 28)
<<Pero todo el quid del asunto está, precisamente, en que esta
"especie de parlamento" no será un parlamento en el sentido de las
instituciones parlamentarias burguesas. Todo el quid del asunto está en que
esta "especie de parlamento" no se limitará a "establecer el
régimen de trabajo y a fiscalizar la administración del aparato
burocrático", como se figura Kautsky, cuyo pensamiento no se sale del
marco del parlamentarismo burgués. En la sociedad socialista, esta
"especie de parlamento" de diputados obreros tendrá como misión,
naturalmente, "establecer el régimen de trabajo y fiscalizar la
administración" del "aparato", pero este aparato no será un
aparato "burocrático". Los obreros, después de conquistar el Poder
político, destruirán el viejo aparato burocrático, lo desmontarán hasta en sus
cimientos, no dejarán de él piedra sobre piedra, lo sustituirán por otro nuevo,
formado por los mismos obreros y empleados, contra cuya transformación en
burócratas serán tomadas inmediatamente las medidas analizadas con todo detalle
por Marx y Engels: 1) No sólo elegibilidad, sino amovilidad
en todo momento. 2) Sueldo no superior al salario de un obrero; 3) se pasará
inmediatamente a que todos desempeñen funciones de control y de inspección, a
que todos sean "burócratas" durante algún tiempo, para que, de este
modo, nadie pueda convertirse en burócrata.
Kautsky
no se paró, en absoluto, a meditar las palabras de Marx: "la Comuna [de
París] era, no una corporación parlamentaria, sino una corporación de trabajo,
que dictaba leyes y al mismo tiempo las ejecutaba". Kautsky no comprendió,
en absoluto, la diferencia entre el parlamentarismo burgués, que asocia la
democracia (no para el pueblo) con el burocratismo (contra el pueblo), y el
democratismo proletario, que toma inmediatamente medidas para cortar de raíz el
burocratismo y que estará en condiciones de llevar estas medidas hasta el
final, hasta la completa destrucción del burocratismo, hasta la implantación
completa de la democracia para el pueblo. Kautsky revela aquí la misma
"veneración supersticiosa" hacia el Estado [burgués], la misma
"fe supersticiosa" en el burocratismo>>. (Ibid
Pp. 68. El subrayado y lo entre corchetes nuestro).
Pero lo que Lenin además quiso
significar implícitamente en este pasaje de su obra, es que desde dentro de las
instituciones políticas del capitalismo —ejecutivas, legislativas y judiciales—
es imposible siquiera reformar nada de la realidad actual tal como proponen los
reformistas de la izquierda burguesa distinta de la existente, o sea, que
favorezca a los explotados y al mismo tiempo impida la más irrisoria merma en
la ganancia obtenida por los explotadores. ¡Esto es de imposible sostenimiento
en el tiempo! Una imposibilidad que el sistema capitalista ha venido
determinando, desde que se apoderó de la sociedad humana una vez que superó
históricamente al feudalismo, para convertir a la burguesía en la clase
sustituta dominante. Una clase que tan objetivamente como nació en su momento,
hoy día por la misma causa objetiva está llegando al final de su recorrido
histórico. Pero que no desaparecerá como tal mientras los explotados sigamos
sin comprender la necesidad, cada vez más imperiosa, de cumplir con el deber de
hacernos cargo de un futuro sin explotadores ni explotados. Un deber ser que la
misma historia del género humano ahora mismo nos está reclamando.
Más aún, cuando la competencia
intercapitalista derivada de la propiedad privada sobre los medios de
producción, aumentó sucesivamente la productividad del trabajo sustituyendo
fuerza humana por máquinas, hasta el extremo de que hoy, la robotización
técnica es una realidad que amenaza con dejar sin trabajo a la mayoría de
asalariados en el mundo. Pero que sin duda el llamado desempleo tecnológico
también amenaza mortalmente a la burguesía como clase, dado que las máquinas no
generan ganancia porque jamás han hecho nunca ni pueden hacer otra cosa, que
limitarse a trasladar su valor económico a los productos fabricados con ellas y
que, según van desgastándose por el uso en cada proceso productivo, acaban
desvalorizándose y registran esa pérdida contablemente como amortización.
Ciertamente, la industria de la
robótica exige y genera directamente nuevos puestos de trabajo altamente
cualificados relacionados con su diseño, fabricación, operación y mantenimiento
de estos equipos. Pero no es menos cierto, por el contrario, que para lograr
una mayor productividad no pocas industrias requieren unos niveles de precisión
y calidad en sus productos, que no son factibles sin el uso de robots, como es
el caso en la electrónica con la fabricación de piezas en ordenadores y
teléfonos móviles, o en las energías renovables como la solar necesitada de células
fotovoltaicas, O sea, que lo
previsto y demostrado matemáticamente por Marx en 1857-58, en cuanto a que la
creciente productividad inducida por la competencia intercapitalista, requiere
por lo general sustituir cada vez más trabajo vivo explotado por instrumentos
técnicos más y más eficaces, ya son hechos tangibles verificados. Teniendo en
cuenta que, para ello, el costo de la sustitución no debe ser mayor que el de
los salarios sustituidos.
Y en cuanto a las necesarias
consecuencias sociales y políticas objetivamente deletéreas del sistema
—derivadas de la propiedad privada y consecuente competencia intercapitalista
que induce al desarrollo de las fuerzas productivas— sus resultados económicos
y políticos al revés de lo que sucede en la industria, no podrán ser producto
de ningún automatismo. O sea que el capitalismo no podrá ser superado
exclusivamente por el propio peso de sus contradicciones económicas sino que,
para ello, tales contradicciones deberán ser políticamente resueltas por las
mayorías sociales explotadas, por la única clase social llamada a dirigir el
futuro de la humanidad: los asalariados. Y lo harán necesariamente a instancias
de un proceso previo de marchas y contramarchas que acaben finalmente con el
capitalismo, alumbrando una sociedad sin explotadores ni explotados:
< <... las revoluciones
proletarias, como las del siglo XIX, se critican constantemente a sí mismas, se
interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía
terminado, para comenzarlo de nuevo desde el principio, se burlan concienzuda y
cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de los
primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque
de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a
ellas, retroceden constantemente aterradas ante la ilimitada inmensidad de sus
propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y
las circunstancias mismas gritan: demuestra lo que eres capaz de hacer> >
(K.
Marx: "El 18 Brumarío de Luis
Bonaparte" Cap. I).
En el curso de este proceso, mucha
tinta y saliva se ha venido gastando en torno al concepto de la palabra
“corrupción”, entendida como el mal uso y abuso de la representatividad
político-institucional delictiva consciente, para los fines del mutuo enriquecimiento
personal de los representantes del Estado y los empresarios, actuando en
secreto contubernio delictivo que, inevitablemente, ha venido contribuyendo a
la cada vez más escandalosa distribución desigual de la riqueza en esta
sociedad. Un cohecho consustancial a la puta democracia representativa que, a
menudo y con la misma fatalidad, desembocó en las dictaduras más genocidas,
corruptas y despóticas concebibles. Tal como en su momento así definiera a esta
especie de alternancia “representativa” entre bribones, el historiador y
político inglés católico-liberal Lord Acton
con estas palabras:
<<El poder político (individual
en las democracias representativas) corrompe, y el poder político absoluto (de
las dictaduras) corrompe absolutamente” (Lo entre paréntesis
nuestro).
Y para poder alcanzar alternativamente
cualquiera de las dos metas posibles en esa carrera, la condición necesaria es
decidirse a participar en ella, ya sea como sujeto elector o como electo. De
ahí que por deformación profesional, el célebre criminalista Cesare Lombroso no
viera en cada individuo “más que a un ladrón, a un criminal, a un asesino en
potencia”. Es la misma deformación profesional con que, a priori, tiende juzgar
su entorno cualquier juez o policía, lo cual explica que semejante desconfianza
deba tener su hipócrita contrapartida “moderadora” en el principio jurídico de
la “presunción de inocencia”. Pero que sin embargo no deja por eso de
prevalecer la tendencia a la mutua sospecha generalizada, de que todos somos
proclives a degenerar moralmente delinquiendo, cuyo principio activo es falso
que se le atribuya a los individuos, porque la verdad es que anida en el
fracaso de esta sociedad típica del engaño y el pillaje mutuo, lo cual
imposibilita crear las condiciones materiales y sociales que dejen sin sentido,
“la ocasión que hace al ladrón”.
Así las cosas tal como han sido
previstas por Marx y verificadas por los acontecimientos pretéritos, una vez
más la tendencia política favorable a las contramarchas en los procesos
históricos de la lucha por el poder entre las dos clases universales
antagónicas e irreconciliables, ha estado sin excepción e invariablemente
corriendo a cargo de los reformistas contumaces, medrando en las instituciones
políticas del sistema como siempre, a medio camino entre la revolución y la
contrarrevolución. O sea que, contradictoria y utópicamente, quieren el
capitalismo pero no sus nocivas y fatales consecuencias sistémicas. Por tanto,
tal como se han comportado siempre y con el mismo empeño tenaz, oportunista y
rastrero, los reformistas de la llamada “izquierda” burguesa, siguen rechazando
cobardemente comprometerse con la imprescindible y cada vez más urgente
respuesta revolucionaria. Pero tampoco dejan de aparentar que defienden a “la
gente” del más bajo escalafón, a los “explotados”. Como decía Marx:
<<El PEQUEÑOBURGUÉS, en una
sociedad avanzada y, como consecuencia necesaria de su posición social
(intermedia), por una parte se hace socialista y, por otra, economista; es
decir, está deslumbrado por las magnificencias de la alta burguesía y simpatiza
con los dolores del pueblo. Es al propio tiempo burgués y pueblo. Se jacta en
el fuero interno de su conciencia, de ser imparcial, de haber encontrado el
justo equilibrio (…) Semejante pequeñoburgués diviniza la CONTRADICCIÓN, puesto
que la contradicción es el núcleo de su ser. Él no es sino la contradicción
social en acción. Él debe justificar en la teoría lo que es en la
práctica>>. (K. Marx: “Carta a Annenkov” 28/12/1846. Lo entre paréntesis
nuestro).
Pero resulta que estos últimos días,
los representantes de la pequeñoburguesía en las formaciones políticas
socialdemócratas de “Podemos” y el PSOE, parecen haber traicionado a ese “justo
equilibrio” en favor de los más desfavorecidos, decidiendo apoyar a la más
rancia aristocracia obrera que representan los 6.156 estibadores portuarios
españoles, cada uno de los cuales han venido gozando el privilegiado régimen
salarial promedio de origen franquista, que hoy asciende a los 70.000 Euros
anuales (5.833 Euros mensuales). Con el agravante de que, 14 días antes de la
votación en el Parlamento acerca de este asunto, la opinión pública española
pudo saber que:
<<La reforma (de aquél régimen
laboral franquista) viene impuesta por mandato europeo, que considera el
sistema de estiba español contrario a la normativa comunitaria y, por ello,
puede imponer a España una sanción de al menos 21 millones de euros. No
obstante, el Ministerio de Fomento considera que la reforma permitirá mejorar
la competitividad de un sector fundamental para la economía. Los puertos
canalizan el 86% de las importaciones y el 60% de las exportaciones del país.
(http://www.libremercado.com/2017-02-03/fomento-rompe-el-monopolio-de-los-estibadores-de-los-puertos-1276591986/.
Lo entre paréntesis y el subrayado nuestros).
Sin embargo y para simpatizar con esta
irrisoria y privilegiada parte de la ciudadanía española subalterna
—naturalmente en perjuicio del resto—, el pasado día 16 del corriente mes de
marzo, esas dos formaciones políticas socialdemócratas sumaron juntas 175 votos
en el Congreso de los diputados, contra 142 del derechista “Partido Popular” a
cargo del gobierno que, de tal modo, no logró modificar a la baja ese
tradicional régimen salarial.
Tal es la utópica catadura intelectual
y moral de los sujetos que integran la casta social intermedia entre
capitalistas y asalariados en la etapa del capitalismo postrero. Como si la
propiedad privada sobre los medios de producción y de cambio a instancias de la
competencia intercapitalista, a la vez que desarrollara las fuerzas productivas
que permitieran la coexistencia permanente del gran capital centralizado cada
vez más en pocas manos, sin perjuicio para el sostenimiento de la pequeña y
mediana empresa, al mismo tiempo garantizara la expansión sin límites de la
producción, con capacidad para mantener el pleno empleo y la remuneración de
los asalariados al alza. Pero lo cierto es que el resultado histórico del
desarrollo de las fuerzas productivas bajo el capitalismo en cualquier país,
nada tiene que ver con esta superchería subjetiva “ad hoc” de los reformistas
pequeñoburgueses sino bien al contrario. Y en efecto:
<<Un desarrollo de las fuerzas
productivas (en cualquier país) que redujese el número absoluto de los obreros
(tal como se ha podido verificar matemáticamente), es decir que de hecho
capacitase a la nación entera para llevar a cabo su producción global en un
lapso (de tiempo) cada vez más reducido, provocaría (a la postre) una
revolución, pues dejaría fuera de circulación a la mayor parte de la población.
En esto se manifiesta una vez más la limitación específica de la producción
capitalista, y el hecho de que la misma no es en modo alguno una forma absoluta
(eterna) para el desarrollo de las fuerzas productivas y para la generación de
riqueza sino que, por el contrario, llegado a cierto punto (el sistema) entra
en colisión (objetiva, es decir, sin que nadie pueda evitarlo) con ese
desarrollo. Esta colisión se manifiesta parcialmente en crisis periódicas, que
surgen del hecho de tornarse superflua ora esta parte de la población obrera
(disponible), ora aquella en su antiguo modo de ocupación. La limitación de la
producción capitalista es el tiempo excedentario de los obreros (desplazados
por medios materiales de producción sucesivamente más y más eficaces). El
tiempo excedentario absoluto que gana la sociedad, (a la burguesía) no le
incumbe en modo alguno. El desarrollo de la fuerza productiva sólo es
importante para ella, en la medida en que incrementa el tiempo de plustrabajo
(creador de plusvalor o ganancia producida por) la clase obrera (en detrimento
de su salario), y no en la medida en que reduce en general el tiempo de trabajo
para la producción material; de esta manera, (el capitalismo) se mueve en una
antítesis (o sea en su contra, en contra de la realización de sus propios
intereses)>>. (K. Marx: “El Capital”
Ed. Siglo XXI/1976. Vol. VI. Cap. XV. Aptdo. II. “Conflicto entre expansión de
la producción y valorización”. Lo entre paréntesis nuestro).
Los reformistas pequeñoburgueses que
han venido insistiendo en su “equivocación” interesada de concebir al
capitalismo como eterno y perfectible, inducidos por las formas aparentes de la
realidad han aprendido a reafirmarse, sosteniendo a la burguesía que les
mantiene, así es como proceden todos los intelectuales apologetas teóricos del
sistema. Estos defensores interesados del capitalismo —que abundan entre el
"periodismo especializado" y cuyo mayor contacto mantienen con
"los ciudadanos de a pie"—, cuando hablan o escriben por ejemplo
acerca del "salario relativo", sólo suelen referirse a ésta categoría
económica como la variabilidad que experimentan a lo largo del tiempo en
función de su poder adquisitivo determinado por la productividad del trabajo.
Pero en realidad esto no es más que el salario real. Real, porque la expresión
monetaria del salario o salario nominal, puede ser la misma, pero su poder
adquisitivo cambiar a la baja con el tiempo. Esta forma equívoca de hablar por
parte de quienes están al servicio del sistema, obedece no precisamente a la
casualidad sino al hecho de que tienen prohibido comparar al salario con el
plusvalor, como debiera hacerse procediendo científicamente. Y no lo hacen
porque semejante comportamiento con arreglo a la verdad, sería como
"hablar de la soga en casa del ahorcado". Y es que procediendo científicamente,
diciendo la verdad que se puede comprender simplemente comprobando cómo el
creciente desarrollo tecnológico incorporado a los medios materiales de
producción, convierte partes alícuotas sucesivas de salario en plusvalor o
ganancia, pues que quienes así procedieran no podrían sinceramente sino
condenar al sistema capitalista. Por la sencilla razón de que el concepto de
"salario relativo" —no como los apologetas del capitalismo se afanan
en concebirlo y darlo a entender— pone de manifiesto el carácter explotador de
la relación entre capitalistas y obreros, es decir, describe explícita y
exactamente lo que los patronos pagan al asalariado a cambio de su trabajo,
ocultando deliberadamente lo que cada explotado produce y su explotador se
apropia. Esto explica por qué Rosa Luxemburgo entendió la lucha por el
"salario relativo" —relativo al plusvalor— como el "asalto
subversivo del trabajador explotado al carácter mercantil explotador de la
fuerza de trabajo", que no por casualidad hace a la creciente distribución
desigual de la riqueza en perjuicio del asalariado.
Al redactar un texto o pronunciar un
discurso acerca de determinados temas u objetos del conocimiento, como es el
caso de la economía política, las expresiones que denotan conceptos deben ser
unívocas y omnicontextuales, es decir, no equívocas o de distinto significado
según la eventual y oportuna conveniencia personal de quien manifiesta su
pensamiento, ajustado no precisamente a la verdad sino a su interés, ya sea
individual o colectivo. Por tanto, cuando se habla de la corrupción que se
atribuye a la relación delictiva hasta cierto punto encubierta entre
empresarios y políticos profesionales institucionalizados, hay que comenzar por
comprender que el origen y difusión de toda esa podredumbre moral en la
sociedad, radica en la noción individualista y pragmática de propiedad privada
—que los padres inculcan a sus hijos más con el ejemplo que con las palabras en
cada familia—, reafirmada por las falsedades conceptuales que imparten los
aparatos ideológicos del sistema capitalista, desde la escuela primaria hasta
las universidades pasando por la enseñanza secundaria, donde se inculca que la
propiedad privada en general es la principal virtud en cualquier ámbito de una
sociedad que se precie.
En definitiva, que la corrupción es el
más genuino engendro del sistema capitalista. Incluyendo al aparato estatal de
la “justicia” que lo encubre y justifica, para poder ensañarse
incomprensiblemente con algunos individuos que se dejan corromper, dejando intacta
la ocasión que hace al ladrón. O sea, que la sociedad burguesa hizo su
aparición en la historia, tal como el paraíso terrenal según la concepción
cristiano-católica de la vida humana en el Planeta Tierra, donde Dios concibió
una forma de comportamiento proclive al pecado y, seguidamente, creó a los
primeros pecadores con la finalidad puramente sádica y vengativa de proceder a
condenarlos “in saecula saeculorum”. Un absurdo existencial en toda regla.
Democracia y libertad. He aquí las dos
máximas cualidades de la convivencia humana que la burguesía triunfante desde
la Revolución Francesa hasta hoy ha venido consagrando de palabra. Nada que ver
con la democracia entendida como el máximo ejercicio de la libertad colectiva
que Abraham Lincoln Hanks soñó, concibió y preconizó en EE.UU., desde que la
definió durante su discurso pronunciado en Gettysburg el 19 de noviembre de
1863 con estas palabras: “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el
pueblo”. O sea: la democracia directa. Y que por aspirar al cumplimiento de esa
causa fue asesinado el 14 de abril de 1865. Menuda democracia es la
representativa que permite a los CEO de las más poderosas empresas privadas
multinacionales, visitar discrecionalmente los muy bien alfombrados y amoblados
despachos ministeriales en los distintos Estados nacionales, para practicar
impunemente cohecho con los altos cargos políticos institucionales en beneficio
mutuo. Desde entonces y aun cuando en no pocos países se haya deliberadamente
omitido definir la democracia representativa, así expresamente reza el Artículo
22 de la carta magna constitucional Argentina: “El pueblo no delibera ni
gobierna sino por medio de sus representantes”. Es decir, que los ciudadanos de
a pie sólo pueden por ley, abstenerse de participar en los comicios o, en su
defecto, elegir en esas ceremonias periódicas, jerárquicas y falsarias, a
quienes les gobiernen. En cualquier caso “hecha la ley hecha la trampa”, dado
que los candidatos a gobernar sea cual fuere su filiación política, una vez
elegidos para ejercer su mandato no están obligados a cumplir sus promesas
electorales. Ergo: que bajo el capitalismo no hay democracia ni libertad humana
colectiva que valga para nadie. Ni siquiera para los grandes empresarios y
políticos institucionalizados, porque todos ellos son obligados a comportarse
con arreglo a la ley objetiva del valor económico bajo este sistema de vida,
que no depende de la voluntad de nadie aunque a ellos exclusivamente les haga
sentirse bien. ¿Quién puede a la luz de los reiterados hechos manifiestos
demostrar fehacientemente lo contrario? ¡Nadie!
Y si esto resulta ser tan cierto como
que la verdad es el conocimiento de la necesidad, las mayorías sociales debemos
no vencer sino convencer a las minorías capitalistas, insistiendo una y otra
vez con la palabra y con los hechos, en manifestar la certeza de que las
relaciones sociales no deben seguir siendo lo que han venido aparentando ser, o
sea ocultando lo que todavía son en realidad: relaciones entre desiguales. No se trata, pues, de que todos
seamos formalmente iguales ante unas leyes que hunden sus raíces en la
creciente desigualdad real objetivamente inducida. ¿Qué otra cosa es si no, el
contrato de trabajo entre patronos y obreros, contrastado con el trabajo
desplegado en cada jornada de labor?: Porque en el contrato de trabajo, el
asalariado vende su capacidad de
trabajar a cambio de un salario, que le permita comprar lo necesario
para reponerla, cuyo costo ha venido siendo siempre inferior al valor que crea trabajando durante la jornada entera para
su respectivo patrón. Porque:
<<…El trabajo pretérito
contenido en la capacidad (o fuerza potencial) de trabajo, y el trabajo vivo que ésta
pueda ejecutar: sus costos diarios de mantenimiento y su rendimiento, son
dos magnitudes completamente diferentes. La primera determina su valor de
cambio [equivalente al salario contratado], la otra conforma su valor de uso [utilizado por el patrón sin
compensación alguna durante cada jornada de labor]. El hecho de que sea necesaria media jornada laboral para mantenerlo
vivo durante 24 horas, en modo alguno impide al obrero trabajar durante una
jornada completa. El valor de la fuerza de trabajo y su valorización en el
proceso laboral son pues, dos magnitudes diferentes (la segunda equivale al
plusvalor o ganancia). El capitalista (en el momento de firmar el contrato de
trabajo), tenía muy presente esa diferencia de valor>>. (K.
Marx: “El Capital” Ed. Siglo
XXI/1976. Libro I Vol. I Cap. V: “Proceso de trabajo y proceso de valorización”.
El subrayado y lo entre paréntesis nuestros. Versión
digitalizada ver Pp. 234).
Ergo, después de más de doscientos
años conviviendo con la sistemática simulación y la mentira, la explotación y
el genocidio, para los fines de que desaparezca toda esta basura histórica
basada en la propiedad privada de los
medios de producción y el dinero bancario, poniendo en consonancia la verdad
y la convivencia en paz e igualdad con la realidad:
1) Expropiación de todas las
grandes y medianas empresas industriales, comerciales y de servicios, sin
compensación alguna.
2) Cierre y desaparición
de la Bolsa de Valores.
3)
Control obrero colectivo permanente y democrático de la
producción y de la contabilidad en todas las empresas,
privadas y públicas, garantizando la transparencia informativa en los medios
de difusión para el pleno y universal conocimiento de la verdad,
en todo momento y en todos los ámbitos de la vida social.
4) El que no está
dispuesto a trabajar en condiciones de hacerlo, no come.
5) De cada cual según
su trabajo y a cada cual según su capacidad.
6) Régimen político de
gobierno basado en la democracia directa, donde los más decisivos
asuntos de Estado se aprueben por mayoría en Asambleas, simultánea y libremente
convocadas por distrito, y los altos cargos de los tres poderes, elegidos según
el método de la representación proporcional, sean revocables en cualquier
momento de la misma forma.
GPM.