“Ecocidio y
esclavitud”: “El cambio climático va a profundizar todas las desigualdades
sociales”
Por: El Desconcierto / Publicado:
10.12.2019
De izquierda a derecha: Ezio
Costa, Christopher O’Connell,
Carolina Rudnick, Anahí Urquiza y José Miguel Lecaros.
Se trata de la primera conferencia
sobre ecocidio y
esclavitud que se realiza en Chile y en ella participaron académicos,
activistas y diversos actores del mundo social latinoamericano y europeo. La
vinculación entre esclavitud moderna, cambio climático, y capitalismo, fue el
tema principal que se trató durante la conferencia, que contó con invitados
desde áreas tan diversas como la biología marina, las leyes, el mundo social, y
el mundo indígena.
A eso
de las 9:30 de este lunes dio inicio la conferencia “Ecocidio y esclavitud:
una conexión ontológica para un cambio de paradigma“, organizada por la Fundación
Libera y patrocinado por el Instituto de Estudios Judiciales y otras
organizaciones colaboradoras.
La
instancia comenzó con la introducción de la directora de Fundación Libera, Carolina
Rudnick, quien abordó el contexto de la conferencia y entregó el marco de
análisis de la jornada. “La conexión entre cambio climático y trata de personas
no es casual. En la base de ambos está el mismo problema de base, que es
una crisis ética anclada en un error de percepción: no entender que somos un
sistema interconectado e interdependiente. Los problemas son sistemáticos y
también las soluciones”, dijo Rudnick al introducir la actividad.
Tras
ella, el investigador irlandés Christopher
O’Connell, expuso sus planteamientos e investigaciones en
materia de cambio climático y esclavitud moderna.
Utilizando
los casos de Perú y Bolivia, el investigador expuso cómo estos dos fenómenos
-esclavitud y cambio climático- están vinculados, según su análisis, en un
círculo vicioso en el que ambos se apoyan en el otro.
El
investigador explicó el concepto de esclavitud moderna, afirmando que “el
control es lo que define las formas contemporáneas de esclavitud, no la
propiedad legal, sino las formas de control. El problema es que la ley solo
mide violencia, pero estas formas van mucho más allá”. En esa línea, para O’Connell un
factor clave para determinar si se está en presencia de esclavitud moderna es
“la libertad de decidir, si una persona puede elegir un empleo u otro, y
aún así elige el peligroso o forzoso, no es esclavitud”. En el caso contrario
entonces, si una persona no puede elegir entre tomar o no un empleo por
diversas razones, estamos en presencia de esclavitud moderna. “Hoy las cadenas
existen más en el cerebro, pero no en la vida real”, sentenció O’Connell.
Christopher O’Connell, investigador de la Dublin City University.
Por último,
el comisionado por la Unión Europea y el Antislavery International para
investigar la conexión de estos fenómenos en Perú y Bolivia, relevó que para él
lo más importante hoy es promover cambios para reemplazar el modelo “extractivista
neocolonialista“. “El modelo de desarrollo es el problema más grande que se
tiene que enfrentar”, sostuvo.
La
segunda en exponer fue la Dra. Anahí Urquiza, académica
investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resilencia de la Universidad
de Chile.
Para Urquiza,
al igual que para el resto de los expositores, “el modelo de la explotación de
los recursos ilimitada está estrechamente vinculado al modelo de la esclavitud
y el trabajo forzado”, lo cual a su vez está directamente relacionado con el
advenimiento del cambio climático.
Sobre
este tema, Urquiza sostuvo que “las proyecciones son mucho peores de lo
que estábamos dispuestos a asumir, sin embargo eso es algo que se está
visibilizando durante este año”. Asimismo, la investigadora de la Universidad
de Chile afirmó que será “la población más vulnerable la que va a
enfrentar los efectos del cambio climático. Los más privilegiados van a
poder comprar las condiciones que les permitan evitar estas consecuencias”.
En esa
línea, la investigadora destacó que “la agricultura campesina, y otros tipos de
vida amigable con el medio ambiente se ven (y se verán) profundamente
afectadas”, lo que generará migraciones campo ciudad, que a su vez “genera
condiciones para la esclavitud moderna“, ya que “el cambio climático va
a profundizar todas las desigualdades que ya tenemos“.
Tras
Urquiza fue el turno de exponer del abogado y académico Ezio Costa,
quien además es Director Ejecutivo de la ONG FIMA.
Para
Costa, “la crisis climática produce un círculo de situaciones en las que se
facilita la esclavitud y el trabajo forzado”.
Por
esto, “para solucionar esta crisis debemos ponerla en otro plano, ya que la
crisis ambiental está provocada por las crisis ética y capitalista“.
En ese
sentido, Costa afirmó que a su juicio “en la medida en que el capitalismo
extractivista deje de funcionar y debamos usar otros sistemas, habrá más
posibilidades de superar la crisis climática y reducir la facilitación de la
esclavitud“.
Sin embargo,
desde la perspectiva del abogado, “lo que hay ahora es un dejo de esperanza,
que viene de la radicalidad de los jóvenes, y de su manera de empujar los
cambios”, porque los que cambios que se requieren son tan profundos, que no
existe hoy una solución real a corto plazo que nos permita visibilizar una
solución a estas problemáticas.
Finalmente,
la primera parte de la conferencia concluyó con las palabras del experto en
trabajo forzado, José Miguel Lecaros, doctor en derecho de la
Universidad de Chile, quien afirmó que desde su punto de vista el problema de
la esclavitud moderna se origina en el “derecho de propiedad” que “prima
sobre otros derechos”.
En esa
línea, Lecaros fue crítico con la idea del contrato, que es percibida como un
seguro para los trabajadores, pero que según él muchas veces funciona como lo
contrario. “El contrato genera la ilusión de que detrás no puede existir la
esclavitud. Yo creo que al contrario, el contrato tiene como efecto ocultar
el trabajo en condiciones de esclavitud“, sostuvo Lecaros.
Una de
estas formas de esclavitud moderna destacada por Lecaros fue la esclavitud
por deuda, que según el investigador “es una de esta formas modernas de
esclavitud y la estructura legal no está preparada para encontrar esta
esclavitud“.
Tras
estas intervenciones y unas cuantas preguntas de la concurrencia, se dio por
terminada la primera parte de la conferencia, para luego de unos minutos,
iniciar la segunda parte: “La Red de Vida: Problemas sistémicos y soluciones
sistémicas“.
En este
panel solo expusieron mujeres, las que se destacaron por la diversidad de sus
enfoques y disciplinas, que en el diálogo confluyeron hacia los temas de la
conferencia.
De izquierda a derecha: Minerva
Gebrán, Carmen Gloria Lagos, Carolina Rudnick, Marcela Ruiz y Javiera Roa.
La
presidenta de la Fundación Puerta Abierta, una entidad dedicada a
trabajar con mujeres con problemas de drogas, Carmen Gloria Lagos,
sostuvo que desde su área ha llegado al “entendimiento de que las
personas sufren vulneraciones y carencias sistémicas, por lo que (en la
Fundación) partimos de la premisa de que no es su culpa”.
En esta
línea, Lagos explicó que en su organización intentan ayudar a las mujeres en
tres ejes: “Espíritu, cuerpo y mente”, en un programa que intenta generar la
“renovación a través del entendimiento” de la problemática.
“Siempre
digo que si a mí me hubiera tocado vivir un vida así, también estaría en la
droga“, sentenció Lagos.
Tras
ella vino el turno de Javiera Roa, directora de la Fundación Fey,
quien lleva 10 años de trabajo con niños vulnerables en distintas iniciativas.
En su
análisis Roa sostuvo que “el capitalismo gesta injusticia socioambiental,
y ese dolor lo sufren los niños y niñas. Sin acoger ese dolor, no hay lugar
para la justicia“.
En la misma
línea de otras expositoras, Roa destacó que “somos nosotras y los niños las que
probablemente paguen más duro los costos de estos procesos”.
Asimismo,
Roa estructuró sus ideas en base a algunas ideas macro, como “descolonizar
el pensamiento, de la idea de desarrollo europea“, referida al progreso
ascendente y lineal, para reemplazarla por ejemplo por la “noción del ciclo“.
En ese
sentido, Roa destacó la necesidad de “pensarnos post antropocéntricamente, o
post andropocéntricamente” porque “el hombre al centro de la construcción
social es parte de la construcción de nuestros problemas”.
Luego
de la intervención de Roa vino la de la bióloga marina Marcela Ruiz,
quien expuso desde la perspectiva científica marina las posibles soluciones a
estas problemáticas.
“Tenemos
que entender que esto es un todo, que todo está conectado y que no hemos
podido entenderlo“, comenzó diciendo Ruiz.
Para la
bióloga “las soluciones existen solo respetando. Mirando y entendiendo la
naturaleza, podremos construirlas para vivir en un planeta más sano. Pero falta
mucha voluntad politica y empresarial para inversión“.
En ese
sentido, Ruiz lamentó que en Chile “cuando les hemos ido a ofrecer la solución
probada y patentada en muchos países, nos preguntan ‘¿y porqué
ustedes (nos traen la solución) y no los europeos, los alemanes?’. Esto, porque
según explicó Ruiz los empresarios en Chile no esperan que las soluciones
vengan de mujeres jóvenes que representen a la ciencia.
Finalmente,
fue el turno de Minerva Gebrán, abogada y Máster Coach ontológica y
referente de esta disciplina en Latinoamérica.
Para
Gebrán, “la manera en que aprendimos lo que aprendimos, dejó afuera parte de
lo que somos como humanidad“, dejando así en posiciones de vulnerabilidad a
“mujeres, niños y naturaleza”.
En ese
sentido, la también directora de la Escuela Asersentido, recurrió a la famosa
máxima de René Descartes (Pienso luego existo), para explicar que “nosotros no
solo pensamos, también percibimos, sentimos, también sentimos energía.
Somos uno con la naturaleza, y el paradigma de que poseemos la naturaleza
está acabado“.
En la
misma línea, Gebrán sostuvo que somos expertos en el “paradigma del método
cartesiano: estamos expertos en separar, pero novatos en integrar”.
A pesar
de esto, para Gebrán “lo que aprendimos nos constituye, pero no nos
determina, ahí está la esperanza“.
“Nosotros
somos el problema y la solución, y el poder de hacer los cambios no está solo
en las manos de los políticos, sino en las nuestras, en nuestros ámbitos
particulares”, concluyó Gebrán.
Tras
este cierre, durante la tarde se llevaron a cabo dos paneles más, denominados
“La Red de Vida: Nuevas narrativas”, y “La Conciencia de Unidad”, donde
participaron el juez del séptimo juzgado de garantía de Santiago, Daniel
Urrutia, y la teóloga feminista del Centro Ecuménico Diego
de Medellín, Doris Muñoz, entre otros.