Convicciones teóricas científicas desmintiendo a
empresarios corruptores y políticos corruptos.
Pensar que en su
relación interesada empresarios privados y políticos públicos negocian,
utilizando sus respectivas funciones para enriquecerse mutuamente, es tan
sospechoso, simplista y equívoco, como pensar tautológicamente
que la causa de la delincuencia es en sí misma el delito. Porque una cosa es el
acto delictivo y otra el previo proceso transformista que a la
postre induce y tiende a la necesidad objetiva y posibilidad
real de cometerlo, es decir, ¡las condiciones! Porque
todo sucede según se den o no determinadas circunstancias y mutuos intereses, que
les inducen a cometer reiteradamente
determinados hechos delictivos. Tanto los objetivos —que
se presentan independientemente de la voluntad de nadie—, como los subjetivos
de carácter consuetudinario típicas de los delincuentes profesionales.
Para delimitar distinguiendo una cosa de la otra, hay que comenzar por
definir la corrupción política, que es el resultado de
operaciones ilegales encubiertas, en las que acuerdan participar, por una
parte, individuos que —según la magnitud de lo que se negocia— detentan altos,
medianos o pequeños cargos públicos en las estructuras políticas de un
Estado nacional y, por otra, sujetos que actúan en su carácter de
pequeños, medianos o grandes empresarios privados en la sociedad civil.
Dicha negociación para fines mutuamente gananciales se lleva a
término en la intimidad de los despachos estatales, donde funcionarios
públicos con ciertas atribuciones acuerdan con determinados
empresarios, para que los primeros les concedan la ejecución de obras públicas
con cargo a los presupuestos estatales —financiados con impuestos que aportan
al Estado en gran parte las mayorías sociales asalariadas— a cambio de cierta
cantidad de dinero que los funcionarios públicos corruptos reciben de los
empresarios, con parte de la cual financian las campañas electorales de sus
respectivos partidos políticos y, la restante bajo la forma de “mordidas” que se las reparten entre ellos para
enriquecerse mutuamente. Al respecto es elocuente que, a quien siendo
Secretario General del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, Francisco
Granados se le confiscara un millón de Euros apropiados que
guardaba en casa de sus suegros.
Marx decía con razón, que semejante delito
entre políticos profesionales y empresarios, tiende a transformar la
función pública en cosa privada cambiando favores por dinero: la coima.
Una tendencia que solo se puede apoderar de políticos profesionales en cargos
públicos estatales y/o empresarios relacionados para fines mutuos gananciales.
Sin olvidar que la corrupción no sólo es consustancial al sistema capitalista
por el uso mercantil que hacen los corruptos para beneficio
privado, sino también por el hecho de que la justicia solo penaliza actos
delictivos individuales, de modo que los corruptos implicados quedan
convertidos en chivos expiatorios de un sistema, cuyas estructuras
jerárquicas institucionales estimulan y posibilitan el
delito al mismo tiempo que lo condenan, reproduciendo engañosamente
así, en la conciencia colectiva, el mito del sujeto público que se corrompe
inducido al delito por el sujeto privado, para que el Estado policial haga
justicia con los “responsables” acusados de no representar como
es debido los "sagrados intereses generales" de la sociedad.
De este modo, la continuidad
de la corrupción política se refuerza y queda garantizada, toda
vez que solo afloran los casos protagonizados por individuos corruptos que son juzgados
para conocimiento de la opinión pública y presunto “saneamiento moral” de las
instituciones, tal como está previsto legalmente, lo cual se articula
perfectamente con la participación de los distintos partidos políticos
burgueses a cargo de los sucesivos gobiernos estatales, mediante esos dos
lubricantes de primera calidad, como es el caso en la liturgia de los comicios
para la renovación de los mandatos durante las elecciones periódicas, en medio
del espectáculo recurrente que se monta para
“escarmiento” de los “corruptos”, poniendo en su lugar a nuevos
candidatos también proclives a corromperse.
Este razonamiento conduce a
concluir, que los políticos no se corrompen por el hecho de trasgredir la
prohibición de comportarse delictivamente, sino por el simple hecho de participar
en las instituciones del Estado burgués, creadas por la propia
burguesía para tales fines delictivos y su correspondiente sanción justiciera.
Del mismo modo que según la liturgia católica vigente, el germen
infeccioso del pecado original cometido por Adán y Eva, no estuvo en sus
espíritus corrompidos como individuos, sino en el mito de las sagradas
escrituras creado previamente por el vengativo y todopoderoso Dios de los
cristianos con el demonio dentro suyo, prohibiéndoles comer del fruto prohibido
a sabiendas de que aquellos pobres infelices acabarían cediendo a la ya
prevista tentación delictiva, y así poder condenarles.
Bajo el capitalismo no es casual que
los únicos sujetos con posibilidad real de
corromperse sean los políticos profesionales y los empresarios,
según el poder político institucional que la “democracia representativa” les
permite ejercer sobre sus respectivos subordinados. Por tanto, es en las
instituciones empresariales y políticas públicas del sistema capitalista, y no
en otro sitio, donde palpita la tentación sobre los candidatos proclives a
delinquir, comerciando con lo ajeno como si fuera suyo, cuya parte corruptora
proviene siempre de la sociedad civil, es decir, del ámbito
empresarial donde solo se intercambian cosas privadas.
Y esto es así, porque la “democracia
representativa” ha convertido las instituciones políticas estatales
públicas, en privadas, lo cual hace realmente posible el negocio de la
corrupción. Las instituciones políticas públicas de todo Estado
nacional en el sistema capitalista, están constantemente atravesadas
por las instituciones económicas privadas de la sociedad civil.
Ambas son partes constitutivas del mismo mecanismo de corrupción. Hasta el
punto de que la cosa pública es el objeto de un negocio
privado previo al acto mismo del intercambio en que se materializa la
delictiva corrupción.
No se debe olvidar, además, que los
modernos burgueses son émulos o imitadores de Hermes —dios mítico del comercio
en la Grecia más antigua, es decir, de la astucia propia de los ladrones
y los mentirosos. Los mismos que hoy, a fuerza de
talonario en la sociedad civil, mueven más dinero que el existente en todos los
tesoros públicos del Mundo. Influenciando a los políticos profesionales
en los distintos Estados nacionales, para poder enriquecerse mutuamente.
Tal como se ha venido demostrando desde la “Toma de la
Bastilla” y se ratifica hoy día en España, por ejemplo, con el
escándalo del “Caso
Bárcenas” del Partido Popular —que infecta a la derecha política
liberal del sistema—, tanto como el caso de los mil millones de Euros
malversados en la Junta de Andalucía, que compromete a su contraparte de la
izquierda en el PSOE.
Ningún marxista consecuente
pudo, puede ni podría jamás ser víctima de la corrupción política.
Porque se niega a participar en las instituciones económicas y
políticas del sistema capitalista corrupto hasta los tuétanos. Teóricamente
convencido, como está, de que junto con el sistema económico
basado en la propiedad privada sobre los medios de producción y de cambio,
es OBJETIVAMENTE NECESARIO también, destruir
sus instituciones políticas hechas para ser corrompidas con fines
delictivos gananciales. La resolución de este problema, que no deja de
ser en última instancia económico, es primordialmente
de carácter teórico. Por eso Marx también sigue vivo en su
aforismo: “La libertad (subjetiva) es el conocimiento de la
necesidad humana (objetiva)”.
Sujetos
como Felipe González
Márquez, quien no por casualidad llegó a ser amigo íntimo del
multimillonario mexicano —porque “dios los cría y ellos se juntan”— renunció a
su puesto de Secretario General del PSOE a raíz de que en mayo de 1979, el
XXVIII Congreso de esa organización rechazara mayoritariamente su propuesta de
abandonar el marxismo. Pero en septiembre se celebró un Congreso Extraordinario
durante cuyas deliberaciones por mayoría de votos, se decidió renunciar a los postulados marxistas y se aceptó el llamado “socialismo democrático representativo” como ideología oficial, Así las cosas,
Felipe González volvió a ser elegido Secretario General y, de tal forma, este
“moderado” transformista político
profesional acabó definitivamente su obra de convertir el alma política de su “amigo” e inconfesable
súbdito, Alfonso Guerra, quien merced a su claudicación
ideológica el 10 de diciembre de 1982, fue premiado, nombrándole para ocupar la
importante plaza política bien remunerada, de vicepresidente del gobierno en
una sociedad donde:
<<Los moderados eran intelectuales
“condensados”, ya naturalmente por la organicidad de sus relaciones con las
clases sociales, de las que constituían la expresión (y en toda una serie de
ellos se realizaba la identidad de representado y representante expresado y
expresivo, o sea una vanguardia real
orgánica de las clases altas, porque ellos mismos pertenecían orgánicamente a esas
clases: eran intelectuales y organizadores políticos, al mismo tiempo que
dirigentes de empresas, grandes propietarios-administradores de fincas,
empresarios comerciales e industriales, etcétera). Dada esta “condensación” o
concentración orgánica [del poder político institucionalizado], los moderados ejercían una poderosa
atracción de forma “espontánea”, sobre toda la masa de intelectuales existentes
en el país en estado “difuso”, “molecular” [personal o individual], por las necesidades aunque sea de forma
elemental satisfechas, de la instrucción pública y la administración [como
parte constitutiva esencial de dicho transformismo]>>. (Antonio. Gramsci:
Op. Cit. Cuaderno 1. Ed. cit. Versión
digitalizada Pp.107. Lo entre corchetes nuestro).
Así, este
poder ideológico transformista
no se limitó a encarnarse políticamente en determinados individuos, sino que
acabó instituyéndose bajo la forma de
un corrupto contubernio, entre representantes empresariales del interés privado en la sociedad civil y representantes políticos del
interés público en las instituciones estatales. Donde el trato de favor de las
empresas hacia determinados altos funcionarios públicos, fue y sigue siendo
correspondido por el trato de favor íntimo y secreto de tales funcionarios
públicos en activo, hacia esas empresas privadas. Un compadreo personal e institucional en toda
regla, entre la sociedad civil capitalista y su correspondiente Estado nacional
en todo el Mundo. Un proceso que durante las fases económicas expansivas de
cada ciclo periódico, por ejemplo, en España, se gestó y desarrolló durante los
últimos quince años del franquismo, prolongándose hasta hoy desde la transición
política a la “democracia”:
<<Érase una vez un país (España),
donde el setenta y siete por ciento de
los ministros eran a su vez empresarios, hasta el punto de que sesenta y cuatro
de esos ministros con cartera, ocuparon —entre 1961 y 1974— un total de 326
puestos en consejos de administración de compañías privadas, y algunos de
ellos, incluso, tenían intereses en empresas sobre la que su decisiones
ministeriales repercutía indirectamente en los dividendos. El mundo empresarial
y el político se entremezclaban, e intercambiaban sus ejecutivos como piezas de
ajedrez que entraban y salían hasta formar en la práctica un todo. Ah la dictadura.
En aquél país organizado a partir de un viejo caciquismo secular, doscientas familias mandaban en el mundo
financiero político y empresarial. Los banqueros y los grandes empresarios
“elegían” ministros que, al ser destituidos, regresaban al banco o a la
empresa, como si hubieran incursionado en la política en comisión de
servicios>>: Mariano
Sánchez Soler: “Negocios privados con dinero público”. El vademécum de la
corrupción política en España”. Ed. Leer-e/2010).
Fue ésta
una situación que se prolongó sine die, dando pábulo a que la política del transformismo antimarxista en la
militancia radicalizada del PSOE, por ejemplo, no hizo más que afianzarse.
Entre 1977 y el Congreso Extraordinario de 1981, la Secretaría de
Administración del PSOE estuvo a cargo de Carmen García
Bloise, una socialdemócrata educada en el exilio y
acostumbrada a contabilidades demasiado domésticas, para un partido que había
obtenido 118 diputados en las primeras elecciones democráticas después del
franquismo…:
<<En mayo de 1979, el XXVIII Congreso del PSOE
supuso un cambio en las necesidades financieras del partido, que ya giraba en
torno a la figura personal de Felipe González e inauguraba lo que muchos han
denominado “el Felipismo”. Allí el mallorquín Emilio Alonso
Sarmiento
fue el encargado de articular un sistema de empresas, un holding que constituyera el soporte
financiero del PSOE. ¿Y quién era realmente este hombre? El periodista Fernando
Barciela López en
su libro: “La otra historia del PSOE” (Emiliano
Escolar Editor. Madrid, 1981), diseñó el
retrato del personaje: “Emilio Alonso es calvo y Mallorquín. Está casado pero
parece que es soltero. Salta a la vista que es un magnate. No importa que se
encuentre de vacaciones o en sus negocios. Salta a la vista que proviene de
cuna empresarial cuando nos encontramos con su alta figura llena de autoridad,
y ese estilo Chicago años treinta, ese traje de rayas, tan parecido a los de Fraga
Iribarne.
Durante años, Emilio Alonso dirigió las empresas de su familia y algunas otras
que su esposa aportó al clan, Fabricas de zapatos que llegaron a tener más de
quinientos obreros; fábricas de curtidos, zapaterías y la más importante
empresa de exportación de calzado en España. Cuando Emilio Alonso empezó a
significarse en la Islas Baleares, en los ambientes ciudadanos de Palma como
dirigente socialista, cambió su trabajo en las empresas por las tareas del
Partido, y dejó los asuntos de negocios en manos de parientes cercanos.
Emilio Alonso era ya secretario general
de la Federación socialista de Las Illes (Islas Baleares), cuando en el transcurso del XXVIII
Congreso Alfonso Guerra, apodado “el Señor de las Listas”, le pidió que se
hiciera cargo de la Secretaría de Administración. El ambiente era tenso y
Felipe González amenazaba con dimitir si el partido no renunciaba al marxismo.
Guerra trataba de evitar la crisis y andaba repartiendo cargos. Nadie quería
hacerse con la Secretaría de Administración y el Vicesecretario se la ofreció a
Félix Pons, un demócrata-cristiano cercano
a Gregorio Peces Barba. “No hombre, yo no soy el más
indicado para ese cargo —le dijo Pons—. Ahí tienes a Emilio Alonso que es
empresario y está acostumbrado a esas cosas de negocios, contabilidades y
dineros. Emilio Alonso dijo sí a Guerra.
“Con vosotros iré donde haga falta”, le aseguró. Meses más tarde, cuando se
reunió el Congreso extraordinario del partido tras la dimisión de González,
Alfonso Guerra se acercó de nuevo al mallorquín y le dijo: “Mira Emilio, antes
nadie quería venir con nosotros porque se sabía que íbamos a perder. Ahora
quieren todos. Pero tú has estado a nuestro lado en el peor momento, así que te
renuevo el ofrecimiento de la Secretaría de Administración. Así lo relata
Barciela: “Con la entrada de Alonso se puso término al reinado de Carmen García
Bloise en
el PSOE sobre los temas de dinero>>. (Op. Cit. Ed.
“Foca-Akal/2003).
Mientras tanto, el tráfico del dinero y
su encubierta conversión de público en privado siguió su curso, y el
contubernio corrupto entre políticos y empresarios les permitió medrar a
expensas de las mayorías sociales. Por ejemplo, lo que ha venido sucediendo en
España últimamente, respecto del desorbitado aumento de precios en el servicio
eléctrico, oculto bajo un intrincado lenguaje técnico de difícil comprensión,
fue acordado por los tres grupos oligopólicos en ese mercado energético,
consentido por los gobiernos que se han venido sucediendo unos a otros. O sea,
los votos que alternativamente vinieron aupando a políticos del PSOE y del PP
hasta la cúspide del poder estatal, sirvieron para que estos oportunistas
políticos hicieran pingües negocios con los empresarios.
Pero las
crisis económicas permiten sacar a la luz pública lo que durante las fases
cíclicas expansivas queda encubierto. Y en la deriva de este proceso cabe
destacar el obligado discurso del más joven, reciente y flamante Secretario
general electo, Pedro Sánchez
Pérez-Castejón, reiterando su prometedora
“democracia radical” durante la campaña en las elecciones primarias del PSOE,
que pasó también por exigir la renuncia de los 110 diputados y 71 senadores del
Partido, al privilegio del “aforamiento
judicial”, pues frente al destape de la corrupción
generalizada declaró que, si era elegido Secretario general, no le iba a “temblar la mano en echar a todos los
corruptos del PSOE”. La lista de los ex políticos socialistas que
tendrían que abandonar ese partido en aquél momento sumaban 21 y son los
siguientes:
<<Con el casi unánime rechazo
ciudadano a las “puertas giratorias” de la política, prometió dejar su cargo en
Gas Natural porque “es muy aburrido“.
Sin embargo, era otro de sus célebres “requiebros” dialécticos: no llegó a
consumar su dimisión en la última asamblea de la empresa energética, por lo
que el antiguo abogado laboralista sigue
ejerciendo como experto en energía.
De joven ya hizo lo mismo: llegó a anunciar que defendería a Nazario Aguado (PTE) y años
después prometió hacerlo también con Barrionuevo y Vera (GAL) pero no llegó a ejercer sus defensas
ante un tribunal. En el caso de la gasística española, poderosas razones
retrasan su abandono del cargo, si es que finalmente se consuma de motu propio
o por sugerencia de Pedro Sánchez: Felipe
González, además de su sueldo público vitalicio, ha cobrado más
de 421.000 euros por asistir a 40
reuniones a lo largo de algo más de tres años, a razón de 126.500 euros anuales, una cantidad
que, tarde o temprano, tendrá que devolver>>. (https://iniciativadebate.org/2014/07/14/pedro-sanchez-prometio-obligar-a-felipe-gonzalez-y-20-ex-ministros-a-elegir-psoe-o-empresas-reguladas/).
<<Ex
vicepresidente y ministro de Defensa fue socio de Miquel Roca (CiU) y antes de ejercer como monárquicos, ya en el franquismo
defendían los intereses de los grandes propietarios que pretendían urbanizar
salvajemente los terrenos costeros de la capital frente a la propuesta de la
Escola d’Arquitectura de Barcelona. Fue el ministro que cambió el célebre
“OTAN, de entrada, no” al más práctico “OTAN, de salida, tampoco”. Dimitió por
el escándalo de las escuchas del CESID cuando se descubrió que espiaba a
dirigentes políticos rivales y amigos, incluido Juan Carlos de Borbón. En
cuanto dejó su acta de diputado, comenzó una carrera fulgurante como banquero y
consejero: en 2005 fue nombrado presidente de Caixa Catalunya y
antes de la fusión con las cajas
de Manresa y Tarragona se
subió el sueldo, a pesar de encontrarse en quiebra, teniendo que ser rescatada
con una abultada cifra de dinero público. Serra se incorporó a
los consejos de administración de Gas Natural, Applus y Telefónica, además de estar presente en los consejos de administración de
tres filiales: Telefónica
Internacional, Telefónica Chile y Telecomunicaciones de Sao Paulo y ser vicepresidente de Volja Plus. Serra recibía al año 470.000 euros y el tripartito del todavía
senador Josep Montilla, conocido en Madrid como “Pepe” (PSOE, IU,
ERC) aprobó en 2008 un decreto que permitía al ex vicepresidente estar presente
en hasta ocho consejos de administración remunerados, una conducta prohibida
hasta ese momento en sus años de director de la intervenida Caixa Catalunya. Se
conocen los sueldos que tendrá que devolver: 236.808 euros en 2007; 260.440 en
2008; 260.380 en 2009 y 246.393 en 2010. El periodista Félix Martínez ha estimado en 1,2
millones de euros la
cantidad total succionada del erario público. En septiembre de 2013 la fiscalía
Anticorrupción de Barcelona denunció y pidió su imputación junto a la del
exdirector general Adolf Todó. Actualmente imparte clases de “seguridad
internacional” en el Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI) del
cual es también el presidente>>. (Op.
Cit.)
<<Ex
expresidente del Congreso de los Diputados (2004-2008) y presidente de la
Fundación Iberdrola>> (Op.
cit.).
<<Ministro de Agricultura,
de Economía y vicepresidente del Gobierno entre 2004 y 2009. Consejero de Enel
(compañía propietaria de Endesa) desde abril de 2011. (Op. cit.). En España
y en Portugal
Enel es el principal operador por la participación en Endesa con una generación
de energía eléctrica total equivalente a 23 474 MW (cuyos 6500 MW
renovables) y más de 11 millones de clientes en el mercado eléctrico y 1,2
millones en el mercado del gas.380
Además Enel combina una generación de energía eléctrica con energías renovables a través de Enel
Green Power España, con una capacidad total de 1745 MW y en
Portugal de 163 MW.381382>>
<<Ex ministra de Sanidad,
de Economía y Hacienda y vicepresidenta del gobierno entre 2004 y 2011.
Consejera de la empresa Chilectra, filial de Enersis que, a su vez, es filial
de Endesa>>. (Op.
Cit.)
<<Un caso habitual en el
PSOE: hijo y nieto de intachables e históricos dirigentes socialistas, se
afilió a las Juventudes y desde ese momento ocupó escaños, coches oficiales y
cargos públicos. Aunque es licenciado en Derecho, nunca ha trabajado pero tras
dejar la política ha sido consejero de Fomento de Construcciones y Contratas
(FCC) y antes había sido consejero de Cementos Alfa, aunque en su curriculum no
figuran conocimientos sobre obra pública o cemento, lo que hace intuir que sus “valores”
son otros>>. (Op.
Cit).
Un cargo administrativo en la Universidad Complutense o que le computen sus
años de <<Ex ministro de Obras Públicas y paladín de la honradez y la
moral en el PSOE (dimitió por los chanchullos fiscales de uno de sus
colaboradores) se ha revelado en su jubilación como experto en “puertas
giratorias”: además de propietario de una pensión pública mediante SICAV en
Luxemburgo, que defiende ardorosamente, es consejero de Abengoa, empresa que
obviamente contrata obra pública. Se jubiló en la universidad, donde era
catedrático, cuando se enteró que debía impartir 6 horas semanales de clase,
circunstancia que ahora afecta a Rubalcaba, quien no puede jubilarse
anticipadamente y le causa terror volver a las aulas sin escolta, según fuentes
universitarias, para lo cual ha pedido cargo político como méritos “académicos”
y así poder pasar la ANECA, trampa que ha sonrojado a las autoridades
universitarias>>. (Op.
Cit).
<<El caso del ex secretario de Estado de Economía es de una “puerta
giratoria” de libro: pasó de funcionario técnico comercial y economista del
Estado a alto cargo político y en cuanto lo abandonó (1988) se hizo rico: en
esa fecha, inicia su trayectoria en el sector privado regulado estatalmente,
trabajando como consejero delegado del Banco Pastor (Banca) y presidente de Gas
Madrid (Energía) y consejero de Ibersuizas (Capital Riesgo), Unión Fenosa
(Energía) y Telepizza (Alimentación). Hoy es asesor internacional de Goldman
Sachs (Banca), consejero del Banco Santander y consejero de Amadeus IT Holdings
(Tecnología y Transporte). Colaborador de El País (Grupo Prisa), extiende su
actividad comercial en organismos públicos o participados desde la presidencia
del Patronato del Museo Reina Sofía, Patronato del Museo del Prado y del
Círculo de Bellas Artes>>. (Op.
Cit).
<<Ex ministro de Agricultura y ex
secretario general de Energía se hizo rico tras dejar la política: de modesto
profesor de Económicas en Deusto pasó a miembro de los Consejos de
Administración del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), de la Corporación
Logística de Hidrocarburos (CLH) y del Ente Vasco de la Energía (EVE). Además
fue Presidente del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía
(IDAE), del Instituto Tecnológico Geominero de España y del Centro de
Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Desde
1996 hasta 2004 ha trabajado como consultor en asuntos energéticos y ha sido
presidente de la Fundación Doñana 21. Fue Presidente de Red Eléctrica de España
(REE) y desde 2007 es consejero de Redes Eléctricas Nacionais (REN)>>. (Op.
Cit).
<<Ex ministra de Sanidad,
secretaria técnica del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y subsecretaria
del Ministerio de sanidad nombrada por Griñán, es miembro del Consejo de
Administración de Red Eléctrica de España>>. (Op.
Cit).
<<Ex ministro de Industria y ex presidente de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), este modesto profesor de
Economía y funcionario antes de ocupar cargos políticos logró hacerse miembro
de varios consejos de administración de empresas cotizadas: Adolfo Domínguez,
Jazztel, Testa y Repsol>>. (Op.
Cit).
<<Viceconsejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, se
hizo banquero de la noche a la mañana: sus compañeros de partido lo auparon a
la presidencia de Unicaja, entidad financiera que cuenta con el 1,5% del
capital de Iberdrola. También es presidente del Consejo Consultivo de Iberdrola
en Andalucía desde su creación. Y es que en lugar de regresar a su plácida y
bien remunerada cátedra, Medel prefirió hacerse millonario más rápidamente con
sus consejos de administración: Ahorro
Corporación (donde dimitió con polémica) Iberdrola, Acerinox, todas
sociedades cotizadas. Medel es también consejero de Caser>>.
<<Ex líder de las Juventudes Socialistas, este diplomado en Información y Publicidad, con estudios de Derecho
(eufemismo con el que los políticos ocultan que no terminaron la carrera), es
consejero de Telefónica, y además se sienta en el órgano de dirección de
Telefónica Argentina SA y Telefónica Brasil SA. Donde ya no está es en Telefónica Internacional, donde fue
cesado junto a Iñaki Urdargarin.
También era miembro del Consejo de Administración de Atento, el call center de
Telefónica, donde De Paz recibió cada año 395.000 euros de salario fijo más otros 120.000 de sueldo variable, según el folleto de su frustrada salida a bolsa. Un dinero que le será
complicado devolver, ya que lo gastó a manos llenas: fue muy comentado en la
“prensa rosa” de Madrid la “puesta de largo” de su hija cuando cumplió 18 años, acto social que rompió un tabú, ya
que hasta entonces estaba reservado a la muy alta burguesía, aristocracia y
realeza de la Villa y Corte>>. (Op.
Cit).
<<Más allá de los relevos nominales adoptados en el último y trascendental
consejo de administración de Telefónica, es
necesario abundar en el detalle de los cambios que subyacen tras la salida
de César Alierta para
comprender el nuevo equilibrio de poderes que rodea la figura de José María Álvarez-Pallete. El recién
nombrado presidente de la compañía acapara todos los poderes ejecutivos dentro
de un órgano de gobierno en el que ha situado como principal nombre de confianza
a Javier de Paz, amigo
íntimo de Zapatero y
antiguo presidente de las Juventudes
Socialistas, que lleva ocho años dedicado en cuerpo y alma a
Telefónica.
Javier
de Paz fue designado consejero de
la compañía en diciembre de 2007 dentro de una operación de clara resonancia política, dado el nombramiento simultáneo
de Manuel Pizarro, quien
poco después dimitiría del cargo para convertirse en el número dos de Rajoy dentro de la candidatura
del PP por Madrid con vistas a las elecciones legislativas de marzo de 2008.
Desde entonces, el antiguo camarada socialista se ha entregado a la causa de la
primera multinacional española con todas las consecuencias, apurando al máximo
las habilidades empresariales adquiridas en sus anteriores labores de gestión
en Mercasa o Panrico, y entendiendo como nadie
el juego de equilibrios con que Alierta se ha manejado durante toda su larga
etapa al frente de la operadora.
Asimilado
en su puesto de consejero raso y con algún que otro escarceo ejecutivo, como
fue la presidencia de Atento,
la antigua filial de ‘call center’ vendida por Telefónica en 2012,
Javier de Paz ha sabido esperar su momento para dar un salto cualitativo de
extraordinaria importancia con motivo de la nueva era que estrena Telefónica
tras el cambio de presidente. Además de la incorporación de Sabina Fluxá, Javier Echenique, Peter Lörscher y Juan Ignacio Cirac al consejo de
administración que encabeza desde el viernes pasado Álvarez-Pallete, lo que
verdaderamente llama la atención es el ascenso que, callada y silenciosamente,
ha protagonizado Javier de Paz. (“El
Cinfidencial”).
(Op.
Cit).
<<Licenciado
en Derecho y funcionario de Educación en la Junta de Extremadura, su meteórico
reciclaje al ámbito empresarial sorprendió a propios y extraños: de consejero
de Presidencia y de Economía pasó a la actividad privada como presidente de la Corporación Empresarial de
Extremadura, participada desde el sector público, cargo
que no tenía sueldo pero que él inauguró declarándolo “secreto”. Después le
hicieron consejero de Iberdrola Renovables gracias a la mediación de Íñigo de Oriol e
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, junto con el apoyo de los
expresidentes Rodríguez Ibarra (del que fue secretario) y Fernández Vara. (Op.
Cit).
<<Diputada durante ¡6 legislaturas! (la limitación a 2 mandatos que
impera en la mayor parte del resto del mundo avanzado, se toma a risa entre los
miembros de la casta española) ha tenido
además premio: en lugar de regresar a su cátedra en el País Vasco, fue
nombrada consejera de Red Eléctrica
Española a instancias de su compañero de partido, Luis
Atienza. Cuando dejó el escaño, su
lugar lo ocupó Begoña Gil, concejala del Ayuntamiento de Bilbao y,
además, esposa de Patxi López, líder de los socialistas vascos.
Casualidades del destino>>. (Op.
Cit).
<<Secretario de Estado de Energía con Zapatero. Llegó a la Administración desde la consultora especializada en energía
Nera Consulting. La abogacía del Estado llegó a recurrir un informe elaborado
por la consultora en la que trabajó. Y es que Hernández Pampaloni ha estado vinculado a varias empresas
eléctricas y fue designado perito de Nuclenor (participada al 50% por Iberdrola
y 50% Endesa), compañía propietaria de la central nuclear de Garoña, en el
pleito planteado ante la Audiencia Nacional por esta empresa contra el
Ministerio de Industria en relación con la Orden Ministerial que ordenaba el
cierre definitivo de esta central en el 2013>>. (Op.
Cit.)
<<Ministro de Comercio y Turismo. Presidente del Consejo Superior de
Cámaras de Comercio, presidente de la empresa Aldeasa, consejero de Iberia y
patrono del Teatro Real tras dejar la política. En su curriculum figura que
“estudió Ingeniería Química Industrial”, pero no constan títulos ni doctorados,
solo su pasado como editor de revistas y libros. Tras dejar la política,
Gómez-Navarro se hizo presidente y consejero delegado de MBD Gestión y
Desarrollo de Negocios, consultora especializada en operaciones corporativas y
asesoría estratégica. Según su propia web, la agencia cuenta con clientes como
Aena o Aldeasa, además de otras empresas relacionadas con los sectores
turístico, financiero o inmobiliario, justamente los sectores en los que
trabajó como alto cargo público. De hecho, fue nombrado presidente director de
Viajes Marsans S.A. tras ser adjudicada por el Consejo de Ministros a la
empresa privada Trapsatur, que confirmó a Gómez-Navarro como presidente y
director general, cargo que ocupó hasta que fue nombrado secretario de Estado
para el Deporte en 1987. Denunciado por la quiebra de la empresa turística
Quail Travel Group, Javier Gómez-Navarro, percibía medio millón de euros
anuales en Aldeasa. En los otros consejos de administración sus sueldos eran:
Iberia (110.000 euros), Isolux Corsán (60.000) y Técnicas Reunidas (79.200).
Dice que ya no está afiliado al PSOE y que solo es “simpatizante”. (Op.
cit.)
<<Según el periodista Santiago
Hernández, este ingeniero agrónomo y
funcionario del Ministerio de Agricultura fue nombrado miembro del Consejo de
Administración y de la comisión ejecutiva de Ebro Puleva, la primer empresa
alimentaria española. Barreiro entró “impulsado” desde Agricultura, ministerio
del que fue secretario general en las etapas de Pedro Solbes y Luis Atienza
como ministros. (Op.
cit.)
<<Ministro de Economía que
expropió Rumasa al empresario Ruiz Mateos dejó la política y emprendió una
nueva vida como millonario: se casó con Isabel Preysler, de profesión
“portadista” de la prensa rosa, y desempeñó cargos directivos en distintas
empresas: presidente del Banco Exterior de España en 1985, presidente de
Cartera Central y vicepresidente de FCC Construcción, del Grupo de Fomento y
Construcciones y Contratas (FCC). En 1999 fue nombrado presidente de la
Compañía Logística de Hidrocarburos CLH, S.A. Un ictus cerebral frenó su
imparable carrera como directivo>>. (Op.
cit.)
<<Ex ministro de Industria.
Consejero de Endesa desde septiembre de 2011, fue el primer caso de
incompatibilidad que saltó a la luz pública. Durante seis meses compatibilizó
su pertenencia al Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados
con la presidencia de la empresa Hispano-Olivetti y con un puesto en el consejo
de administración de la firma CESELSA. Joan Majó ocultó estos lucrativos
empleos a la comisión parlamentaria, en una flagrante violación de la ley
electoral. El escándalo que provocó la publicación de estos hechos por el
semanario El Globo obligó al ex ministro socialista a dimitir como
diputad>>. (Op.
cit.).
El caso en Andalucía de los
“Expedientes de Regulación de Empleo” (ERE), protagonizado por el PSOE
En
el año 2001 la Junta de Andalucía presidida por
el socialista Manuel Chaves, inició un procedimiento
para respaldar económicamente a empresas con problemas, que se veían obligadas
a presentar Expedientes de Regulación de
Empleo (ERE),
o sea prejubilaciones
y despidos,
para lo cual se creó la partida
presupuestaria 31L. Esta partida fue dotada con 721 millones
de euros hasta el año 2011 y, para su finalización, debería ampliarse hasta la
cifra de 1.217 millones. La Junta afirmó que el procedimiento es legal,
aunque los partidos opositores al gobierno del Partido Popular y varios medios
de comunicación, lo negaron, afirmando que el fondo y la utilización de todo el
dinero del que dispuso la Junta, fue irregular.
La
investigación estuvo a cargo de la juez
Alaya quien sostuvo
que durante la gestión existieron graves deficiencias en las ayudas, puesto que
se concedieron prejubilaciones presuntamente fraudulentas, pagadas a
personas que nunca habían trabajado en las empresas afectadas, que sumaron 12,3
millones de euros. Otros 73,8 millones se gastaron en subvenciones a empresas
que no estaban presentando un ERE, ni llegaron a crear ninguna empresa.
Y entre 50 y 68 millones se dilapidaron en comisiones, muy por encima del valor
de mercado, beneficiando a intermediarios entre la Junta y los trabajadores de
aseguradoras, consultoras, bufetes de abogados y sindicalistas, sumando un
fraude total de, al menos, 136 millones de euros. Un informe de la Dirección General de Seguros,
organismo del Ministerio de Economía y
Competitividad de España, elevó el fraude a 152
millones. Asimismo la juez Alaya no descartó el pago de sobornos a
cargos políticos de la Junta por parte de los comisionistas. Finalmente, en
abril de 1917 esta misma jueza denunció que el PSOE y el Partido Popular
pactaron echarla del caso ERE acusándoles de querer “mover
los jueces a su antojo”.
DE UNA CORRUPCIÓN POLÍTICA
SISTÉMICA
Coste total estimado:
203.231.508.612 €
Casos de Corrupción de: Partido
Socialista Obrero Español
Esta es una lista de algunos de los Casos Aislados de
Corrupción del: Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
El caso en el Partido Popular
español de la Trama política corrupta “Púnica”
Los
detenidos por corrupción municipal y regional han sido acusados de formar una
organización criminal, en la que se repartieron funciones y dinero negro
para los fines de lograr la adjudicación irregular de contratos públicos a
cambio de sobornos. Los cabecillas de la trama entre políticos y empresarios en
la Comunidad de Madrid han sido 1) el político Francisco Granados, exconsejero de la Presidencia de Justicia e
Interior en esa Comunidad y exsecretario general del Partido Popular en la
misma localidad entre 2004 y 2011. También titular de cuentas en Suiza
sospechoso de blanquear dinero. El juez encargado del caso le acusó de que a lo
largo de su carrera también habría enriquecido en materia de contratación
pública y urbanismo a su amigo el empresario David Marjaliza
y a otros como José
Luis Huerta propietario de Walter
Music. Para ello formó
parte de la trama de tráfico de influencias, que utilizó en beneficio propio.
Diversas operaciones inmobiliarias inducen a sospechar que los bienes obtenidos
por Huerta de tal forma, fueron la contraprestación que recibió de otros
empresarios, por lo que el Juez dictaminó su prisión incondicional.
David
Marjaliza empresario amigo de Granados y titular también de cuentas en
Suiza sospechosas de blanqueo, fue la cabeza de un amplio entramado
empresarial, núcleo de la organización criminal desmantelada. Este sujeto se
benefició de sus relaciones personales y políticas para
lograr la adjudicación irregular de sus empresas y las de otros, a cambio de
recibir comisiones. Con tal finalidad creó un complejo entramado empresarial
para ocultar los beneficios lícitos y delictivos de su actividad. Con ello
intentó dificultar que se le vinculara con las adjudicaciones que recibía de
las autoridades públicas y funcionarios corruptos.
El
empresario Alejando
de Pedro Llorca fue otro de los “conseguidores” de la
trama Púnica, también “cabeza” de otro importante entramado de tráfico de
influencias, alternativo al de Marjaliza. Prestó servicios en Internet para
“prestigiar” a determinadas autoridades políticas que, por no ser susceptibles
de contratación administrativa, se pagan mediante procedimientos irregulares,
sirviéndose de contratos públicos con otro objeto. Estos trabajos le abrían una
red de contactos con autoridades que le facilitarían la contratación en otros
sectores (para sí o para otros) en Murcia, León y Madrid, también sometidos por
el mismo Juez Eloy Velasco
a prisión incondicional. https://es.wikipedia.org/wiki/Eloy_Velasco.
El
exdirector de Desarrollo e Innovación de la empresa multinacional “Cofely”
radicada en Francia, Constantino Álvarez, ha confirmado en su declaración como
investigado por la Audiencia Nacional en la trama
Púnica, la versión ofrecida por su subordinado Pedro García, acerca de la existencia de una
práctica institucionalizada para pagar determinadas cuantías a cargos
públicos españoles, a cambio de contratos de eficiencia energética y ha
apuntado al que fuera director general en España, Didier
Maurice.
Según
han informado fuentes de la investigación a Europa Press, el exdirectivo ha
precisado ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, la
dinámica existente en la filial de la multinacional francesa GDF que emitía las facturas
falsas bajo el concepto de Business Plan.
El
acusado, que ha declarado durante dos horas y media, detalló que tiempo después
decidieron cambiar el nombre de esta partida, porque daba mejor imagen ante los
auditores. No obstante, ha negado cualquier responsabilidad directa
en la práctica instaurada, asegurando que la autorización de estos pagos no
estaba dentro de sus competencias.
Como
ya hiciera Pedro García, Constantino Álvarez aseguró que cuando se trataba de
pagar importantes cuantías se autorizaban desde París; en
concreto la sede gala debía tener conocimiento de la operación cuando el
importe era superior de 500.000 euros, mientras que si se trataba de un millón
la operativa debía contar con autorización expresa.
Al
respecto, ha matizado que el exdirector general de Cofely Didier Maurice, estaba al corriente de este
sistema de sobornos a cambio de la adjudicación de contratos en los
consistorios madrileños, y que éste a su vez, tenía conexión directa con
Francia, aunque no ha concretado si allí eran conocedores de esta práctica
sistematizada en la compañía.
Elaboración de los pliegos
Durante el interrogatorio, el
acusado ha reconocido que Cofely entregaba los borradores de los pliegos
de licitación ya redactados a los distintos ayuntamientos madrileños
implicados en la trama, tarea que compete a los técnicos de los consistorios. A su juicio, se trata de una
práctica habitual en el mercado que no solo hacía Cofely sino también otras
compañías del sector energético.
Sobre el presunto cerebro de la red,
el constructor David Marjaliza, Constantino Álvarez ha
detallado que era uno de los ocho "colaboradores comerciales"
que dependían de él en la compañía energética Cofely, y que tenía un total
de once. Marjaliza, que colabora con la Justicia, habría jugado el papel de facilitador o
conseguidor dentro de esta trama, poniendo en contacto a Cofely con
los responsables de cada consistorio madrileño que participó en la trama.
Colaboración con la Justicia
Durante el interrogatorio el juez le
ha reprochado a Didier Maurice si no le generó ninguna inquietud moral el
sistema minuciosamente detallado, a lo que él ha respondido afirmativamente y
prueba de ello, es que tiempo después decidió marcharse de la empresa,
según las mismas fuentes.
Con
su confesión, Constantino Álvarez busca colaborar con las pesquisas que se
iniciaron en 2014 de cara a conseguir una rebaja de la petición de pena
por su implicación en la pieza número 6 de la trama Púnica. Se trata de
la misma estrategia que adoptó el también exdirectivo Pedro García, citado de
nuevo para aportar más detalles sobre la práctica y los consistorios
implicados.
Relación mafiosa del “Partido
Popular” español en la trama “Gurtel”: los “amiguitos del alma” según Francisco
Camps
<<Francisco
Correa, empresario español supuesto líder de la trama de corrupción
llamada “Caso Gürtel”, conversando con Álvaro Pérez Alonso (Alias “el bigotes):
Correa: Yo le he
llevado a Bárcenas (por entonces tesorero del Partido Popular) más de 1.000
millones de pesetas”.
Álvaro Pérez: Hemos
hablado muy poco, no, no de verdad…
Correa: “Yo te he dicho a ti y a Juanjo el dinero que yo le
he dado a Bárcenas 20 veces".
Álvaro Pérez Alonso: “Te digo yo que no, te prometo yo que no Paco, que tengo buena memoria
para esas cosas. De Bárcenas hemos hablado muy poco.
Correa: “Yo a Bárcenas le he llevado, yo he hecho con él un día...vamos a
sumar, 1.000 millones de pesetas. Yo, Paco Correa, le he llevado a Génova y a
su casa”. Álvaro Pérez Alonso:
“¿En gastos?”.
Correa: [Ininteligible]: “Yo a ti te lo comento, yo acaso...
Líquidos, yo sé cómo lo tiene, yo sé cómo lo saca de España... [Ruido de
fondo]. En paraísos fiscales”.
Álvaro Pérez Alonso: “Qué cabrón, es por lo que te tienen tanto miedo, tío. Lo sabes todo.
Los tienes pillados a todos”. (Publicado por “El País” 10/02/2009 a las 23:13 hs.). Al día siguiente la policía detuvo en Valencia al responsable de la
empresa Orange Market, Álvaro Pérez
Alonso, por su presunta implicación en la supuesta red de corrupción vinculada
con cargos políticos del PP, según lo informado por fuentes oficiales de la
investigación.
“Orange Market” es la filial
valenciana de Special
Events, la sociedad dirigida por Francisco
Correa, principal imputado en la investigación por entonces
a cargo del Juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
El
arresto de Álvaro
Pérez Alonso (Alias “El bigotes”) se produjo después de que
Garzón tomase declaración a Correa y
a las otras dos personas detenidas por hechos delictivos: Antoine
Sánchez y Pablo
Crespo, procediendo a examinar parte de la documentación
intervenida en la operación.
Orange
Market ganó el concurso de la Conselleria de Turismo para el diseño, montaje y
desmontaje del expositor de la Comunitat Valenciana, tras presentar la
oferta más cara de las seis firmas que compitieron optando a
su adjudicación, según desveló la consellera de Turismo valenciana, Angélica Such.
Los investigadores judiciales que acudieron a la sede de la conselleria, se
llevaron el expediente referido a Fitur 2009. Interpelada sobre si el
interlocutor de la Conselleria para este contrato era Álvaro Pérez Alonso, la
consellera ha dicho que se trabajaba a nivel técnico y que suponía que
sí, mientras que ha asegurado que no conoce al responsable de la empresa
investigada Special Events, Francisco Correa, ni al ex dirigente del PP gallego
detenido en la operación de Garzón, Pablo Crespo.
Alicante y Barcelona: Así distinguía la empresa “Orange Market”
los pagos en “A” y en “B”
al Partido Popular.
<<El PP está en una situación de indefensión absoluta. La filtración
del sumario en el caso Gürtel es un atentado al Estado de derecho. Solo dos
dirigentes del PP están imputados y ambos han dimitido. Esto no es una trama del PP como algunos pretenden. Esto es una trama
contra el PP, que es una cosa muy distinta. Todas las contrataciones de
esta casa se han hecho en el marco de la legalidad>>. (Mariano Rajoy Brey
el 11/02/2009).
A
principios de febrero ese mismo año, el por entonces Juez de la Audiencia
nacional Baltasar Garzón
ordenó la detención del empresario Francisco
Correa, de Álvaro Hernández Crespo vicesecretario de Nuevas
generaciones (NNGG) del PP y de Antoine
Sánchez. También por esas fechas procedió a la detención de Álvaro
Pérez Alonso (alias “El bigotes”), presidente de la empresa
Orange Market ubicada en la calle Colón de Valencia, que fue
registrada por efectivos de la Policía Judicial en el marco
de la operación contra la presunta trama de corrupción urbanística en Valencia.
“El bigotes”, como es conocido Álvaro Pérez Alonso entre sus amigos, durante
varios años desempeñó la representación del actor Andrés Pajares,
además de ser su sobrino político. También fue precisamente él quien organizó
un acto central en esa comunidad durante la campaña electoral del Partido
Popular en marzo de 2008. Orange Market es la empresa filial valenciana de Special
Events, dirigida por Francisco Correa, el principal imputado
en la misma investigación que hasta cierto punto presidió el juez Baltasar Garzón.
El 11 de julio de 2013 Beatriz Miranda —redactora de “La otra crónica (LOC)— ha
declarado en “El Mundo” que la pareja de los Albiac
tienen un amigo en común: Javier
Saavedra, abogado al servicio de Francisco Correa, quien en
esos días fue condenado por estafar a Javier
Rigau, todavía marido de la actriz Gina Lollobrigida.
Mal que
le haya pesado a Mariano Rajoy el ser puesto en evidencia, la rama valenciana del
caso Gürtel ha sido una trama de corrupción vinculada
a la financiación del Partido Popular y el enriqu4ecimiento de no pocos de sus
miembros, al arrojar nuevos datos sobre los manejos de Álvaro Pérez Alonso para
gestionar las campañas de esa formación política corrupta, que se pagaron con
dinero negro. La documentación del registro realizado en Orange Market, la
filial valenciana del caso
“Gürtel”,
se incorporó a la causa y aportó cientos de facturas y documentos manuscritos,
donde quedó reflejada la mecánica del diseño y abono de los actos electorales
de ese partido en la Comunidad Valenciana a partir de 2004, fecha en la que Francisco
Correa —principal imputado en la trama—, extendió a esa
comunidad la red corrupta.
Entre
los 89 tomos que suman miles de folios de documentación acerca de ese caso,
figuran varias referencias a “caja b” o a “deudas b”, que se iban cancelando
sucesivamente. Uno de esos documentos, bautizado con la secuencia numérica
028833, detalla abonos pendientes de actos que sumaron 479.837 euros en mayo de
2008. En la misma hoja se especificó que se iban a sufragar 289.482 euros en
dinero negro. Entre los documentos que acreditan
la actividad de Orange Market como organizadora de eventos
del Partido Popular sufragados con dinero negro, figura también un recibí
firmado el 16 de septiembre de 2005, en cuya cabecera se puede leer la
inscripción “caja b” para el pago de 12.000 euros “en concepto de liquidez y
finiquito del catering, para la cena del Partido Popular que tuvo lugar en el
Monasterio valenciano de Puig el día 2 de septiembre ese mismo año. La firma
manuscrita no acompaña ninguna aclaración sobre el nombre de la persona que
recibió el dinero. Es imposible que el máximo dirigente de ese partido
político, Mariano Rajoy Brey, desconociera semejante fechoría cometida en esa
comunidad.
La
actividad que durante esos
años desplegó Álvaro Pérez allí fue enorme. Por un lado
planificaba desayunos de los candidatos, organizaba reuniones, visitas o
jornadas interparlamentarias para promocionar al Partido Popular pagando con su
dinero. Pero por otro lado su empresa se nutría con creces de los pagos que
recibía de empresarios valencianos.
Por ejemplo, en compensación uno de los tomos del sumario incluye copia de los
cheques extendidos por la empresa de Enrique
Ortiz Selfa e Hijos, contratista de obras a favor de la
empresa de “El Bigotes” por valor de 58.000, 20.752 y 37.479 euros en
febrero de 2009. Ortiz está implicado en el caso Brugal
por presuntos amaños del plan de urbanismo de Alicante, para organizar un “pelotazo”
que podría haberle reportado 120 millones de euros. Él fue quien tras su
detención ha declarado ante el juez, que el creador de la financiación mafiosa
del Partido Popular español en Valencia no
pudo haber sido otro más que Francisco Camps,
por entonces quinto presidente de la Generalidad Valenciana.
En
abril de 2015 el Ayuntamiento de Valencia a cargo del Partido Popular, compró
dos máquinas destructoras de papel impreso con los que eliminó los pagos con
dinero negro a los grupos empresariales de la comunicación “Laterne”
y “Trasgos”. A todo esto, mientras la prensa y los demás
partidos políticos reflexionaban sobre si la corrupción pasaría algún día
factura al Partido Popular de la Comunidad Valenciana, una presunta estructura
delictiva que repetía muchos de los esquemas que enriquecieron a Francisco
Correa, permanecía oculta entre los muros del Ayuntamiento sin que casi nadie
se diese cuenta.
El
último informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia
Civil, notificando a las partes personadas en la pieza de las diligencias
derivadas de la Operación
Taula, que investigó la caja B o dinero negro del grupo
municipal a cargo del Partido Popular de Valencia, ha constatado que los pagos
con ese dinero en efectivo se extendieron más
allá de 2007. Y en efecto, el 27 de octubre de 2014 a
instancias del mismo Juez Eloy Velazco, saltó al conocimiento de la opinión
pública la llamada “Operación
Púnica” —también ejecutada por el mafioso Partido Popular en
la Comunidad de Madrid—, a la sazón dirigida por el entonces todopoderoso Francisco Granados,
lugarteniente de la condesa Esperanza
Aguirre, quien a su vez dependía del que habiendo sido
registrador oficial de la propiedad, hoy todavía ejerce con la indolencia que
le caracteriza, el cargo de Secretario General del Partido Popular y Presidente
del Gobierno. Nos referimos al inefable Mariano
Rajoy Brey. Un partido
en el que han sido imputados 900
cargos políticos por corrupción.
La propiedad privada de los medios de producción y de
cambio, la competencia y el secreto empresarial
<<He aquí los tres principios económicos básicos del capitalismo que,
combinados unos con otros, han hecho posible la explotación del trabajo
asalariado y la distribución cada vez más desigual de la riqueza entre las dos
clases sociales universales en esta sociedad —la más moderna—, ya
caduca>> GPM.
En su obra escrita entre finales de mayo y el 27 de
junio de 1865, publicada en 1898 bajo el título: “Salario,
precio y ganancia”, ese tan incómodo como certero sabio
llamado Karl Marx demostró, que la determinación en términos de valor de estas
tres categorías económicas, ha variado según circunstancias en las cuales nada ha tenido que ver la voluntad de
ningún individuo o grupo de individuos. Tales categorías económicas no
han sido el resultado de actos humanos sino de hechos naturales, objetivos, como por ejemplo:
<<El límite mínimo que el capitalista
debe invertir en salarios, está determinado por el mínimo histórico de los
medios de vida que cada obrero necesita diariamente, para reproducir
la fuerza de trabajo que gasta durante cada jornada de labor —en condiciones de
uso productivo óptimo— así como para el mantenimiento de su prole. Necesidades
que varían en cada momento y lugar. En cuanto al límite máximo del salario,
también está objetivamente determinado, ya que cualquier aumento
salarial sólo es posible, en tanto y cuanto no disminuya la masa de ganancia,
hasta un punto en que a los capitalistas no les resulte redituable y se vean
obligados a desinvertir en salarios, generando paro y miseria entre la clase
obrera>>. (“Lo que
todo asalariado debiera saber y difundir”)
Estos dos hechos característicos del
sistema capitalista, han sido y siguen siendo la consecuencia inmediata de la
más originaria e inconsciente propiedad
privada sobre los medios de producción que acabó con el llamado comunismo primitivo,
cuyos antecedentes históricos más lejanos remiten a los tiempos del esclavismo y el feudalismo. Dos etapas
sucesivas del desarrollo humano, donde la propiedad
privada recayó sobre la tierra y por primera vez dividió a la humanidad
en clases sociales, explotadoras y
explotadas, división que se prolongó bajo el capitalismo durante cuyo
transcurso, los principales
instrumentos de la producción humana de riqueza pasaron a ser las máquinas.
Bien
es cierto que estos hechos
fundamentales han dado pábulo a otros de carácter espontáneo, según determinados intereses sociales y
personales: El obrero vende su fuerza de trabajo, el agricultor lleva su
producto al mercado, el banquero concede préstamos, el comerciante ofrece un
surtido de mercancías, el industrial construye una fábrica, el especulador
compra y vende acciones y bonos. Cada uno atendiendo a sus propias
conveniencias que hacen a sus planes privados y gestión en materia de salarios
y ganancia. Sin embargo, de este caos de esfuerzos y de acciones ha surgido un
conjunto económico que, aun cuando ciertamente no es armonioso, hasta cierto
punto dio sin embargo a la sociedad capitalista la posibilidad no sólo de
existir, sino también de desarrollarse. Comprender el mecanismo por el cual los
diversos aspectos de la economía capitalista llegan a un ocasional estado de
equilibrio relativo, y por qué causa periódicamente se descomponen con
tendencia histórica a desaparecer como tal sistema de vida, exige descubrir las
leyes objetivas que presiden este
movimiento, una obligación que compete a todo explotado consciente y
responsable.
Evidentemente,
las leyes que rigen las diversas esferas de la economía capitalista: salarios,
precios, arrendamiento, ganancia, interés, crédito, bolsa, etc., son numerosas
y complejas. Pero en último término todas
proceden de una única ley descubierta por Marx y examinada por él hasta
el final: es la ley del valor-trabajo,
que ciertamente mueve básicamente la economía capitalista. La esencia de esa
ley es simple. La sociedad pone a su disposición cierta reserva de fuerza de
trabajo viva, que aplicada a la naturaleza engendra productos necesarios para
la satisfacción de las necesidades humanas. Como consecuencia de la división
del trabajo entre los distintos productores privados —ya sean individuales o
colectivos independientes—, al principio sus diversos productos tomaron la
forma de mercancías que sus propietarios comenzaron cambiando entre sí en una
proporción determinada, según sus respectivos valores creados por el tiempo de
trabajo contenido en ellas, primero directamente por trueque y más tarde por
mediación de intermediarios comerciales. Es lo que Marx llamó trabajo abstracto, o sea trabajo
humano en general, entendido como simple gasto de energía humana, base y medida
del valor contenido en ellas, y cuyo regulador ha sido y sigue siendo el
mercado, ámbito en el cual se negocian y concretan los intercambios
mercantiles. Allí es donde se decide si cada producto contiene o no la calidad
y el correspondiente valor, que determina las proporciones en que se
intercambian las diversas clases de mercancías que hacen a su
compra-venta.
En
estos hechos ha quedado comprendida, por una parte, la competencia intercapitalista con fines gananciales, cuya
consecuencia necesaria inmediata fue el llamado secreto comercial, valiosa información de carácter
científico-técnico materializada en los medios de producción y/o en las tareas
administrativas de las empresas, que para garantizar los propósitos de obtener
el mayor enriquecimiento relativo y la desigualdad creciente de la riqueza, ha
sido y sigue siendo celosamente sustraída al conocimiento ajeno:
<<Antes
de la era industrial, los artesanos innovadores guardaban celosamente sus
"trucos del oficio" en los pequeños talleres familiares. Sin embargo,
a medida que la industria se trasladó del taller artesanal a la (gran) fábrica, surgió la necesidad de un sistema jurídico que obligase a los
empleados guardar la promesa de confidencialidad respecto de un determinado
proceso de fabricación o pieza de maquinaria secretos>>. (http://www.wipo.int/wipo_magazine/es/2013/03/article_0001.html).
Pero por otra parte, el trabajo
asalariado ha hecho también a las relaciones
sociales estratégicamente antagónicas e irreconciliables entre la clase
explotada y la clase explotadora bajo el capitalismo, ambas categorías sociales
determinadas por la propiedad privada sobre los medios de producción y de
cambio. Una exigencia histórica sistémica objetiva y fundamental, propia de la competencia intercapitalista en
todos los mercados, que derivó inevitablemente en el desarrollo incesante de la
productividad del trabajo en general, basado en la creciente sustitución de trabajo humano por maquinaria. De
esta forma y sin que medie la voluntad de nadie, es decir, objetivamente:
<<A partir de un
cierto punto (del proceso
técnico-científico incorporado a los medios de producción), el desarrollo de
las fuerzas productivas se convierte en un obstáculo para el capital (en
poder de los explotadores, ávidos de seguir acumulando ganancias crecientes que
sólo pueden surgir del trabajo asalariado); en consecuencia, la relación del
capital (con el trabajo) se convierte en un obstáculo para el desarrollo
de las fuerzas productivas del trabajo. Llegado a este punto, el capital, es
decir, el trabajo asalariado entra en la misma relación con el desarrollo de la
riqueza social y de las fuerzas productivas que el sistema corporativo,
la servidumbre de la gleba (en el feudalismo) y, en la medida en que
representaba una traba, es necesariamente eliminado. La última forma servil que
adopta la actividad humana, la del trabajo asalariado por un lado y la del
capital por el otro, transformada con esto radicalmente, y esta misma
transformación radical es el resultado del modo del modo de producción
correspondiente al capital; las condiciones materiales y espirituales de la
negación del trabajo asalariado y del capital, que representa a su vez la
negación de formas de producción social no libres, son el resultado de
su proceso de producción y esta misma transformación radical es el resultado de
las condiciones materiales, son el resultado de su proceso de producción. En
las agudas contradicciones, crisis, convulsiones, se expresa la creciente inadecuación
del desarrollo productivo de la sociedad (capitalista) respecto a
sus relaciones sociales de producción hasta hoy vigentes. La violenta
aniquilación de capital, no por circunstancias que le sean externas, sino
como condición de su autoconservación, es la forma más contundente
en que se le da el consejo de que se vaya y deje lugar a un estadio superior de producción social...>> (K. Marx: "Líneas Fundamentales
de la Crítica de la Economía Política" (Grundrisse) l857/l858 Ed.
Grijalbo/1978 Barcelona-Bs.As.-México D.F. Vol. 22 Pp.136-137. Lo entre
paréntesis y el subrayado nuestros).
En medio de este
inevitable proceso de descomposición
terminal objetiva del sistema capitalista, lo singular ha sido el
emergente fenómeno de la subjetividad
encarnada en millonarios ultraminoritarios de la población, agrupados en la
sociedad civil como empresarios
y, en los distintos Estados nacionales, actuando como políticos profesionales institucionalizados. Los
primeros hechos a la prosecución de ganancias crecientes, mientras que los
segundos, una vez debidamente instruidos por los aparatos ideológicos del
Estado en sus respectivos países, para que una vez cumplida la exigencia de
asimilar el pensamiento único burgués
como “el non plus ultra” de la sabiduría universal para el ejercicio del poder
en materia de gobierno, olviden el concepto histórico de la palabra democracia —según la entendiera
y proclamara Abraham Lincoln
como “el gobierno del pueblo, por el
pueblo y para el pueblo”—, sustituyendo esa forma directa del poder político verdaderamente democrática,
por la meramente representativa forma
de gobernar por del poder político burgués, solo sustentada en la meritocracia intelectual adquirida
por los candidatos a gobernar en contubernio permanente con los empresarios,
cuyas promesas —según se fueron agravando las contradicciones del sistema—, sin
dejarlas de proclamar engañosamente han sido no menos sistemáticamente
incumplidas:
<<Una ideología triunfa (políticamente) cuando
la sociedad deja de percibirla como ideología y empieza a considerarla como
sentido común. Si una persona va a un hotel de gran lujo, le preguntarán por el
tamaño de su cartera, pero nadie le pedirá sus credenciales académicas. ¿Se
imagina el amable lector, o lectora, que, antes de operarse, alguien le
preguntara a su cirujano cuánto dinero tiene en el banco? No, esa pregunta no
es de sentido común, nos dirían. Y es que el sentido común en nuestra sociedad
es más capitalista y más meritocrático, que democrático. Si tienes mucho
dinero, no te preguntan por tus títulos académicos, porque en el mercado basta
con el dinero. Si te presentas a una oposición a un puesto de profesor, no te
preguntan por tu dinero, porque en el mundo académico suele bastar con el
conocimiento. Sin embargo, si tienes muchos votos te preguntarán por el título
académico, y por los conocimientos, y por si has cotizado alguna vez en la vida
a la Seguridad Social, porque para mucha gente los votos, por sí solos, no
legitiman ninguna jerarquía, ni ningún poder, social. Los años que pasamos en
el sistema educativo, los procesos de selección laboral, nos han socializado en
los valores meritocráticos antes que en los democráticos. Nuestra sociedad se
ha hecho coherentemente meritocrática, pero no se ha hecho coherentemente
democrática. De manera casi inconsciente desafiamos cotidianamente la
jerarquía, temporal, que nace del voto, en tanto que somos muy respetuosos con
otros poderes, u otras jerarquías, como la del dinero o la del conocimiento>>.
(José Andrés Torres Mora, parafraseando a
Cristopher Lasch
en: “La
rebelión de las élites y la traición a la democracia”).
En
la sociedad civil capitalista, tanto la jerarquía
personal que confiere el dinero que se ostenta en una empresa privada,
como la del supuesto
“conocimiento” de la realidad por su propietario, son unas entre tantas
supercherías usurpatorias que la burguesía ha elevado a la más alta y
meritocrática condición “humana” de vida. Y desde el momento en que a nivel
estatal se impuso a escala planetaria la llamada democracia representativa, su realidad manifiesta no ha
hecho más que demostrar en la práctica, ser la negación política más absoluta
del genuino significado etimológico contenido en la palabra Democracia. En
nuestro trabajo publicado el pasado diciembre de 2016 bajo el título: “Breve historia de
la democracia directa, y su posterior falsificación, convertida en democracia
representativa”,
empezamos diciendo que:
<<El
origen del vocablo democracia se remonta a la etapa esclavista en
Atenas, inmediatamente posterior al gobierno timocrático liderado por Solón
(638 a C – 558 a C), palabra formada por los términos del alfabeto griego
“timé” que significa honor y “kratia” (gobierno), donde tal virtud del honor
por lo general se sustentaba en el respectivo patrimonio
personal dinerario del agraciado. En la segunda mitad del siglo
VI, Atenas cayó bajo la tiranía del aristócrata Pisístrato,
al que le sucedieron sus herederos Hipias
e Hiparco.
Pero en el año 510 a. C
y a pedido de Clístenes de Atenas (570 a C – 507 a
C) el rey espartano Cleómenes
I logró que los atenienses derrocaran a la tiranía. Poco
después, empero, Esparta y Atenas iniciaron relaciones hostiles, y Cleómenes I
instauró a Iságoras
como arconte
pro-espartano. Ante tales circunstancias y con el fin de evitar que Atenas se
convirtiera en un “gobierno de paja” (transitorio) cayendo bajo el reinado en
Esparta, Clístenes propuso a sus conciudadanos atenienses —pequeños y medianos
esclavistas propietarios de tierras—, que acabaran con la tiranía de los
aristócratas terratenientes encabezando una revolución política, para instaurar
un régimen de gobierno en el que todos los ciudadanos compartieran el
poder, independientemente de su status
económico y social de modo que así, Atenas se convirtiera en una
democracia>>.
La democracia representativa vigente bajo el capitalismo a
escala mundial, dio pábulo a credenciales ostentadas en cada Estado nacional por agentes políticos públicos
—previamente instruidos en los aparatos ideológicos del sistema— por una parte
y, por otra, en la sociedad civil por
empresarios privados, en apariencia separados para ejercitar sus
distintas y respectivas funciones como agentes públicos y privados. Así resultó
que de hecho, esa formal y aparente
compartimentación institucional jamás pudo resistirse, a los intereses
creados por la ley económica del valor —consagrada por esas dos partes, hasta el extremo de permitirles actuar en contubernio
permanente con fines gananciales mutuos, que así acabaron por envilecer
tanto a la sociedad civil como a sus respectivos Estados nacionales. Todos a lo mismo para
convertir a esa “democracia” en una dictadura
permanente del capital ejercida
sobre las mayorías sociales subalternas explotadas y oprimidas. ¿Sus
consecuencias? Las sucesivas guerras destructivas y genocidas de rapiña como la
de 1914-1918, seguida por la de 1939-1945, por ejemplo, auspiciadas subrepticiamente
por la competencia entre los intereses capitalistas creados que, a caballo de
la misma ley económica del valor,
galopó ese contubernio entre “representantes” políticos y grandes o medianos
empresarios de los países que decidieron participar en ellas, por completo a
espaldas de sus respectivos pueblos vilmente “representados”. Y como eso todo
lo demás. A la luz de estos hechos inducidos por la propiedad privada y la competencia intercapitalista
entre bloques de países, de cuyas consecuencias han sido víctimas propicias sus
mayorías sociales explotadas y oprimidas, ¡hay que ser un consumado
inconsciente político irresponsable para seguir tolerando semejante
“democracia”!
Las
consecuencias geopolíticas de la primera y segunda guerras mundiales han sido
las siguientes:
<<El fin del conflicto [entre 1914 y1918]
alteró el mapa europeo y colonial. Alemania perdió amplias áreas, el 15,5 % de
su territorio y el 10% de su población: Alsacia y Lorena volvieron a manos de
los franceses; la zona del Sarre quedó bajo administración de la Sociedad de
Naciones y sus recursos mineros serían explotados por Francia durante 15 años;
la zona de Eupen-Malmedy
se entregó a Bélgica. En el este de Europa se consolidaron las fronteras que
Alemania había impuesto a Rusia en el Tratado de Brest-Litovsk. Polonia se
restableció como estado a costa de los territorios desgajados de Rusia,
Alemania y Austria-Hungría. El Imperio Austro-Húngaro quedó desmembrado en el Tratado
de Saint-Germain y perdió todos sus territorios eslavos, de tal
manera que el pequeño país resultante solicitó su unión con Alemania, siéndole
denegada la petición. En Hungría la otra parte de la monarquía dual del Imperio
Austríaco, se constituyó como estado independiente de Austria y hubo de
entregar a Serbia, Croacia y Eslovenia, piezas importantes del nuevo estado
yugoslavo. El Imperio Turco, por el Tratado de Sèvres
quedó reducido territorialmente a la península de Anatolia (Asia Menor) y solo
conservó en Europa la ciudad de Estambul. Rumanía, que ya existía como Estado,
fue robustecida territorialmente con el propósito de aislar a la Rusia
soviética. Serbia incrementó su territorio mediante la creación de un nuevo
Estado: Yugoslavia. Sin embargo, la nueva entidad carecía de unidad cultural,
lingüística y religiosa, lo que en adelante le acarrearía serios problemas
políticos y étnicos, hasta que desapareció en los años 90 del siglo XX.
Entre
los estados vencidos (durante la Segunda guerra mundial), Alemania fue el más
perjudicado. Por segunda vez vio cómo se malograba la oportunidad de
convertirse en una potencia de rango mundial. Perdió la soberanía y su
territorio fue repartido entre los vencedores. Japón, aunque conservó su
integridad territorial, quedó ocupado y administrado por los Estados Unidos.
Entre las potencias vencedoras: Reino Unido hubo de asumir que su papel de
potencia colonial había desaparecido (pronto se iniciaría el proceso
descolonizador). En adelante sus intereses quedarían subordinados a los de
Estados Unidos. Francia, que había jugado un papel secundario durante la
guerra, tras ser derrotada por los alemanes, recuperó parte de su protagonismo
como potencia. Dos estados salieron reforzadas del conflicto y se disputarían
la hegemonía mundial en años venideros: Estados Unidos de Norteamérica y la
Unión Soviética. El primero, sostén fundamental de los aliados en la lucha
contra las potencias del Eje, quedó durante un tiempo en situación ventajosa,
fundamentando su posición en su enorme potencial económico y militar. Los dos
representaban modelos económicos, sociales e ideológicos antagónicos: el
capitalismo y el comunismo. Desde el fin de la guerra sus intereses serían cada
vez más divergentes, algo que se puso de manifiesto peligrosamente durante la
“Guerra Fría”. Bulgaria, por el Tratado de Neuilly, hubo de ceder parte de
Tracia a Grecia y perdió el acceso al mar Egeo>>. (https://prezi.com/hp_nw12muioa/consecuencias-geopoliticas-de-1era-y-2da-guerra-mundial/. Lo entre paréntesis nuestro).
Las pérdidas de vidas humanas
durante la primera guerra —entre muertos y desaparecidos— se ha estimado en más
de 8 millones de personas; y la destrucción de riqueza creada superó los
300.000 millones de dólares. En la siguiente guerra desde 1939 hasta 1945, las
víctimas entre muertos y desaparecidos sumó 60 millones, incluyendo los cinco
millones del holocausto de judíos en Alemania perpetrado por los nazis. Y en
cuanto a las pérdidas materiales, ciudades, industrias,
nudos ferroviarios y carreteras, quedaron seriamente
dañados. Millones de toneladas de carga en barcos atacados fueron enviadas al fondo del mar y, además, Europa perdió aproximadamente la mitad
de su potencial industrial. Otro
tanto le sucedió a Japón, donde el
sector agrícola también se vio
afectado al perderse cosechas enteras y, como consecuencia, el hambre que había sido erradicada en
Europa desde el siglo XVIII, apareció de nuevo, aun cuando ese flagelo se
extendió entre los sectores más numerosos y empobrecidos de la sociedad. Pero,
además, todas estas pérdidas y situaciones humanas catastróficas causadas por las
guerras —entendidas como un negocio por medios bélicos—, aunque pueda parecer
que atenten contra la continuidad del
sistema capitalista, muy al contrario lo vivifican y perpetúan, en
tanto y cuanto la destrucción material y muerte masiva lo retrotraen a etapas
históricas pretéritas ya superadas. Todo esto es bien sabido por los más
acaudalados gestores que secretamente conspiran
ocasionalmente reunidos en los más selectos ámbitos del poder económico y
político, tal como es el caso hoy día en el llamado “Grupo Bilderberg”.
Que
las guerras modernas han sido
y siguen siendo la continuidad de la competencia
intercapitalista por medios bélicos, y que la causa de la competencia haya tenido y tiene su raíz histórica
en la propiedad privada sobre los
medios de producción y de cambio, para comprender semejante sucesión
determinada de hechos fundamentales
permanentes sucesivamente concatenados aquí por el revés de la trama, y
que por ser fundamentales permiten explicar las vicisitudes en el vigente
sistema de vida, no hace falta demasiado esfuerzo mental.
Los
políticos profesionales oportunamente aquerenciados en las instituciones
estatales de cada país, rivalizan para ejercer el más alto poder político con
fines gananciales y polemizan entre sí defendiendo los actos partidarios propios. Pero, ¿por qué pasan “como sobre ascuas” por los hechos fundamentales que hacen a la
realidad objetiva de esta sociedad corrupta? La respuesta es sencilla:
Porque todos ellos sin excepción
aceptan acríticamente esos
hechos fundamentales objetivos,
que han hecho al reparto cada vez más
desigual de la riqueza entre burgueses y proletarios. Los primeros
formando ese contubernio entre políticos profesionales institucionalizados y
empresarios. Ya hemos explicado siguiendo a John Francis Bray el porqué de este
reparto desigual, que discurre entre la igualdad
formal del intercambio acordado por patronos y obreros en el contrato
de trabajo, y la desigualdad real
a la hora de su ejecución, o sea, por ejemplo: el hecho de que ambas partes
hayan acordado un salario equivalente al valor creado por la fuerza de trabajo
del obrero durante la mitad de cada jornada de labor, no quiere decir que no se
le pueda hacer trabajar durante la jornada entera: ¿Y por qué los políticos
aceptan semejante superchería? Porque ellos son parte beneficiaria de ese
reparto desigual y hacen a su condición de usufructuarios en él, consagrado por
sus instituciones estatales a escala planetaria en todos los países. Para
decirlo más claramente: que proceden de tal forma porque como reza el viejo
proverbio de los políticos profesionales en Argentina: “donde se come no se caga”.
Es decir, que al dejar intangibles los hechos
fundamentales del capitalismo comprendidos en la ley objetiva del valor económico, los gestores públicos de
cualquier partido político en el poder a cargo de cualquier Estado nacional, no
sólo aceptan las necesarias consecuencias protagonizadas por sus colegas
privados en la sociedad civil, sino que comparten y usufructúan semejante
fechoría con ellos. Son verdaderos cómplices subrepticiamente asociados. Los
empresarios porque:
<<La ganancia del empresario
será siempre una pérdida para el obrero, hasta que los intercambios entre las
partes sean iguales; y los intercambios no pueden ser iguales mientras la
sociedad esté dividida entre capitalistas (propietarios de los medios de producción y de cambio)
y productores obreros, dado que estos
últimos viven de su trabajo, en tanto que los primeros engordan a cuenta de
beneficiarse del trabajo ajeno. Es claro —continúa el señor Bray— que,
cualquiera sea la forma de gobierno que establezcáis…por mucho que prediquéis
en nombre de la moral y del amor fraterno…la reciprocidad es incompatible con
la desigualdad de los intercambios, La desigualdad de los intercambios, fuente
de la desigualdad en la posesión, es el enemigo secreto que nos devora (No reciprocity can exist where there are
unequal exchanyes. Inequality of exchanges, as being the cause of inequality of possessions,
is the secret enemy that devour us). (…)
Mientras permanezca en vigor este
sistema de desigualdad en los intercambios, los productores (asalariados) seguirán siendo tan pobres, tan ignorantes, estarán tan agobiados por
el trabajo como lo están actualmente...Sólo un cambio total de sistema,
la introducción de la igualdad del trabajo y de los cambios, puede mejorar este
estado de cosas y asegurar a los seres humanos la verdadera igualdad de
derechos… A los productores les bastará hacer un esfuerzo —son ellos
precisamente quienes deben hacer todos los esfuerzos para su propia salvación—
y sus cadenas serán rotas para siempre>>. [John Francis Bray: “Labour´s Wrongs and Labour´s Remedy 1839 (Calamidades
de la clase obrera y medios para suprimirla). Citado por K. Marx en: “Miseria de la filosofía” Ed. “Progreso”
Pp. 61].
Y en cuanto
a los políticos, si hay algo que no pocos de los periodistas venales suelen
compartir con ellos, es no pasar más allá de hacer circunloquios
retóricos en torno a lo que parece ser la realidad del sistema capitalista,
escamoteando remitirse a lo que la realidad es efectivamente, al núcleo de sus
bases fundamentales. Por la cuenta que les trae, los políticos
institucionalizados son unos redomados profesionales en el arte filosófico,
falaz e interesado, de seguir consagrando lo aparente. Por ejemplo: en sus
intervenciones durante la reciente moción de censura a su gobierno, el actual
Presidente de los españoles en nombre del derechista Partido Popular (PP), ha
declarado falsamente que la economía española está creciendo a razón del 3,5%
anual, y que la tasa de paro ha remitido del 25 al 22%, porque se han creado
400.000 puestos de trabajo. El economista norteamericano y premio nobel, Joseph
Stiglitz, ha desmentido estas palabras de Mariano Rajoy, aportando datos que le
han inducido a declarar: “Lo que se le ha hecho a los españoles es un
desastre” , acusando al PP. de ser uno
de los causantes de que España esté en la bancarrota.
Si la tasa
de paro ha caído por debajo del 20% respecto de 2007, ha sido a raíz de que el
gobierno se vio forzado por la recesión económica, a sustituir
el empleo indefinido por el temporal y precario, hoy todavía
vigentes. Así es cómo los políticos profesionales de todos los colores,
justifican la “democracia” que representan vilmente, acercando en cada ocasión
oportuna que se precie, el ascua a su sardina. Y uno de los partidos políticos
oportunistas que se apuntó a semejante modus vivendi al interior de las
instituciones políticas del sistema en España, ha sido la reciente formación
llamada “Podemos” aspirante a gobernar, que corriendo el mes de noviembre
pasado, ha propuesto en el parlamento lo que se aprobó por 174 votos a favor y
137 en contra: un aumento del salario mínimo interprofesional hasta los 950
Euros mensuales previsto para en 2020. Una proposición que sólo será posible,
si el sistema logra superar la recesión actual terminal del capitalismo,
realidad que solo será posible si la ganancia del capital global en España
justifica el aumento de la producción, elevándose por encima de ese supuesto y
nada previsible incremento salarial.
Los
social-demócratas al uso —como es el caso del PSOE y “Podemos” en España—,
comparten la misma peregrina idea que acuñó ese otro sociata llamado John
Maynard Keynes. O sea, que según el criterio interesado de los ideólogos a sueldo y prebendas del sistema
capitalista, la objetividad de la
economía política como ciencia, esto es, independiente de la subjetividad de nadie en
particular, oficialmente NO EXISTE.
De modo que para discernir acerca de esa parcela de la realidad, solo cabe
hacerlo a la luz negra del
llamado pensamiento único
burgués que atraviesa el prisma subjetivo y relativista nunca tan interesado de la “política
económica”. Esa disciplina engañosa, déspota y corrupta,
implementada por los políticos profesionales de turno, eventualmente a cargo de
las instituciones estatales capitalistas.
Por ejemplo,
si fuera verdad que la causa de las crisis radica en el déficit de la demanda solvente, el problema
podría solucionarse como han venido preconizando por todo el mundo formaciones
políticas de medio pelo —como I.U., P.S.O.E y últimamente “Podemos” en España—,
insistiendo en su estrategia de conciliar el artículo 33 de la Constitución
—que consagra la propiedad privada capitalista—, con el 131 que exalta las
presuntas virtudes de la planificación.
O sea, medidas de política económica
que supuestamente garantizan el llamado “Estado del Bienestar”. Tal fue el
planteamiento que Keynes le
propuso ejecutar al por entonces presidente Franklin Delano
Roosevelt durante la “gran depresión” de los años treinta en
EE.UU., aun a costa de que el Estado incurra
en un Déficit
presupuestario incrementando de la deuda estatal, que ahora mismo en España ha
pasado de un billón ciento treinta y tres mil setecientos cincuenta y siete
millones (1.133.757.000.000) a un billón ciento cuarenta y dos mil ochocientos
un millones (1.142.801.000.000). Bajo tales condiciones, Tal como procediera
Keynes en 1929, su propuesta consistió en privilegiar el Gasto público
aumentando los salarios, supuestamente para generar una Demanda agregada solvente que, a
instancias del no menos presunto y correspondiente consumo, incentivaría
la Inversión productiva
que, al incrementar el empleo superaría la crisis.
Pero en su
elucubración Keynes omitió tener en cuenta dos cuestiones: 1) que las crisis capitalistas típicas no son crisis de sub-consumo
por carencia de poder adquisitivo de las mayorías sociales explotadas, sino
crisis de superproducción de capital
por rentabilidad insuficiente
y, 2) que dichas crisis sólo se pueden superar en
condiciones de ganancias crecientes que superen el costo en salarios para
producirlas. Pero Keynes decidió ignorar estas leyes objetivas de la economía
política, confiando en que el gobierno podía moderar y hasta eliminar
los ciclos económicos, interviniendo en ellos con medidas de política económica presuntamente
expansivas. Pero lo cierto y verdad es que la crisis
del capitalismo mundial desatada el 24 de octubre de 1929, sólo se ha podido
superar apelando a la mayor destrucción material y muerte masiva causadas hasta
entonces por una guerra mundial, como fue la que tuvo lugar entre 1939 y 1945.
Acerca del
desarrollo histórico posible del sistema capitalista y cuáles son sus límites objetivos absolutos, ya
hemos abundado y volvemos aquí a insistir una vez más en ello, según el
siguiente razonamiento: 1) La
función del capitalismo ha consistido y consiste en el crecimiento de la
riqueza producida y su desigual reparto entre capitalistas y asalariados. 2) Dicho reparto desigual ha venido
históricamente determinado por el progresivo desarrollo de la fuerza productiva
del trabajo, que consistió en la creciente sustitución
de trabajo vivo por medios técnicos cada vez más eficaces, teniendo en
cuenta que dichos medios materiales técnicos se limitan a trasladar su valor al
producto y, 3) Según lo demostrado
científicamente por Marx bajo el título
de “Fundamentos”
(Grundrisse) entre 1857 y 1858 (Ver Pp.276), de este proceso
de sustitución que limita cada vez más el empleo de trabajo vivo respecto de
los medios materiales técnicos, sólo se puede concluir en que la ganancia que
justifica la producción creciente se incrementa progresivamente cada vez menos, hasta el punto en que el
sistema capitalista alcanza el límite histórico-objetivo de su existencia,
determinado por el incesante desarrollo científico técnico incorporado a los
medios materiales de producción, de modo que según progresa la fuerza productiva del trabajo social,
inevitablemente disminuye cada vez más su empleo y, consecuentemente, la
ganancia.
Así las
cosas, el problema insoluble
que tienen por delante los actuales y futuros empresarios privados en la
sociedad civil, tanto como sus colegas políticos ejerciendo funciones en las
instituciones estatales —cualquiera sea el país de referencia en las
condiciones del capitalismo postrero—, no es sólo que para ello han sido
debidamente educados en los respectivos aparatos ideológicos que consagran el pensamiento único burgués vigente,
sino que, además, están forzados a
mentir sistemáticamente sobre la verdadera realidad, siguiendo
rigurosamente los falsos dogmas de fe y comportamiento contenidos en ese
pensamiento falaz, so pena de perder ipso facto su condición de aspirantes a
seguir representando políticamente a ninguna clientela entre los llamados
ciudadanos de a pie. Esta es la “libertad” que pueden ejercer los candidatos a
“representantes del pueblo”, en relación con la verdad de la realidad que viven
y ocultan forzados a ello, transformados
en unos simuladores y farsantes sin escrúpulos, unos mentirosos compulsivos
consuetudinarios. Tal es principio activo de la vigente propiedad privada capitalista que hace con el
tiempo a la completa corrupción política de estos sujetos. En síntesis, que
para llegar a ser un corrupto político consumado, es necesario pasar por
dejarse corromper ideológicamente, aceptando la falsedad teórica vigente para
definir la realidad en todos sus aspectos, como condición imprescindible de
aspirar a incorporarse en —y dirigir las— instituciones políticas del sistema.
Tal es el obligado y peligroso curso disoluto
a recorrer en semejante carrera, para ejercitar el poder político “democrático
representativo”. Esto es lo que Antonio Gramsci
en general definió apelando al vocablo
“Transformismo”, como la función deletérea o degenerativa que
cumplen las clases dominantes burguesas, sobre ciertos y determinados sujetos
oportunistas que, organizados en partidos políticos reformistas del
capitalismo, se proponen medrar en
las instituciones estatales del sistema, dirigiendo celosamente desde
allí a las clases subalternas, para que no lo trasciendan. Además de
enriquecerse, tal es la función
política constitutiva solidaria entre los empresarios privados en la
sociedad civil, actuando en contubernio con los servidores públicos en el
Estado.
A esta
tradicional concepción del mundo socialdemócrata
reformista del capitalismo, como es el caso en España del Partido
Socialista Obrero Español (PSOE), que desde 1879 ha venido ensayando cambios en
el sistema para dejarlo esencialmente
como está —según el principio fundamental de sus orígenes—, se han
sumado últimamente otras formaciones del mismo cuño en general oportunista y
rastrero, derivadas del llamado movimiento 15M en España,
que confluyeron en la organización política “Podemos” sedicentemente
representativa de “la gente”, pero que
como todas las demás organizaciones políticas del mismo carácter, lo que representan en realidad y
defienden incondicionalmente, es el principio fundamental del
capitalismo: la propiedad privada
sobre los medios de producción y de cambio. Todo ello para los fines de
su propia promoción y mayor enriquecimiento relativo.
La
socialdemocracia europea del norte, desde que el Partido Socialdemócrata de Alemania
(SPD) abandonara el marxismo durante su Congreso
de Bad Godesberg en noviembre de 1959, se propuso crear un
“nuevo orden económico y social”, conforme con “los valores fundamentales del pensamiento socialista” al
interior del capitalismo, presidido por la propiedad privada sobre los medios
de producción y de cambio, principio económico fundamental burgués que ese
Congreso consideró compatible con “la
libertad, la justicia social y la mutua obligación derivada de la común
solidaridad”. Frente a la aceptación de este tipo de capitalismo
propugnada por el SPD y el resto de partidos socialdemócratas del centro y
norte de Europa, sus homólogos del sur declararon bregar por el socialismo
según las reglas de la democracia representativa. Por su parte, las formaciones
políticas sedicentes “comunistas” del sur, también se sumaron a esta iniciativa
“socialista y democrática” que dieron en llamar eurocomunismo.
El resultado
de toda esta embozada superchería en torno a la libertad, la justicia social y
la solidaridad, está hoy a la vista, en todo lo que por inevitable curso
económico férreamente determinado por la propiedad
privada sobre los medios de producción y de cambio, la burguesía en
general ha conseguido a instancias de la no menos predestinada competencia intercapitalista, a
saber:
1)
Que ahora mismo el 0,6
% de la
población adulta del Planeta, dispone del 39,3 % de la riqueza creada en el
mundo.
2) Que más de una tercera parte de esa
riqueza, está controlada por una super élite de apenas 29 millones de personas. Justo por debajo de ellos, una segunda
división de la élite mundial representada por 344 millones de personas (el 7,5 % de la
población mundial) ostenta otro 43,1 % de la riqueza total en el globo terráqueo.
3) Sumando ambos valores (0,6%+7,5%) medidos en términos de
población y tenencia de riqueza, resulta que el 8,1 % = (0,6%+7,5%) de la población
mundial posee el 82,4 % = (39,3% + 43,1%) de
la riqueza creada en el Planeta.
4) Si analizamos esta pirámide por su
parte baja las conclusiones son aún más desoladoras: alrededor de 3.184 millones de personas, el 69,3 % de la población
mundial, con una riqueza inferior a los 10.000 dólares, dispone de sólo el 3,3
% de la riqueza del Planeta.
5) El dato es aún más preocupante al
descubrir que 4.219 millones de
personas, el 91,8 % de la población
adulta mundial, tan sólo dispones del 17,7 % de la riqueza total. Cfr.: https://www.elblogsalmon.com/economia/una-super-elite-mueve-los-hilos-de-la-economia-mundial.
6) 2015 será recordado como el primer
año de la serie histórica, en el que la
riqueza del 1% de la población mundial alcanzó la mitad del valor del total de
activos. En otras palabras: el 1% de la población mundial, aquellos que tienen
un patrimonio valorado en 760.000 dólares (667.000 euros o más), poseen tanto
dinero líquido o invertido como el 99% restante de esa población mundial.
Esta enorme brecha entre privilegiados y el resto de la
humanidad, lejos de achicarse ha seguido ampliándose desde el inicio de la Gran
Recesión, en 2008. Cfr.: http://economia.elpais.com/economia/2015/10/13/actualidad/1444760736_267255.html?rel=mas.
A la vista
de estos datos que confirman las investigaciones de Marx, el hecho de que nadie
haya podido desmentir fehacientemente no ser cierto, que semejante distribución
cada vez más desigual de la riqueza en favor de los ricos a expensas de los
pobres, sea el resultado de la vigente
propiedad privada sobre los medios de producción y de cambio, este pensamiento
veraz demuestra, muy al contrario de quienes lo escamotean, que tales
investigaciones científicas se han confirmado. Por lo tanto, según discurren
las actuales circunstancias criticas
terminales del sistema, todas las promesas de los políticos profesionales reformistas acerca de que la política económica de los Estados
nacionales —basada en la supuesta función social como reparto equitativo de la
riqueza— pueda sobreponerse a la ley económica del valor supuestamente
cambiando el curso de la distribución desigual de esa riqueza en favor de los
pobres, sin perjuicio para los ricos, todo eso es pura majadería. Y ellos —los
arribistas mentirosos consuetudinarios compulsivos por la cuenta que les trae—,
lo saben de sobra.
El humano espíritu paradigmático
emancipador de Abraham Lincoln
Desde su fundación en los llamados “Estados Unidos confederados de norteamérica”,
coexistieron tantos Estados
miembros esclavistas como Estados libres de la esclavitud, donde incluso
un esclavo que escapase a un Estado libre podía ser capturado por el gobierno
federal para ser devuelto a los dueños del Estado esclavista.
Pero
según aumentaron las diferencias
económicas entre el Norte más desarrollado y el Sur relativa y absolutamente
más empobrecido, mientras en los Estados
libres del norte se producía un crecimiento de la producción a instancias del
desarrollo en la industria, el comercio y los transportes, los del sur seguían
dependiendo exclusivamente de la agricultura basada en el trabajo esclavo.
En 1860, la elección de Abraham Lincoln a la presidencia
de los Estados del Norte —partidarios de la abolición de la esclavitud— provocó
que 11 de los Estados esclavistas solicitasen su independencia en cadena para
constituirse los que se dieron en llamar Estados Confederados de América.
Abraham Lincoln nació el 12 de febrero de 1809 en la
granja de sus padres localizada en Hodgenville
perteneciente al Estado por entonces esclavista de Kentucky.
Su infancia y adolescencia estuvo signada por la
migración de su familia a diferentes sitios de los EE.UU. hasta recalar
definitivamente en la localidad de Springfield al interior del Estado
abolicionista de Illinois. Allí comenzó su carrera política militando en el Partido Whig
donde se desempeñó como como congresista en la Cámara de representantes
de los Estados Unidos, al mismo tiempo que comenzó su carrera como abogado.
En 1854 tras la disolución del Partido Whig, participó en
la fundación del Partido Republicano y dos años después fue elegido presidente
de los Estados Unidos, al obtener 183 de los 303 compromisarios del Colegio
Electoral con el 39% de los votos, al ganar en 18 de los Estados.
Cuatro meses y medio después de la Batalla de Gettysburg
durante la Guerra Civil estadounidense, el 19 de noviembre de 1863 Lincoln
pronunció el más breve, significativo e históricamente trascendental discurso
en la historia de la humanidad, al acabar definiendo literalmente a la
democracia como “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
O sea: la democracia directa.
Traducción íntegra de su discurso
<<Hace
cuatro veintenas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este
continente una nueva nación; concebida en libertad y consagrada al principio de
que todos los hombres son creados iguales.
Ahora estamos empeñados en
una gran guerra civil que pone a prueba si esa nación, o cualquier nación así
concebida y así consagrada, puede perdurar en el tiempo. Estamos reunidos en un
gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a dedicar una porción de ese
campo como lugar de descanso final de los que aquí dieron sus vidas para que
esa nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal
cosa.
Pero en
un sentido más amplio, no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos
santificar este suelo. Los hombres valientes, vivos y muertos, que lucharon
aquí ya lo han consagrado muy por encima de lo que nuestras pobres facultades
puedan añadir o restar. El mundo apenas advertirá, y no recordará por mucho
tiempo lo que aquí digamos; pero nunca podrá olvidar lo que ellos hicieron
aquí. Nos corresponde antes bien a nosotros, los vivos, consagrarnos a la
inconclusa empresa que los que aquí lucharon hicieron avanzar tanto y tan
noblemente. Somos más bien nosotros los que debemos consagrarnos aquí a la gran
tarea que aún nos queda por delante: que de estos muertos a los que honramos
tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron la última
medida colmada de celo. Que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no
habrán dado su vida en vano. Que esta nación, bajo Dios, renazca en libertad. Y
que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, jamás perezca
sobre la Tierra>>. (https://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_de_Gettysburg.
El Subrayado nuestro).
Durante su primer mandato presidencial Lincoln promovió el Acta de
Emancipación humana que bregó por la abolición de la esclavitud en los Estados
Unidos, sin duda para proyectar esa proposición hacia el resto del mundo a
caballo de la verdadera democracia, según su más rigurosa y legítima
etimología. En noviembre de 1864 fue reelegido presidente. Unos meses después,
en abril de 1865, fue asesinado mientras asistía a la representación de una
Comedia Musical.
Desde entonces, entre los políticos profesionales del
Mundo entero que han venido siendo elegidos en sus respectivos países para “representar”
en cada gobierno la voluntad popular de sus votantes, en realidad
no han hecho más que falsificarla, cambiándola por la suya propia personal
dejándose corromper por los empresarios para beneficio mutuo. Y el caso de la
corrupción política permanente que más arriba hemos descrito refiriéndonos al
Estado español, es elocuente, sin dejar de ser exactamente del mismo carácter
en el resto del Planeta. He aquí la verdadera esencia disoluta
del capitalismo actual como sistema de vida, basado en la “democracia
representativa” todavía vigente al interior de los distintos Estados
nacionales, cuyo fundamento económico egoísta, explotador, opresivo y
beligerante de hoy, tuvo sus orígenes más remotos en los tiempos de la esclavitud,
cuando aquél sistema de vida sólo se pudo apoyar poco más que casi
exclusivamente sobre la propiedad privada de la tierra, cuya fuente
principal de la riqueza en aquellos tiempos fue el trabajo humano
cuasi manual explotado.
Hoy en día, en tanto y cuanto el adelanto
científico-técnico incorporado a los medios materiales de producción
(la maquinaria), se ha desarrollado hasta el punto de poder prescindir
cada vez más del trabajo humano explotado, es decir, que
la creación de riqueza se ha vuelto cada vez menos dependiente de ese
trabajo, tal proceso debe llegar a un punto en el que deje de guardar
relación alguna necesaria y conveniente respecto de lo que cuesta mantenerlo:
<<“Si la sociedad (capitalista)
tal cual es —dice Marx en los ‘Grundrisse’ (fundamentos)— no mantuviera (deliberadamente) ocultas
las condiciones materiales de producción y de circulación para una sociedad
sin clases, todas las tentativas de hacerla estallar (con tal
propósito) serían otras tantas quijotadas”.
¿Cuáles son, entonces, las condiciones
materiales de producción que tornan posible y necesaria la transición a una
sociedad sin clases?
La respuesta a este interrogante debe
encontrarse ante todo en el análisis que hace Marx del papel de la
maquinaria. Este análisis nos demostró, por una parte, cómo el desarrollo
del sistema de las máquinas automáticas convierte al trabajador
individual en una herramienta parcial, lo reduce a mero elemento del
proceso laboral; pero por otra parte nos demostró cómo ese desarrollo crea al mismo tiempo las
condiciones previas para que el gasto de esfuerzos humanos se reduzca a un
mínimo del proceso de la producción y para que el lugar de los trabajadores
parcializados de hoy, lo puedan ocupar individuos polifacéticamente
desarrollados, para quienes las “diversas funciones sean modos de ocupación que
se releven recíprocamente”. Todo eso podrá encontrarlo el lector tanto en los
“Grundrisse” como en el Tomo I de “El
Capital”. Pero hay en los Grundrisse manifestaciones acerca de la
maquinaria que se hallan ausentes en “El
Capital”. Manifestaciones que aunque escritas hace una centuria, solo
pueden leerse conteniendo la respiración, porque abarcan una de las visiones
más audaces del espíritu humano.
“El intercambio (desigual)
de trabajo vivo (asalariado) por (más) trabajo objetivado (en
su producto para ganancia de los capitalistas), es decir, el poner el
trabajo social bajo la forma de antítesis entre el capital y el trabajo
asalariado —escribe allí Marx—, es el último desarrollo de la relación de valor (económico) y de la producción fundada en ese
valor. El supuesto de esa producción es y sigue siendo, la magnitud del tiempo
inmediato de trabajo, el cuanto de trabajo empleado como factor decisivo en la
producción de la riqueza. En la medida, sin embargo, en que la gran industria
se desarrolla (incorporando el progreso científico-técnico a la maquinaria),
la creación de la riqueza efectiva se vuelve (cada vez) menos
dependiente del tiempo de trabajo (humano)
vivo empleado […] que depende más bien del estado general
de la ciencia y del progreso de las tecnologías, o de la aplicación de esta
ciencia a la producción (de maquinaria) […]
Tan pronto como el
trabajo (humano explotado) en su forma inmediata ha dejado de ser la
gran fuente de riqueza, el tiempo de trabajo deja y tiene que dejar de ser su
medida y, por tanto, el valor de cambio, [deja de ser la medida del
valor de uso]. El plustrabajo de
la masa (social explotada) ha dejado de ser condición para el
desarrollo de la riqueza social, así como el
no-trabajo de unos pocos (explotadores) ha cesado de serlo para el
desarrollo de los poderes generales del intelecto humano. Con ello se desploma
la producción fundada en el valor de cambio, y al proceso de producción
material inmediato se le quita la forma de la necesidad apremiante y el
antagonismo (entre las clases explotadoras y explotadas). Desarrollo
libre de las individualidades y por ende no reducción del tiempo de trabajo
necesario con miras a poner plustrabajo (en forma de ganancia), sino en
general reducción del trabajo necesario de la sociedad a un mínimo, al cual
corresponde entonces la formación artística, científica, etc. de los individuos
gracias al tiempo que se ha vuelto libre y a los medios (mecánicos de
producción) libres para todos>>. (Román Rosdolsky:
“Génesis y estructura de ‘El Capital’ de
Marx”. Ed. Siglo XXI /1978. Parte VI. Cap. 28: Conclusión. Versión
digitalizada. Cfr. con Pp. 469: “El papel de la maquinaria como presupuesto material de la sociedad
socialista”. Lo entre paréntesis y el subrayado nuestros).
Así las cosas, en tanto y cuanto la
competencia intercapitalista objetiva e inevitablemente ha venido
determinando, que fracciones crecientes de trabajo humano vivo empleado
en la producción de riqueza sean paulatinamente sustituidas por trabajo
puramente mecánico, el resultado definitivo de semejante proceso no
puede ser otro, que la relación social económicamente desigual y
políticamente antagónica entre burgueses explotadores y proletarios
explotados, llegue a desaparecer un día de una vez para siempre tal como ya
sucediera con el esclavismo y el feudalismo.
Mientras tanto, en medio del proceso
terminal del capitalismo, los apologetas del sistema en su etapa postrera
siguen haciendo lo suyo. Por ejemplo, ahí
están los 60.600 millones de Euros que a instancias de la democracia
representativa, los dos partidos políticos que se han venido alternando
a cargo del gobierno en España, desde 2012 se dedicaron a recatar la banca. Ese
año, el por entonces presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy Brey,
prometió reiteradamente que ese rescate al sistema financiero “no costaría
ni un euro a los contribuyentes españoles”. Hoy, todavía no se ha desdicho
de ello, a pesar de que incluso el Banco de España sostiene lo contrario: Casi el 80% de los recursos financieros empleados son ya
prácticamente irrecuperables, según sus cálculos.
¿Qué hicieron los banqueros con ese
dinero? Especular con él y malversarlo, prestándolo con fines gananciales a
determinadas tasas de interés:
<<Dejemos aquí el ámbito de la
producción de riqueza y volvamos a prestar atención por un momento a la
circulación discrecional de dinero fiduciario.
¿Qué pasa con él en manos de los bancos? Imaginemos la economía en un
determinado país llamado “fidulandia”, donde solo se producen cuatro
televisores y hay dinero en circulación por valor de 1.000 euros. Cada
televisor tendrá un valor de 250 euros = 1.000 / 4. Sobre esta base de riqueza
material comercializada y su contraparte correspondiente de dinero circulante,
supongamos que el Banco central en ese país decide imprimir billetes y monedas
por valor de otros 1.000 euros, que así su circulación aumenta hasta un total
de 2.000 euros. ¿Cuál es el resultado? Que cada televisor se ha encarecido al
doble: 250 euros más, en total, 500 euros = 2.000 / 4, lo cual determina que
sea necesaria una mayor cantidad de billetes y monedas para comprar el mismo
bien puesto a la venta, al mismo tiempo que la masa de dinero emitida por el
Banco central emisor se devalúa, de tal modo que aun cuando el valor que
aparece impreso en cada billete de papel-moneda en circulación, sea el mismo
que antes, en realidad su poder adquisitivo ha disminuido a la mitad. O
sea, que las cosas fabricadas y expuestas a la venta por los empresarios, pasan
a valer el doble que antes, de modo que así el sistema empobrece relativamente
todavía más a los asalariados compradores, enriqueciendo a los burgueses
vendedores. Así es cómo los patronos recuperan el lucro cesante que les supone
sustituir trabajo humano por maquinaria. Esto es lo que ahora mismo está
sucediendo en los mercados, donde el aumento de la masa de dinero fiduciario en
circulación, determina que su poder adquisitivo disminuya y, por lo tanto, los
precios de las cosas producidas aumenten, mientras millones de asalariados sin
empleo (a raíz de la creciente mecanización de la producción) son arrojados
al infierno de la pobreza extrema y la exclusión social>>. (https://www.nodo50.org/gpm/Catalunya/00.htm.
El subrayado nuestro).
Esto es lo sucedido en España desde
que de los 60.600 millones de Euros con que el gobierno rescató a la banca, y
buena parte de ese dinero fue puesto en circulación con fines gananciales
sembrando la miseria entre los sectores subalternos más desfavorecidos de la
sociedad en este país. ¿Estuvieron al tanto de semejante fechoría criminal el
Presidente Mariano Rajoy Brey y demás miembros de su gobierno, participando en
este negocio con sus colegas empresarios? ¿Lo estuvo durante otras parecidas
circunstancias gobernando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en su
momento? ¿Puede alguien dudarlo después de lo visto en este trabajo a la luz de
los hechos? Así son las cosas para el pueblo llano bajo el capitalismo y así
serán sin duda cada vez más difíciles de soportar, hasta el extremo de llegar a
una situación que, como se adelantara Marx a predecir en el prefacio de su obra
titulada: “El 18 brumario de Napoleón
Bonaparte” publicado en junio
de 1852:
<<Las revoluciones burguesas,
como la del siglo XVIII, avanzan arrolladoramente de éxito en éxito, sus
efectos dramáticos se atropellan, los hombres y las cosas parecen iluminados
por fuegos de artificio, el éxtasis es el espíritu de cada día; pero estas revoluciones
son de corta vida, llegan en seguida a su apogeo y una larga depresión se
apodera de la sociedad, antes de haber aprendido a asimilarse serenamente los
resultados de su período impetuoso y turbulento. En cambio, las revoluciones
proletarias, como las del siglo XIX, se critican constantemente a sí mismas, se
interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía
terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las
indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos;
parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra
nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas,
retrocediendo constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios
fines. Hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las
circunstancias mismas gritan: ¡Hic Rhodus, hic salta!>> (Palabras
estas últimas en latín tomadas del escritor Esopo que significan:
¡Aquí está Rodas, salta aquí!, dirigidas a un fanfarrón quien invocando
a testigos en Rodas afirmó
haber dado allí un salto prodigioso. Quienes le escuchaban, contestaron: “¿Para
qué necesitamos testigos? ¡Aquí está Rodas, salta aquí!”. (Dando a entender
con estas palabras que la verdad debe ser demostrada con hechos tal como reza
la moraleja: “Si no puedes probar con los hechos lo que dices, no estás
diciendo nada”)>>.
Epílogo
<<Las
fuerzas activas en la sociedad obran exactamente igual que las fuerzas de la
naturaleza —ciega, violenta, destructivamente—, mientras no las
descubrimos ni contamos con ellas. Pero cuando las hemos descubierto, cuando
hemos comprendido su actividad, su tendencia, sus efectos, depende ya sólo de
nosotros el someterlas progresivamente a nuestra voluntad y alcanzar por su
medio nuestros fines. Esto vale muy especialmente para las gigantescas fuerzas
productivas. Mientras nos neguemos tenazmente a comprender su naturaleza y su
carácter —y el modo de producción capitalista y sus defensores se niegan
enérgicamente a esa comprensión—, esas fuerzas tendrán sus efectos a pesar de
nosotros, contra nosotros, y nos dominarán tal como detalladamente hemos
expuesto. Pero una vez comprendidas en su naturaleza, pueden dejar de ser las
demoníacas dueñas que son y convertirse, en manos de unos productores libres
asociados, en eficaces servidoras>> (F. Engels: "Antidhüring" Sección 3-II
Cuestiones teóricas. Ed. Grijalbo/1977 Pp. 290. Versión
digitalizada Cfr. con Pp. 374-375).
Ya hemos
comprobado con hechos manifiestos que la propiedad privada sobre los medios de
producción y de cambio ha derivado en la competencia intercapitalista,
a la vez que esta última ha dado pábulo al secreto comercial y, todo eso
articulado ha sido y sigue siendo todavía en esencia el sistema burgués, aun
hasta cierto punto basado en la explotación del trabajo asalariado. También
sabemos ya cuáles son las condiciones materiales de producción que tornan
posible y cada vez más necesaria, la transición del capitalismo
hacia una sociedad sin clases explotadoras ni explotadas. Tal como fuera
demostrado magistralmente por Marx en sus Grundrisse (fundamentos). Todo
esto ya lo sabíamos. Pero ahora también hemos podido saber con más certidumbre
y seguridad, cual es esa condición necesaria y suficiente para trascender
históricamente a la sociedad actual en su etapa postrera, basada en el trabajo
explotado
La base material de esa cada vez más
futura y próxima sociedad libre de rapiña, radica pues en el tan inevitable
como necesario proceso de sustitución de trabajo humano por el automatismo
puramente mecánico. Una transición política que sólo podrá llegar a realizarse,
antes de que dicha sustitución se complete. De hecho ese proceso se acelera.
Pero tal como en su momento sucediera con el esclavismo y el feudalismo, el
capitalismo no caerá por el propio peso de sus contradicciones económicas,
técnicas y sociales. Si queremos pues hacer posible lo necesario y cada vez más
de urgente realización, habrá que derribar este sistema de vida
políticamente para no llegar a tener que sufrir lo insoportable, urdido
por el permanente contubernio entre políticos y empresarios con su tramposa,
delincuencial y maldita democracia representativa. Urge, pues:
1) Expropiación por el
Estado revolucionario y democrático de todas las grandes y medianas empresas
industriales, comerciales y de servicios, sin compensación alguna.
2)
Cierre y desaparición de la Bolsa de Valores.
3)
Control obrero colectivo permanente y democrático de la
producción y la contabilidad en todas las empresas,
privadas y públicas, garantizando la transparencia informativa en los medios
de difusión para el pleno y universal conocimiento de la verdad,
en todo momento y en todos los ámbitos de la vida social.
4)
El que no trabaja en condiciones de hacerlo, no come.
5)
De cada cual según su trabajo y a cada cual según su capacidad.
6)
Régimen político de gobierno basado en la democracia directa, donde los
más decisivos asuntos de Estado se aprueben por mayoría en Asambleas,
simultánea y libremente convocadas por distrito, y los altos cargos de los tres
poderes, elegidos según el método de la representación
proporcional, sean revocables en cualquier momento de la
misma forma.
GPM.