El “Caso Trashorras” y sus implicancias en la lucha interburguesa
origen del documento:
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=765&pIdSeccion=42&pIdNoticia=241658
Un policía pidió
a Trashorras en 2001 que no hablase de explosivos al juez
Los agentes de la «operación Pípol» no informaron de la dinamita a la Guardia Civil ni registraron el piso de Toro
Madrid / Avilés, L. Á. V.
El levantamiento del secreto de sumario está permitiendo conocer nuevos
detalles de las declaraciones del ex minero José Emilio Suárez
Trashorras ante el juez Juan del Olmo, que instruye los atentados del 11-M.
Según datos del sumario filtrados a «El Mundo», en el careo
mantenido por el ex minero con el inspector jefe de estupefacientes de Avilés,
Manuel García Rodríguez, José Emilio Suárez Trashorras
aseguró que un policía le había dicho que no hablase
de explosivos al juez tras su detención en el curso de la «operación
Pípol», en julio de 2001. En este operativo, la Policía
se incautó de 16 cartuchos de goma 2-ECO y 96 detonadores -así
como tres kilos de cocaína y 84 de hachís- en un garaje de la
avilesina calle Eloy Fernández Caravera, que estaba alquilado por el
propio ex minero, Antonio Toro y José Ignacio Fernández, «Nayo».
Los agentes que actuaron en aquella operación no comunicaron el hallazgo
de la dinamita a la Guardia Civil, que era el cuerpo que tenía competencias
en el control de explosivos. Y tampoco registraron el piso de Antonio Toro,
pese a que tenían autorización para hacerlo por parte del juez
instructor.
En una diligencia policial, desvelada por LA NUEVA ESPAÑA, se justificó
esa decisión de no acudir al piso de Antonio Toro por el hecho de que
el propio detenido había manifestado de forma voluntaria que las sustancias
estupefacientes las guardaba en el garaje de Eloy Fernández Caravera.
Por otro lado, la Guardia Civil sostiene en un informe remitido al juez Del
Olmo que el hecho de que no se registrase el piso permitió a la hermana
de Antonio Toro, el traslado del resto del alijo de dinamita a un hórreo
de la localidad de Cogollo (Las Regueras). Este dato concuerda perfectamente
con la denuncia que hizo «Nayo» en abril de 2002 al abogado madrileño
Carlos Alberto Tejeda, que luego trasladaría al fiscal jefe de Asturias,
Rafael Valero Oltra, en el sentido de que los avilesinos guardaban cientos
de kilos de dinamita en un monte cercano a Illas.
La afirmación de Trashorras en el careo con el inspector Manuel García
está, quizá, relacionada con uno de los datos aportados por
el confidente Francisco Javier Villazón, «Lavandero», al
guardia civil Jesús Campillo, en la conversación grabada en
agosto de 2001. «Lavandero» aseguró que Trashorras le había
dicho que la Policía había llegado a un acuerdo con Toro para
no acusarle de tráfico de dinamita.
En la citada conversación, «Lavandero» también aseguró
que los avilesinos pretendían encontrar a alguien que supiese montar
bombas con teléfonos móviles, y que manejaban grandes cantidades
de dinamita, hasta mil kilos en una semana, según le habría
señalado Antonio Toro.
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