6 de agosto de 2005
Comunicado
de la Federación Anarquista Uruguaya.
Campaña de la derecha y falsedades de Sergio
Molaguero.
Los últimos veinte días han
estado plagado de presiones y amenazas veladas provenientes de la derecha. En esta campaña
han participado militares, políticos y ciertos medios de comunicación. La
problemática de reclamo de impunidad total ganó la escena política. Primero
fueron los “trascendidos” provenientes del campo militar, las “inquietudes”,
“malestares” y “peligro de desestabilización”. Y otra vez el cuco, más que nada
insinuado, de que hasta algún conato de Golpe de Estado podía haber. Como
queriendo restaurar, ya en trasnoche, aquel clima de miedo e intimidación que
fuera pieza clave para que saliera, tras plebiscito, la infame ley, bien
llamada popularmente, de impunidad.
Vinieron reuniones entre Generales, de estos
realizando debate con los más notorios torturadores y asesinos Que estos no se presentarían ante una
citación judicial, que regiones militares, caso de la 1, darían “asilo” a este
pedazo de infamia.
Han tenido impunidad total hasta el presente, para
ello contaron con múltiples cómplices-responsables alojados en las esferas del
poder. Pero lo cierto es que no está hoy en discusión la impunidad, en general,
para sus crímenes, secuestros, torturas y atropello de la sociedad durante
años. Pero no les basta, están cebados, no quieren 99% de impunidad sino
100%.
La gente bien nacida de nuestra sociedad sigue
repudiando toda la impunidad y todos esos crímenes de lesa humanidad, un
sentimiento que perdurará en el tiempo hasta que este problema sea saldado como
corresponde.
Casualmente en tal marco es que aparece el Sr. Sergio
Molaguero, diciendo cosas parecidas al resto de esa derecha que quiebra una
lanza por la impunidad irrestricta. Trata de ensuciar la cancha y para ello
trae a colación su secuestro de 1972 y hace telenovela inventando hechos que no
ocurrieron.
Seguramente que Molaguero apuesta a que con el pasaje
del tiempo la gente haya olvidado aquel contexto social o que las nuevas
generaciones no tengan memoria al respecto. Sólo así se puede explicar que diga
en una entrevista: “pregunten por quienes somos nosotros en Santa Lucía”.
Veremos brevemente primero “las torturas” que sufrió
Molaguero y después quienes eran ellos en Santa Lucía y más allá.
Apenas nuestra Organización suelta a Molaguero este
monta un show mediático. Se presenta como gran víctima. No había que hacer
mucho esfuerzo para notar que aprovechaba para cascotear desde la derecha a las
organizaciones de combate.
La Organización tenía establecido criterios muy
precisos acerca de cómo se debía tratar a una persona en esa circunstancia de
retención: trato correcto, distante, respetuoso al tiempo que proporcionar una
buena alimentación.
Se pensaba con fundamento extensamente considerado,
que tratar mal a una persona que esta en esa situación deforma a quien lo hace.
Que se estaba ante un problema social-político. Que en esta situación especial,
como en todas, el humano derecho debía ser respetado.
El Sr. Sergio Molaguero recibió un buen trato y no fue
tocado durante el tiempo que estuvo en manos de la Organización. Sólo hubo un episodio,
en ese sí fue golpeado, cuando intentó fugarse. Fue un golpe para detener su
intento. Intento por otra parte válido, lo primero que debe hacer quien está
retenido es tratar de irse. Pero es obvio que si se le había secuestrado era
con un objetivo y no se le podía decir: pasé nomás.
Esta historia de salpicar con la ayuda de contar
hechos que no ocurrieron ya es cosa repetida. En aquel momento cuando lo hizo
por primera vez en 1972 nuestra Organización entendió que esto no podía quedar
sin respuesta y en consecuencia se secuestro al Gerente de la Agencia United
Press International (UPI), Sr. Héctor Menoni, para darle la versión real sobre
el hecho. El periodista hizo su trabajo: examinó documentos, conversó con
compañeros, preguntó. Era notorio que le quedaba claro como había sido el
asunto y como se distorsionaba.
Para la Organización quedó así saldada la cuestión.
Después de esto Molaguero se llamó a silencio y reaparece, cual Conde de
Montecristo, 30 años después con lo mismo. No nos sorprendió que un militante
de derecha que se le vinculaba con la JUP, hiciera lo que hizo, ciertamente
tampoco hoy nos extraña su comportamiento. Pero tenemos la necesidad de no
dejar pasar tamaño dislate.
Entendemos que puede decirse: la versión acerca del
buen trato proviene igualmente de una parte interesada. Sí, pero también
podemos poner de “testigo” a personas que estuvieron en la misma situación de
Molaguero, por ejemplo el periodista Pereyra González, redactor responsable del
diario “El Día” que escribe una crónica sobre su secuestro donde, además de las
lógicas críticas generales, menciona expresamente el buen trato. Es el caso del
Abogado Alfredo Cambón, el mismo día que sale hace declaraciones públicas donde
habla del buen trato recibido.
Nos resta, finalmente, decir algo sobre quienes eran
los Molaguero como empresarios. Ciertamente no eran los bueno de la película.
Los obreros de Seral (de los Molaguero) tuvieron una
larga y brutalmente reprimida huelga. Reclamaban su derecho a agremiarse y a
ser respetados como gente. Soportaron una persecución antiobrera despiadada ,
donde patronal y represión asestaban golpes crueles y continuados.
Una
crónica de nuestro periódico nos habla de varias medidas de lucha tomadas por
el sindicato de Seral: huelga de hambre, Marcha y de la amplia solidaridad con
que cuenta:
“El patrón Molaguero plantea una fórmula totalmente
inaceptable. El conflicto de Seral pasa los 5 meses. Dos obreros, Joaquín y
Alberto, a los 33 días de huelga de hambre, son hospitalizados.
El 18 de enero hay paros en muchas fábricas para hacer actos
solidarios con los trabajadores de Seral, dentro de ellas CICSSA y Portland.
1º de marzo de 1972. Los Trabajadores de Seral convocan a la
CNT, a la ROE y FA para incentivar campaña por la libertad de los trabajadores
de Seral: José Estévez, Rogelio Álvarez, Omar Fernández, Rodolfo Páez.
El 12 de febrero, 2 días después del embargo de la fábrica,
hubo atentados de los Grupos Fascistas. Tiraron un volante que decía: “Así pagarán
lo que le han hecho a Molaguero”. Es
rumor generalizado dentro del medio obrero que el hijo de
Molaguero, Sergio, está vinculado a estos grupos.
Aparecen volantes fascistas amenazando a los trabajadores de
Seral, a la ROE, 26 de Marzo y FARO.
La tenaz lucha de los trabajadores de Seral, con total apoyo
de la ROE y muchas otras fuerzas va llegando a los nueve meses y está, en
cuanto a solución, nuevamente en punto cero”.
Fue un conflicto largo, lleno de arbitrariedades, con una
patronal reaccionaria y una represión dispuesta a respaldar al patrón y golpear
duro al obrero.
Pero haremos hablar a testigos ajenos a nuestra Organización.
Veamos que dice el periodista de
“Marcha” Hugo Alfaro que estaba bien informado de lo que pasaba en esta lucha:
“Aquí
empieza una historia de infamias, toleradas arriba y resistidas abajo, ejemplar
de los peleados tiempos que vivimos. Durante muchos años el señor Molaguero
ejerció en su fábrica de calzado de Santa Lucía un cacicazgo despótico, hecho
de arbitrariedades chicas y felonías grandes. Impuso su ley agraviando de
palabra a las mujeres trabajadoras, y sancionó a muchachos encerrándolos en un
altillo cuya escalera desmontable hacía retirar, pretendiendo así convertir al
castigado en hazmerreír de sus compañeros. Pagó los salarios que quiso (40% de
los que correspondía), burlándose sistemáticamente de la ley y la equidad.
Despidió gente cuya cara no le gustaba (así explicó el año pasado el despido de
dos mecánicos)... despido a las mujeres embarazadas....”.
“Vino
gente de afuera” dijo Molaguero en una reciente entrevista en TV refiriéndose a
la formación del Sindicato
de
Seral y su posterior lucha por respeto, dignidad y ejercer el derecho a
sindicalizarse. Claro que fue gente
de
“afuera”, pero de muy adentro de la clase obrera, a brindar su solidaridad
proletaria y estar codo con codo
con
estos sacrificados luchadores de Seral. Ahí estuvo Washington “Perro” Pérez
junto a otros compañeros de
Funsa.
Ahí estuvo León Duarte promoviendo toda la solidaridad posible con esta pelea,
al grado que será preso
y
torturado en relación con este conflicto. Finalmente, envuelto en solidaridad y
el gremio resistiendo
valientemente,
el conflicto de Seral salió victorioso, cosa que no será un buen recuerdo para
Sergio Molaguero
y
sus amigos.
Por FAU: Juan Pilo,
Secretario