Albacete, 22
de Noviembre de 2.000)
El desarrollo
y la implantación de las energías renovables
empieza a ser una realidad. Lejos quedan aquellas
reivindicaciones de los grupos ecologistas y
ciudadanos que veían en el sol y en el aire la
mejor manera de acabar con el riesgo que venía
de la mano de las centrales nucleares y de las
térmicas de |
carbón
y fuel-oil; pero lo más importante es que lo que
se contemplaba como una "idea
peregrina" propia de grupúsculos y de gente
que no tiene los pies en el suelo, en estos
momentos constituye, junto con el ahorro y la
eficiencia energética, una de las opciones más
importantes para reducir las emisiones de CO2
en el Estado español. Emisiones que no han
dejado de crecer desde 1990, pasando de aumentar
anualmente un 6,8% a un 31,6% en 1998. |
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Torres eólicas,
esperando su colocación |
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Pero las razones que
animan a los ciudadanos a apoyar la implantación de las
energías renovables en Castilla- La Mancha, y en
concreto en Albacete, no son las mismas que las que
tienen los empresarios del sector y la Administración
Autonómica, al igual que los Ayuntamientos que autorizan
la instalación de parques eólicos en sus municipios.
Los ciudadanos queremos unas energías limpias que
reduzcan las emisiones de CO2 y la de todos
aquellos gases de efecto invernadero que están detrás
del calentamiento global del planeta Tierra. Los
diferentes ámbitos de gobierno buscan prioritariamente
favorecer los intereses empresariales facilitando el
proceso de obtención del máximo beneficio en el tiempo
más corto posible. La "coartada" en este caso
es la energía eólica: una energía limpia; aunque todo
el proceso este cargado de irregularidades y de grandes
silencios amparados en la "bula administrativa"
que les permite la realización de los proyectos sin
atenerse a los plazos y a los estudios de evaluación
ambiental preceptivos. Con esta colaboración de la Junta
de Comunidades, de los Ayuntamientos beneficiados y de
las empresas se abren caminos, canteras, se realizan
tendidos eléctricos de alta tensión, sondeos para
suministrar agua a las plantas hormigoneras, etc.., sin
estudios ni autorizaciones, gracias al guiño cómplice
de unos responsables que miran a otro lado con las
irregularidades que están detrás de las obras de la
mayor parte de los parques eólicos que se construyen en
Albacete.
Este descontento ciudadano hacia
los constructores de parques eólicos, que no a la
energía eólica, tiene su origen en el mismo día que la
Junta de Comunidades concedió las licencias para
instalar once parques, unos días antes
de la aprobación en las Cortes de Castilla-La Mancha del
Decreto 58/99 de la Consejería de Industria y Trabajo
por el que se regula el aprovechamiento de la energía
eólica, a través de los parques eólicos, en la
Comunidad de Castilla-La Mancha. Una decisión que ha
creado dos criterios contradictorios para una misma
realidad por la cual la Junta establece que "unos
parques eólicos no necesitan estudios de evaluación
ambiental y otros sí".
Esta decisión es la principal
responsable del cabreo y de la incomprensión de sectores
ciudadanos, nada sospechosos por apoyar las energías
renovables, que están comprobando que la instalación
inadecuada de determinados aerogeneradores ocasionan
daños y problemas en espacios irrepetibles como son las
montañas. Las críticas son apagadas con dinero
que en este caso nunca falta ante las dudas
de por qué no se coloca un poquito más abajo una línea
de molinos que pueden ocasionar accidentes en una
autovía como es el caso de Bonete; o unos molinos
situados encima de un monumento rupestre como es la Cueva
de la Vieja en Alpera o en unas montañas que albergan la
escasa vegetación de Caudete, de Almansa o de Carcelén.
Y todos estos problemas porque la Junta cedió ante unas
empresas que saben cambiar plazos y voluntades cuando se
trata de crear expectativas que casi nunca se
cumplen de empleo en zonas siempre amenazadas por
el "fantasma" del paro. Y las empresas
"beneficiadas" no estaban dispuestas a aceptar
el Decreto 58/99 que les obligaba a ser más respetuosas
con el medio ambiente y a adaptar sus ansias ilimitadas
de beneficios rápidos a otras limitaciones, nacidas de
un nuevo concepto de "desarrollo" que someta la
codicia empresarial a la idea imperiosa del desarrollo
sostenible.
Por todo ello los colectivos abajo
firmantes expresamos:
- Nuestro apoyo a la eólica en
Albacete y en Castilla-La Mancha como fuente de
energía de bajo impacto ambiental, y como
muestra de nuestras convicciones, aceptamos la
instalación de estos parques eólicos en zonas
tan sensibles como son las montañas, siempre que
el potencial a instalar en nuestra provincia no exceda
nunca de los 1.000 Mw, ya que de sobrepasar esta cifra,
la presión medioambiental sería inaceptable.
- La revisión y
ampliación
del mapa provincial de zonas excluidas de la
instalación de centrales eólicas realizado
unilateralmente por la administración regional
sin la participación de colectivos sociales
interesados.
- El cumplimiento
de la normativa
por parte de todos las Administraciones con
competencias en el aprovechamiento de la energía
eólica según consta en el art. 15 del Decreto
58/99 de la Consejería de Industria y Trabajo
por el que regula estas infraestructuras en
"aquellos terrenos calificados como
rústicos y sin ningún tipo de protección
especial que le haga incompatible con las
instalaciones de explotación de energía
eólica". En este sentido exigimos el
respeto a la norma tanto de la Administración
autonómica, provincial y local respecto al
planeamiento urbanístico de los municipios y la
calificación que merezcan sus terrenos, puesto
que consideramos arbitrarios los cambios de
calificación del suelo que se están produciendo
para poder instalar las centrales eólicas.
- Aplicar el procedimiento de EVALUACIÓN
DE IMPACTO AMBIENTAL con
carácter retroactivo a todos los parques eólicos
aprobados por la Consejería de Industria antes
del Decreto 58/99. La ley 5/99 de 8 de Abril de
EIA recoge como Proyectos sujetos a Evaluación
de Impacto Ambiental (Directiva 97/11/CE por la
que se modifica la Directiva 85/33 CE) los
proyectos de PARQUES EÓLICOS.
- La Junta de Comunidades de
CLM, a través de la Consejería de Medio
Ambiente creará mesas provinciales, con participación de colectivos
ciudadanos, para el estudio y potenciación de
las energías renovables, teniendo en cuenta las
propuestas que permitan corregir los efectos más
indeseables que está teniendo la construcción
de los parques eólicos:
- Inundación eólica de un
medio físico (Higueruela).
- Regular la concentración
de aerogenadores en cada zona, con
limitación del número de molinos que haga
posible la rentabilidad de la producción sin
que se altere el entorno paisajístico. Así
como otros factores como la distancia entre
torres y entre parques.
- Soterramiento de los
tendidos en los tramos más conflictivos.
- Creación de un canon para
todas las torres de alta tensión.
- Aprobar únicamente
aquellos proyectos que cumplan con un máximo
nivel de solvencia tecnológico, desechando
aquellos proyectos con potencias inferiores a
750 Kw.
- En todos los proyectos cuya
realización tenga afecciones sobre el entorno la
Junta de Comunidades dará un valor
jurídico vinculante a los Dictámenes Medioambientales,
creando y potenciado un gabinete multidisciplinar
encargado de revisar y de comprobar que los
informes de EIA presentados por las empresas se
correspondan con la realidad de los impactos
realizados durante el desarrollo de los
proyectos. Todas las obras contaran con un
técnico de la administración que velará por
que el desarrollo de los proyectos que se realice
según lo aprobado.
- La Junta de Comunidades
buscará en torno a la energía eólica la
rentabilidad social, promoviendo la figura de la MANCOMUNIDAD
EÓLICA COMARCAL que canalice los ingresos derivados
de la explotación del aire hacia proyectos
sostenibles que permitan el desarrollo de
aquellos municipios más atrasados mediante la
realización de proyectos tendentes a la mejora
del medio ambiente (repoblaciones, depuradoras,
reconversión de cultivos, educación ambiental).
- Para tener en cuenta el
impacto ambiental de la acumulación de Parques
Eólicos en una provincia, se realizará también
una Evaluación
de Impacto Ambiental de conjunto.
FIRMADO:
ECOLOGISTAS
EN ACCIÓN DE ALBACETE
S.A.O.
- SOCIEDAD ALBACETENSE DE ORNITOLOGÍA -
ANEXO :
Información sobre el estado y problemas
generados en torno a la instalación de
varias centrales eólicas en la provincia
de Albacete. |
- Central de Tortosilla de
El Bosque de Alpera. Este parque
está situado dentro de un conjunto
arqueológico formado entre otros por la
Cueva de la Vieja de Alpera; esta cueva
integra un grupo de pinturas rupestres
declarados Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO y Bien de Interés Cultural por
el Estado español y límite con una
ZEPA. - Central de la Sierra
Oliva, y el Revolcador de Caudete,
Central del Cerro de la Silla y Timonares
de Almansa. Con estos parajes se está
procediendo a un cambio de protección
por los gobiernos municipales de los
municipios donde se sitúan para hacerlos
compatibles con la explotación
industrial. Según las normas
urbanísticas estos terrenos no pueden
ser destinados a otros usos que los
existentes prohibiéndose toda
actuación que pueda alterar el
equilibrio ecológico y paisajístico que
pueda alterar el equilibrio ecológico y
paisajes naturales.
-
Central de la Muela de Carcelén,
de la Sierra de la Caballa y de la Sierra
del Boquerón. Otro espacio de valores
botánico y paisajístico que deberían
haber
|
sido
protegidos por la Administración con
alguna figura de protección que
preservara el actual entorno sin ninguna
modificación que afecte a su orografía. - La central
de Bonete situada junto a la
autovía de Levante constituye una
aberración a los ojos de profanos y
entendidos al situarse en una carretera
de elevado tránsito y que la presencia
tan cercana de los aerogeneradores
contribuyen a introducir un elemento que
puede favorecer el índice de siniestros
en dicho tramo.
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Parque
Eólico de Bonete, junto a
laAutovía Madrid-Valencia |
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