Polémica
sobre el "marxismo occidental": ¿A quién
refuta Malime? |
Manuel Góngora
Cuando leemos lleno de prejuicios o desde la atalaya de la suficiencia,
pocas reflexiones de crédito nos pueden alumbrar. Todo aquél
que se atreve a escribir y mucho más sobre el marxismo, está
expuesto a la controversia y con ese riesgo envíe mi "El
Marxismo Occidental" a Rebelión. Esperaba la refutación,
para iniciar un proceso de discusión que diese pie al debate
sobre cuestiones de actualidad que deben ser atajadas con urgencia,
pues estamos en ese período de reflexión y de actualización.
Por esta razón al tener noticias de que el compañero
Malime me contestaba, aprecié esa sensación agradable
que siempre ofrece el haber logrado el fin que uno se propone. Sin
embargo, al leer su refutación, la confusión se adueño
de mí. ¿Era mi escrito el que quería impugnar
Malime? O bien, el compañero leyó deprisa, atolondradamente
cuanto expuse, o por el contrario, estamos en presencia del nuevo
discurso ornamental que encubre al moderno revisionismo.
Pero antes de nada una pequeña observación. La terminología
"Marxismo Occidental" y "marxismo soviético
o ruso" ni es nueva, ni por supuesto es mía. El compañero
Malime, parece no aceptarla en primera instancia, pero después,
no tiene mas remedio que incidir en las diferencias ¿Qué
mas da, entonces el término que le queramos poner? Lo que
interesa es el fondo y aquí el revocador no se atreve a penetrar.
Nada de cuanto expreso es desmentido, en cambio, aquello que el
compañero supone que está negando, es consecuencia
de una lectura apretada y conducida por los prejuicios. Pero resumamos
mi exposición:
1º Tanto Engels como Lenin admiten la dialéctica de
la naturaleza, cosa que ponen en duda en unos casos y niegan, en
otros, los autores del Marxismo Occidental.
¿Qué dice al respecto Malime? Nada, absolutamente
nada.
2º Mientras en la Unión Soviética se considera
que la dialéctica está ya constituida y precede al
hombre, el Marxismo Occidental la entiende de forma empírica.
Malime da vueltas sin refutarlo
3º La filosofía Gramsciana difiere radicalmente de
la definición que Lenin realiza en Materialismo y empirocriticismo,
cuya tesis central trata de las cosas existentes fuera de nosotros
e independientemente de nuestra conciencia. Gramsci por su parte
y lo podemos ver en su controversia con Bucharin, rechaza sin paliativos
la explicación de un marxismo en términos puramente
materialistas. Gramsci insiste en que en la definición corriente
del marxismo como materialismo histórico, se ha de "poner
el acento sobre el segundo término "histórico"
y no sobre el primero de origen metafísico"
¿Qué dice al respecto Malime? Nada.
4º Marx y Lenin, incluían la "sociedad civil"
en las estructuras o relaciones económicas, Gramsci, en cambio
la identifica como parte de las superestructuras.
¿Qué alega Malime? Nada.
5º Decía yo, que "La hegemonía gramsciana
es contraria a las propugnas revolucionarias de Lenin. Pues si Lenin
destaca la dirección política, ésta se transforma
en Gramsci en dirección cultural, lo que implica que para
Gramsci el momento de la fuerza es instrumental, quedando supeditada
al instante de la hegemonía. En Lenin, no obstante, dictadura
y hegemonía van unidas y en todo caso la fuerza es primaria
y totalmente decisiva".
¿Cuáles son los argumentos contrarios de Malime?
Mi refutador dice: "Tal vez la única diferencia que
podemos resaltar entre ambos teóricos es la importancia que
Gramsci daba a la formación marxista de las masas trabajadoras
antes de la toma del poder, al contrario de Lenin, (condicionado
tal vez por la realidad económica, cultural y política
del pueblo ruso, tan diferente a la de los países occidentales)
donde este consideraba que el partido tomando el poder, construyendo
el poder soviético permitiría finalmente que el pueblo
se incorporase y controlase el nuevo Estado desde abajo hacia arriba,
desde los lugares naturales en donde el pueblo puede ejercer el
poder directamente y de forma permanente, como fue tras la experiencia
de 1905 con los soviets obreros, es decir, desde los centros de
producción y los lugares de residencia que permitían
decidir sobre lo más elemental del poder, la administración
de la producción y los asuntos sociales, educativos y culturales,
lo mismo que la experiencia de la Comuna"
¿Desdice o confirma?
Por último, la defensa que Malime realiza sobre la propugna
del compromiso histórico, la realiza mal y fuera de lugar.
Pues lo que yo digo en el texto es que: "Una lectura exagerada
de su obra ha contribuido en la formación del Eurocomunismo,
a la táctica del compromiso histórico con la Democracia
Cristiana, que desnaturalizó primero al Partido Comunista
Italiano y después lo hizo desaparecer y dio, lugar también,
a las teorías revisionistas de Lucien Seve, filósofo
miembro del Partido Comunista Francés".
Como se puede comprobar Malime ha visualizado mi texto con una
venda en los ojos. Nada refuta, pues su intención es solo
hablar mal de la Unión Soviética y despotricar sobre
Stalin. Pero, ¿en qué parte del texto halago a Stalin
y ensalzo la sociedad soviética? Esta sería otra discusión.
Lo que hoy está sobre la mesa del debate, es si realmente
estamos en presencia de un nuevo discurso revisionista en trance
de desarrollo: Democracia participativa o directa, sin contenido
de clase. Reivindicación del leninismo por medio de filósofos
y líderes que mantuvieron severas discrepancias con Lenin
(consiguientemente nueva forma de antileninismo) y de ahí
Marxista y Leninista, y no Marxista-leninista, que significa añadido
e inclusión ecléctica de teorías (Gramsci,
Trotsky etc.)
Y yo pregunto ¿por qué no Democracia obrera? ¿Por
qué no marxista-leninista? Si decimos propugnarlas. Esa es
la cuestión, compañero Malime, y no otra.
28-01-2005

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