Radicalizar los conceptos
en la lucha árabe contra el sionismo: carta abierta al
movimiento antiglobalización internacional [1]
Hisham Bustani*
22 de septiembre de 2003.
Traducción: Loles Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"Es esencial en este
momento particular en que nos encontramos adoptar una posición
directa en contra del imperialismo y especialmente de Israel.
Desde una perspectiva internacionalista, no hay más alternativa
que resistir al imperialismo; una resistencia en la que la verdadera
solidaridad política y activa se exprese como entrega
más que como distribución de simpatía humanitaria."
El movimiento antiglobalización se ha convertido en
un referente popular desde los años en que cayeron la
Unión Soviética y los países del bloque
socialista. Junto a tal caída, también se produjo
la caída del falso modelo capitalista del "Estado
del bienestar" pseudo democrático y pseudo
liberal.
Desde entonces, el capitalismo ha acelerado tremendamente
su modelo de agresión y ha pasado a mostrar, como cada
uno de nosotros y nosotras sabemos y experimentamos cotidianamente,
que su único medio para conseguir sus objetivos dirigidos
a obtener beneficios para los elegidos es aplastar mediante
la fuerza absoluta no solo a la resistencia materializada y organizada
de los pueblos sino también las esperanzas y aspiraciones
de cambio para hacer de éste un mundo mejor. Las nuevas
doctrinas de "Guerra Preventiva" y "Guerra Permanente
[contra el terrorismo]", junto al intervencionismo cultural
del imperialismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001
sobre el Pentágono y el World Trade Center son
ejemplos menores de lo que subyace en ellas.
Israel y el centro capitalista
Entre los "puntos calientes" del mundo, destaca
la Nación Árabe y su ilustrativa lucha contra el
imperialismo. El imperialismo no solo ha confiscado parte
de su territorio para crear en el corazón de la tierra
de la civilización y del petróleo una base como
frente -y con funciones múltiples- llamada Israel, sino
que ha ido más allá hasta ocupar Iraq, estableciendo
la era del neocolonialismo tras el affair de Afganistán.
En la actualidad, EEUU discute con sus socios lo que
Powell describió anteriormente (antes de la ocupación
de Iraq) como el "reordenamiento de la región"
para satisfacer los intereses estadounidenses. En la sesión
extraordinaria del Foro Económico Mundial (la denominada
"Cumbre de la Reconciliación Global", del 21
a 23 de junio pasado) celebrada en el Mar Muerto, en Jordania
[2], y en la que participó Paul Bremer [3],
la tesis de Bush sobre la transformación del Oriente árabe
en una "Zona de libre comercio entre EEUU y Oriente Medio"
comprende como sus catalizadores a las multinacionales, al imperialismo
y a los Estados sumisos encuadrados en el Foro de Davos [4].
Ni que decir tiene que en esta nueva fórmula la entidad
sionista servirá al "centro capitalista" tanto
para ser un punto neurálgico en la región para
la acumulación de inversiones multinacionales y
sionistas, como para convertirse en una salida al mercado y una
explotación de mano de obra para los bloques sociales
árabes.
Ya -valga como ejemplo- Delta Galil, uno de las más
grandes contratistas textiles de Israel, está fabricando
marcas como Gap, Victoria's Secret, Boss,
Ralph Lauren, entre otras [5], mediante la explotación
de trabajadoras jordanas por [un salario de] 80 dinares jordanos
(equivalentes a 112 dólares) al mes. Esos productos se
fabrican en las Zonas Industriales Cualificadas [6], que
son zonas especiales libres desde las que una empresa puede exportar
libre de aduanas y de impuestos [productos] al mercado de EEUU
bajo una condición: un mínimo entre el 8% y el
20% de las materias primas tiene que ser de origen israelí
[7].
Esta es la clave para la región árabe, que se
convertirá en el principal modelo de los mecanismos de
la globalización tras Argentina, especialmente si EEUU
y Israel consiguen reabrir el gasoducto Kirkuk-Haifa [8].
Resistencia al imperialismo y al
sionismo
Es esencial en este momento particular en que nos encontramos
adoptar una posición directa en contra del imperialismo
y especialmente de Israel. Desde una perspectiva internacionalista,
no hay más alternativa que resistir al imperialismo; una
resistencia en la que la verdadera solidaridad política
y activa se exprese como entrega más que como distribución
de simpatía humanitaria.
Igualmente es importante formular una posición respecto
al proyecto imperialista y sionista para la región árabe.
Se debe apoyar la resistencia para eliminar la ocupación
en Iraq mediante todos los medios; y ello vale igualmente para
la lucha contra Israel hasta [que se alcance] la derrota del
proyecto sionista y la eliminación de la entidad sionista
para el establecimiento de una Palestina árabe libre,
primer paso hacia la unificación de la nación árabe
y de su transformación al desarrollo independiente y al
socialismo. No hay más solución que esta para las
cuestiones árabes.
Nuestros compañeros y compañeras internacionales
deben entender que las soluciones a medias fortalecerán
las estructuras imperialistas y sionistas y sus mecanismos. La
solución de "dos Estados", o la del "Estado
binacional" e incluso la del "Estado democrático"
sin su dimensión árabe [9] no resolverá
la contradicción entre los pueblo árabes y el proyecto
sionista en la región de Oriente Medio.
Otra cuestión en la que el movimiento [antiglobalización]
debe mantener una posición firme es la siguiente: los
israelíes progresistas no existen. Aquellos que forman
parte del proyecto sionista imperialista, incluso si se oponen
a las políticas israelíes, son, les guste o no,
sean conscientes de ello o no, parte de las estructuras de Israel
y de sus mecanismos. Uno no puede ser progresista y formar parte
al mismo tiempo del proyecto sionista. Los únicos israelíes
progresistas son aquellos que tras haber comprendido la funcionalidad
y los mecanismos del proyecto sionista e israelí, deciden
cortar todos los vínculos con Israel, resistir y, sobre
todo, abandonar la tierra ocupada en la que residen en lugar
de su pueblo expulsado: los árabes palestinos.
El movimiento antiglobalización debe ser consciente
de todo ello y no caer en la trampa de las grandes ONG de "juntar
a ambas partes y hablar", como si la cuestión principal
de la existencia de Israel estuviese resuelta. Israel no es un
Estado legítimo, ni lo son los individuos y/u organizaciones
que lo representan o lo reconocen. Así, para enfatizar
esta ilegitimidad, todos los vínculos con israelíes
deben posponerse, de igual manera que se debe resistir a la normalización
[de relaciones]con los sionistas globalmente y no solo en el
Mundo Árabe.
Es hora de que el movimiento antiglobalización lleve
a cabo un análisis concreto en lugar de adherirse a razonamientos
estereotipados. No hay solución sino la eliminación
del proyecto sionista; de otro modo, solo iremos a un proceso
lento de autoconsunción, mientras el enemigo se fortalece.
Y debe entenderse que para resistir a la globalización
hay que resistir a Israel e igualmente, para resistir a la globalización
se debe resistir a Israel no solo a nivel político sino
al de su funcionalidad y a sus mecanismos, es decir, su existencia.
Notas del autor y de CSCAweb:
1. Esta carta
ha sido remitida por su autor al CSCA para su traducción
y difusión en castellano a través del CSCAweb.
Igualmente ha sido publicada en inglés en el sitio web
de Campo Anti-imperialista: http://www.antiimperialista.com...keyword [nota de CSCAweb].
2. http://www.weforum.org...Highlights [nota del autor] y
en CSCAweb: Conferencia
Árabe Antigobalización en Amán contra la
reunión del Foro Económico Mundial de Davos. Davos
en Jordania: Israel, eje del Área de Libre Comercio EEUU-Mundo
Árabe (Hisham Bustani)
3. Véase en CSCAweb: Bremer describe
ante el 'Foro de Davos' reunido en Jordania el proyecto estadounidense
de liberalización capitalista de la economía iraquí [nota de CSCAweb].
4. Bustani, H.: "Israel as an Axis for a US-Middle East
Free-Trade Zone" [nota del autor].
5. http://www.inminds.co.uk/boycott-delta-galil.html [nota del autor].
6. Véase en CSCAweb: Gira de Powell
a Oriente Medio: a cada cual lo que le corresponde, Loles
Oliván: El Movimiento Antinormalización en Jordania e Ibrahim
Alloush: Jordania y la estrategia sionista en el Mundo Árabe [nota de CSCAweb].
7. El acuerdo oficial sobre la Zonas Industriales Cualificadas
puede leerse en inglés en: http://www.agreements.jedco.gov...#agreement [nota del autor].
8. El oleoducto Kirkuk-Haifa que conectaba y trasladaba el petróleo
iraquí hasta el puerto palestino de Haifa en el Mediterráneo
a través de Jordania, fue creado por el Mandato británico
en Iraq. En 1948, cuando se creó el Estado de Israel y
cuando se puso fin al mandato británico en Palestina Haifa
quedó anexionada e integrada en el Estado sionista. El
oleoducto fue inmediatamente clausurado como una de las respuestas
árabes al establecimiento del sionismo en Palestina. En
el contexto actual de la ocupación de Iraq y en el proceso
abierto por la Administración Bush de reconstruir
el país y abrir sus recursos a los mercados internacionales,
el gobierno de Israel ha propuesto a EEUU restaurar dicho oleoducto.
Según el diario israelí Ha'aretz, el ministro
de Infraestructura Nacional israelí Yosef Paritzky considera
el proyecto económicamente justificable porque reduciría
los costes de importación de crudo a Israel que hasta
ahora importa desde Rusia. Igualmente, Israel esgrime una justificación
geoestratégica para realizar este proyecto en el marco
de la nueva remodelación regional que EEUU pretende crear
en la región y en la cual Israel contempla la plena integración
de su economía en el espacio árabe, muy particularmente
a través de la normalización de las relaciones
de todo tipo y sobre todo económicas, con un Iraq sometido
y controlado por EEUU [nota de CSCAweb].
9. Soluciones que, con matices, plantean un único Estado
árabe y judío, unificado y democrático en
la totalidad de la Palestina histórica, antes que la creación
de un Estado palestino independiente en Gaza y Cisjordani y,
al tiempo, la permanencia del Estado de Israel en el territorio
palestino ocupado en 1947-48 [nota de CSCAweb].
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