Crisis en Oriente Medio, Siria
al cadalso,
Naciones Unidas dixit
Miguel Ángel
Llana*
CSCAweb,
10 de noviembre de 2005
"El
informe Mehlis, sin pies ni cabeza, avalado por Naciones Unidas,
amenaza a Siria y absuelve a Líbano, enfrentándolos,
e incrementando la inestabilidad en OM, a merced del belicismo
de Estados Unidos, Israel y Francia"
Desde que Francia creó
y dividió artificialmente Siria y Líbano en 1943
"concediéndoles" la independencia, los conflictos
no han cesado, ni las intervenciones exteriores políticas
y militares de Israel, EE.UU, Francia y Naciones Unidas, llegando
a la guerra civil en 1975. En 1978 Israel, con Sharon a la cabeza,
invade Líbano anexionándose la parte Sur, en connivencia
con la derechista Falange Cristiana libanesa, llegando hasta
Beirut. En 1989 Líbano y Siria, firman los acuerdos de
Taef, contribuyendo a finalizar el interminable conflicto, que
culmina cuando Hizbolá derrota y expulsa del Líbano
al ejército israelí en el 2000. Israel aún
sigue ocupando las Granjas de Shebaa libanesas y los Altos del
Golán sirios, a las puertas de Damasco, manteniendo la
presión en la zona, con el consentimiento y apoyo estadounidense,
europeo y de NU. Siria, además de estar en la zona, tiene
una frontera con Iraq de 600 km y de 70 con Israel.
El acoso a Siria y Líbano
con la Resolución 1559 (2004) en la que se pide a Siria
que retire los 14.000 soldados del valle de la Bekaa, anulando
así los acuerdos de Taef de 1989.
El 14 de Febrero 2005 es asesinado
el Primer Ministro libanés Rafiq Hariri, que para serlo,
había de ser musulmán sunní por imposición
colonial francesa y repartiendo el resto de los cargos políticos
entre las distintas confesiones religiosas, propiciando así
una confrontación latente. Inmediatamente después
del asesinato, Estados Unidos e Israel acusan a Siria, sin dudarlo
ni un momento, cuando ellos son precisamente los principales
sospechosos por ser los más beneficiados en que la zona
se convulsione que es lo que están haciendo- perjudicando
a sirios y a libaneses. Desde el asesinato de Hariri, la inestabilidad
ha crecido y los atentados en Líbano no han cesado, indicio
habitual de la presencia estadounidense e israelí.
Todo este negocio, y no otra
cosa es, viene envuelto en solemnes Resoluciones de NU y por
el informe de Detlev Mehlis, jefe de la "Comisión
Internacional Independiente de Investigación de NU"
entendiendo lo de " Internacional e Independiente"
según el modelo al uso, donde lo primero que llama la
atención es la suplantación de los Tribunales Internacionales,
por quiénes ni los reconocen y que son los instigadores;
Estados Unidos e Israel, imponiendo una justicia a la carta,
a la medida de sus intereses.
La cuestión no está
en que Siria sea o no responsable, o si es más o menos
democrática, sino que no se rinde a Israel, no bendice
la ocupación de Iraq y tiene relaciones con Irán,
mientras que, Líbano sí parece ha apostado por
la servidumbre; excepto Hizbolá, que mantiene a raya a
Israel. Así las cosas, la suerte está echada y
el veredicto decidido, Siria ya es culpable, pero no una o varias
personas en concreto, sino toda Siria, lo mismo que toda Palestina
o todo Iraq y todo Irán. Así cualquier intervención
boicot y embargo quedan ya justificados previamente.
La Resolución 1636,
Octubre 2005, basada en el informe Mehlis, de 61 páginas
con 223 párrafos ( http://daccessdds.un.org
),es resumen de 16.711 páginas elaboradas por los 30 investigadores
de la Comisión, y que sólo ha sido entregado al
Gobierno libanés a quién se exculpa, y no al sirio,
sobre el que caen todas las sospechas y algo más, cuando
en la investigación inicial se cometieron toda clase de
"errores" de una torpeza increíble o de encubrimiento.
¿Cómo se explica que después de una explosión
de mil Kg de TNT, ya, al día siguiente, la calle estuviera
reparada y abierta al tráfico destruyendo el escenario
del crimen y sus pruebas, sin que el Juez Instructor Mezher lo
supiera (párrafos 65 y 66)? ¿Cómo es posible
que la comisión recoja las declaraciones de las autoridades
responsables de la investigación a través de testigos,
incluidas las de un par de jueces, jefes de policía, etc.
y no directamente?. ¿Es normal que el Juez Mezher que
inicia la investigación minutos después del crimen,
sea sustituido a la semana por el juez Abou Arraj, quién
ni llegó a reunirse con él y con quién sólo
se comunicó por teléfono, según "declaración
de un testigo" párrafo 46, y que Abou Arrai fuera
a su vez reemplazado, justo al mes, por el juez Elías
Eid?
¿Es normal que el general
Al-Sayyed, "Jefe de la Sûreté genérale
(sic)" que oye la explosión en su despacho y dice
que cree que son "aviones militares israelíes que
atraviesan la barrera del sonido" párrafo 59, y que
al ser informado del crimen, no envíe a nadie de la Sûreté,
mientras él permanece en su oficina?
El párrafo 94 dice "no
se han obtenido pistas ni indicios sólidos sobre la motivación
y la razón del asesinato... [éste, según
varios testigos, continúa el informe]... no podía
haber ocurrido sin que las autoridades libanesas tuvieran conocimiento
de él, ni sin la aprobación Siria." Sorprende
la deducción tragicómica, diseñada por la
Comisión de NNUU.
En las conclusiones, párrafo
215 a 233, se cierra el informe con afirmaciones tales como que
el asesinato fue cometido por un grupo con una basta organización
y considerables recursos, con la participación conjunta
de libaneses y sirios. Que el asesinato fue probablemente de
carácter político y no de individuos aislados,
sino de un grupo sofisticado y que hay sobradas razones para
creer que el fraude, la corrupción y el blanqueo de dinero
podrían ser otros móviles de los individuos que
participaron en el asesinato y continúa el informe-
después de meses de vacío en la seguridad, apela
a la necesidad de superar el sectarismo y separar la seguridad
de la política.
En medio de este tinglado neocolonial,
se le exige a Siria, que facilite a los miembros de la Comisión
acceso "irrestringido" a todos los lugares, con allanamiento
incluido y todo tipo de registros, que detenga a todo el indique
la Comisión, y puedan interrogar a sirios fuera del país,
sin la presencia de ninguna autoridad siria, e incluso, la Comisión
ha requerido al propio Presidente sirio Al-Assad para que comparezca.
Como es lógico, y por un elemental principio de soberanía,
el Gobierno se ha negado, motivo por el que se les acusa de crimen
y de obstrucción. Todo esto recuerda a los inspectores
de Naciones Unidas en Iraq, que durante 12 años estuvieron
preparando la ocupación criminal de todos conocida. ¿Qué
otra cosa sino intentan hacer ahora?
El informe no tiene pies ni
cabeza, es una pura contradicción donde todo es posible,
pero lo único que está claro es que aumenta la
tensión en la zona para no aclarar nada, pero sí
que ésta cadena de irregularidades, contradicciones y
hostigamiento, traducido a resoluciones, amenazas y a informes
de NU, no presagian nada bueno. El asesino o asesinos ¿no
serán los que tanto instigan y tan interesados están
en controlar la zona, aunque sea bañada en sangre, tal
como ahora está sucediendo? Sherlock Holmes creo que diría
que sí, sin duda, sin dudarlo.
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