La quiebra moral del 'triángulo
de las Azores'
Jamal Halawa*
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 15 de junio de 2003
"El
ex presidente del gobierno español, José María
Aznar, concedió una entrevista al diario israelí
The Jerusalem Post en la que acusaba a Europa en el conflicto
palestino-israelí de 'intransigencia' al apoyar el exceso
a los palestinos. Este hecho provoca el siguiente artículo
de uno de los traductores habituales de CSCAweb, de nacionalidad
palestina y residente en nuestro país desde hace años"
Desde aquella tarde de marzo
del 2003 en que desde las islas portuguesas de Azores se asomaron
en una rueda de prensa los tres componentes del triángulo
formado por Bush, Blair y Aznar, junto a su anfitrión
portugués el sr. Barroso, y donde se anunció la
proximidad de la agresión contra Iraq sin autorización
explícita del Consejo de Seguridad de la ONU, no han parado
de suceder los acontecimientos que, en su día, muchos
analistas árabes e internacionales advirtieron que iban
a acaecer, desenmascarando a la vez las verdaderas intenciones
de una guerra más del capitalismo salvaje que siempre
ha menospreciado el valor de la vida frente al valor de sus vitales
intereses económicos.
Sin embargo, y pesar de la
demostración objetiva y fehaciente de que todo lo que
dijeron los tres en aquella rueda de prensa era, como mínimo,
una serie de despropósitos y un cúmulo de mentiras
que a estas alturas han caído por su propio peso, estos
innombrables políticos que emprendieron una guerra que
sigue cosechando a diario vidas humanas siguen protagonizando
la acción política en sus respectivos países,
bien sea de forma directa o indirecta, como es el caso de Aznar,
como si no pasara nada y sin que nada ni nadie, hasta ahora,
tratara seriamente, de llevar ante un Tribunal de Justicia, a
estos tres responsables de los crímenes contra la humanidad
que, desde hace más de dos años, no han hecho más
que llevar la muerte y la destrucción a un país
árabe, desestabilizando la seguridad en todo Oriente Árabe
y el mundo, incrementando la inseguridad económica y aumentando
el precio del petróleo a niveles históricamente
desconocidos hasta la fecha de hoy (pasamos de 22 dólares
por barril en febrero del 2003 a más de 53 dólares
actuales).
¿Quién está
pagando ésta terrible diferencia en la factura del petróleo?
El pueblo llano, la clase obrera de todo el mundo, las capas
de la sociedad más desfavorecida por el sistema económico
y social impuesto en los países capitalistas, ellos son
los que están pagando la factura de ésta terrible
guerra. Fueron ellos quienes más han salido a las calles
de todo el mundo, en millones, a manifestarse en contra de la
infamia que provocó aquella famosa reunión de las
Azores, en contra de sus conclusiones y en contra del golpe de
efecto al Derecho Internacional que se practicó para declarar
una guerra en contra de la voluntad mayoritaria de los países
miembros del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de
la ONU, en contra de la opinión pública internacional
mayoritaria y favoreciendo claramente a la estrategia y a los
intereses políticos y económicos del sionismo internacional
y sus aliados más inmediatos liderados por EEUU.
Los desastrosos resultados
económicos, políticos y de seguridad que aún
seguimos pagando a causa de ésta desastrosa guerra han
mermado la fe de los ciudadanos de todo el mundo en el sistema
capitalista que, ante cualquier crisis adyacente a su propia
dinámica de crecimiento, siempre acaba recurriendo a la
violencia asesina para ajustar los barómetros numéricos
que, cíclicamente, producen su economía y sus fuertes
contradicciones, teniendo que recurrir a la economía de
la guerra como mejor método y camino más corto
para sanear sus empresas en quiebra, regenerar y revitalizar
su economía, reducir el desempleo en sus propios países,
etc. Sin embargo, en la agresión contra Iraq y su pueblo,
las justificaciones, los pretextos y las mentiras que se utilizaron
para embaucar a la opinión pública eran de tal
calibre que todo el mundo sintió, como mínimo,
nauseas ante las repetidas palabras sobre las famosas armas de
destrucción masiva de Iraq.
Las consecuencias políticas
de esta fascista y racista guerra protagonizada por un eje bien
definido por su fundamentalismo religioso (¿se acuerdan
de la declaración de Bush sobre la cruzada o de la visita
de Aznar al Papa, regalándole a éste último
un libro sobre Isabel la católica?) y bien marcado por
una definición de la civilización, plagada de errores
y horrores históricos y hasta bíblicos, siguen
desde entonces reproduciéndose hasta el día de
hoy. En mayo de 2003 el PP en España perdió las
elecciones municipales y autonómicas frente al PSOE por
un estrecho margen de 160.000 votos. Éste margen, se amplificaría
mucho más si englobamos a los demás partidos políticos
que se manifestaron en contra de la guerra. Más tarde,
en el 2004, llegó el dramático día 11 de
marzo y otra vez las mentiras de Aznar y compañía
que le supusieron la perdida del poder por parte del PP el día
14.
Si tenemos en cuenta los grandes
logros económicos durante los gobiernos de Aznar, nadie
entendería ésta perdida si no hiciere una correcta
lectura política sobre las causas reales de la perdida
de crédito que ha sufrido y sufrirá aun más
la clase política (extrema derecha) que dirige el PP,
con Aznar y desde la sombra (FAES) haciendo de titiritero mayor.
En dicha lectura, habría que repasar las distintas actuaciones
que emprendió el partido del gobierno frente a desastres
como el del Prestige, escándalos como el de Gestcartera,
posibles ayudas para golpes de estado en Venezuela y Guinea
y difamaciones e infamias respecto a la resistencia palestina
contra la agresión militar y fascista de Israel y respecto
a las ya mencionadas mentiras sobre Iraq que, para entonces,
tanto el país como sus dirigentes eran uno de los principales
soportes de la resistencia palestina y uno de los más
acérrimos defensores de la Intifada como acción
de legitima defensa contra la brutal agresión fascista
emprendida contra la población civil palestina, consecuencia
del fracaso de las negociaciones de Camp David entre Arafat,
Barak y Clinton como anfitrión y eterno aliado del Estado
fascista de Israel en julio de 2000.
En las elecciones estadounidenses
y británicas, y tras una fortísima campaña
(mediática y propagandística) plagada de mentiras,
repetían triunfo electoral tanto Bush como Blair. Sin
embargo, y en sus respectivos países, carecían
de las genuinas y autenticas alternativas políticas para
disputarles el poder a los jinetes de la muerte, ya que los principales
actores de la oposición y sus partidos alternativos, votaron
en sus respectivos parlamentos a favor de la guerra en su día,
así como, su continuidad durante la campaña electoral.
No obstante, la considerable bajada del volumen electoral de
Blair va a condicionar su tercer mandato, debido a las fuertes
tensiones internas que acabarán forzándole a dimitir
antes del fin del mismo. Además, en EEUU, el estrecho
margen por el que ganó Bush las elecciones en medio de
unas enormes movilizaciones y una alta e inédita participación
por parte del electorado estadounidense, condicionan y condicionarán
la política exterior unilateralista de EEUU, y más
después de la perdida de uno de los lados del triangulo
de las Azores, representado por la España de Aznar, el
aliado ideológico de Europa más sectario del neoliberalismo
conservador de EEUU e Israel y de la iglesia más reaccionaria,
retrograda e islamofóbica.
El túnel
del tiempo
El Aznar de la España
que quiso sacar del rincón de la historia para introducirla
en el túnel del tiempo y retrocederla 500 años
atrás y que sigue desde la sombra queriendo anclarla en
éste abismo del tiempo donde solo pueden encontrarse bien
los personajes tenebrosos de la historia. El Aznar de la "FAES
PRODUCTIONS" y de "GEORGE TOWN UNIVERSITY" cuya
actividad desde los fondos bajos de la política nos está
haciendo un enorme favor al ir descomponiendo los ficticios
cimientos sólidos de PP.
Lo preocupante es que cuando
las evidencias muestran a las mentiras tal como son, cuando estas
mentiras han llevado y siguen llevándose miles de vidas
humanas, cuando organismos internacionales y nacionales de los
propios países agresores han investigado y llegado a conclusiones
irrebatibles que desmontan una a una todas las mentiras que se
dijeron en la rueda de prensa de las Azores, entonces, a mi entender,
algo muy grave le pasa a la democracia en Occidente, a sus instituciones,
a su poder judicial y algo más grave aun, a sus políticos
que, en teoría, deben representar a sus ciudadanos. Cuando
estos políticos de las Azores aún siguen en activo,
cuando se demuestra que su política lleva a la comisión
diaria de crímenes contra la humanidad y cuando aún
tienen la desfachatez de repartir calificativos y acusaciones
a los demás como terroristas, extremistas, radicales,
mentirosos, dictadores, fanáticos, fundamentalistas, etc.
me pregunto: ¿dónde están los valores de
la democracia occidental y neoliberal?, ¿por qué
no se lleva a juicio al político que miente a su pueblo
y a la comunidad internacional, cuando ésta mentira ha
conducido a una terrible guerra cuya factura la seguimos pagando
todos los ciudadanos del mundo que vivimos esclavizados por los
derivados del petróleo?, ¿por qué tanta
estigmatización en contra de los árabes, de los
musulmanes y de la resistencia en Palestina e Iraq, cuando la
ocupación y los crímenes contra la humanidad que
produce la misma siguen practicándose a diario por parte
de Israel, EEUU y sus aliados?, ¿dónde está
la Europa de los valores humanos que ha vuelto a la nefasta era
de la esclavitud, haciendo pagar al futuro esclavo de su mercado
de trabajo con su dinero y hasta con su vida, la travesía
del mar?.
Pienso, con franqueza, que
cuando la evidencia que muestra la verdad de los hechos no conduce
a que un político que haya cometido una atrocidad como
la cometida en las Azores y a tal grado de degeneración
ética y moral, teniendo en cuenta las sangrientas consecuencias
que aun padecemos, sea inhabilitado para la noble práctica
de la política es que algo va mal. También pienso
que si el sistema democrático no es capaz de encontrar
los mecanismos óptimos para frenar a políticos
que desacreditan a la política, quebrando su ética,
llegará el día en que nos estrellaremos contra
el muro de la vergüenza sin posibilidad para la rectificación.
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