Nota publicada el miércoles 30 de junio en el diario Política de Jalapa, Ver.

 

 

Babel

Delito por enseñar a leer y escribir

Javier Hernández Alpízar

Ayer nos referimos a los hermanos Cerezo Contreras, presos en La Palma, Almoloya, Estado de México, condenados actualmente a 7 años y medio por delitos que no les han probado, como "terrorismo".

Recientemente, tras las aún no esclarecidas explosiones en Morelos -sospechosamente en momentos en que la mirada estaba atenta al gobernador Estrada Cajigal, responsable por las represiones brutales en los casos del Casino de la Selva y de Tlalnepantla, por perseguir opositores, y sobre quien se cernía la amenaza de juicio político por presuntos nexos con el crimen organizado-, ante la carencia de métodos de investigación, se le ocurrió a la autoridad culpar, con vagos e inverosímiles indicios, a los estudiantes presos.

Hoy queremos abordar otro caso de atentado contra las libertades esenciales en México, pero no podemos dejar de dar voz, antes, a Francisco Cerezo Contreras, hermano de los tres presos políticos a quienes les quieren colgar nuevos "milagritos". Copiamos la carta que algunos medios se niegan a publicar:

"A pesar de haberla enviado a El Universal y a La Jornada, no fue publicada esta aclaración a las mentiras y, así lo sentimos, amenazas contra los miembros del Comité Cerezo por parte de una autoridad federal."

"Queremos hacer varias aclaraciones al licenciado José Luis Vasconcelos, titular de la Siedo (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada), quien declaró al diario El Universal (16 de junio de 2004), una serie de imprecisiones dolosas con relación a la injusta detención y tortura de mis tres hermanos, Alejandro, Héctor y Antonio Cerezo Contreras, presos desde agosto de 2001 en el Cefereso #1."

Al declarar en torno a las explosiones ocurridas el 23 de mayo en Morelos, el licenciado "reveló que esta célula menor podría tener vínculos con el grupo encabezado por los hermanos. Cerezo Contreras, que son procesados actualmente por las explosiones. que se registraron en el Distrito Federal a mediados de agosto de 2001".

"Los hermanos Cerezo no 'encabezan' ningún grupo, como se puede comprobar revisando el expediente jurídico sobre el caso, e inclusive los boletines que la misma PGR emite. Miente cuando afirma que son actualmente procesados por dichas explosiones. Nuevamente lo remitimos al expediente, donde puede verificar que desde el inicio de la detención se les exoneró de los delitos de daño en propiedad ajena y transformación de artificios, delitos relacionados con las explosiones y en la apelación a la sentencia se les exoneró del delito de terrorismo."

"Así mismo, exigimos las pruebas jurídicas que acrediten que 'entre la documentación que se encontró en esos cateos había un manual que describe exactamente el mismo instrumento explosivo que encontramos en Morelos', como inventa el licenciado Vasconcelos sobre materiales hallados en el domicilio de mis hermanos Héctor y Antonio. Si nos remitimos nuevamente al expediente jurídico, nunca se hace mención de dicho manual. Recordemos que en el domicilio de mis hermanos fue sembrada evidencia, ya que no existe un acta circunstanciada firmada por mis hermanos que la haga válida legalmente. La que supuestamente existe fue firmada por una persona que no estaba en el lugar de los hechos, como consta en el expediente judicial."

"El 26 de abril del año en curso, nuestra abogada Bárbara Zamora interpuso el amparo directo, para lograr esa libertad tan justamente anhelada.

Coincidentemente, un mes después Morelos se ve sacudido por explosiones. Nos parece que la Siedo prepara con estas declaraciones encarcelar nuevamente, previa tortura, tal y como hizo en el caso de mis hermanos, a gente inocente, ante su evidente incapacidad investigativa."

"Estas declaraciones sin sustento legal no producen más que terror, ya que los 'resultados de la investigación' lo pueden llevar a concluir que mis hermanos ordenaron por telepatía dichos atentados y a que se les aumente la pena o se les inventen nuevos delitos, o que, como en el caso de mis hermanos, se siembre evidencias o inventen pruebas para que los que luchamos por su libertad resultemos ser los responsables y así detener nuestra labor de denuncia de violaciones a los derechos humanos en México." Atentamente:

Francisco Cerezo Contreras

Detenciones arbitrarias, torturas, fabricación de delitos y uso de los presos políticos como chivos expiatorios ante presuntos atentados en Morelos que más se parecen a los autoatentados que estila Murat en Oaxaca.

Volvamos al video Semillas que romperán el cemento, que los estudiantes del Comité Cerezo Contreras Puebla exhibieron en Jalapa, en la Facultad de Economía, el pasado viernes, mientras en el auditorio principal la plana mayor priista rendía homenaje al exrector Bravo Garzón. (Después de todo, el PRI es el único partido al que el rector Arredondo nunca pedirá 'prudencia'.) Video en que, después de contar los casos de Héctor, Antonio y Alejandro Cerezo Contreras y del indígena Pablo Flores Alvarado, muestra a Erika Zamora, estudiante que fue presa política, liberada tras una campaña de solidaridad de organizaciones sociales, estudiantiles, académicos, además de la huelga de hambre que Erika realizó.

Erika Zamora Pardo terminó sus estudios en el CCH e ingresó a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Es hija de campesinos hidalguenses y fue presa política durante cuatro años.

En colaboración con la Organización Indígena de Pueblos Mixtecos y Tlapanecos, fue a alfabetizar a Guerrero, donde los indígenas trabajan en pro de su autonomía. Después de una asamblea de comunidades, especialmente mixtecas, en Ayutla, una comunidad más marginada que las comunidades de Chiapas (dicho por los propios indígenas chiapanecos que pasaron por ahí durante la Caravana Zapatista), se quedaron a pernoctar, pues no había energía eléctrica y no había luz de luna para caminar de noche.

Erika durmió en la escuela, durante la madrugada despertó porque oyó gritos e insultos: "¡Salgan, perros, es domingo, les vamos a dar sus chileatole con pan!"

Casi al amanecer, salió un campesino, cuenta Erika, el señor Honorio García Lorenzo. Llegó a la cancha de la escuela. Se entregó, levantando los brazos. Se arrodilló. Fue el primer ejecutado a tiros de la matanza. Erika recuerda haber salido de la escuela y tirarse en el suelo de la cancha, atrás de ella alguien se ahogaba. Mario Chávez García, indígena mixteco, venía herido, con las manos en alto. También lo asesinaron a tiros.

A los sobrevivientes de la masacre, los trasladaron a Cruz Grande, y luego al IX regimiento militar en Acapulco, Guerrero. Cumbres de Llano Largo se llama el lugar.

Sufrieron tortura durante los interrogatorios. Había el clásico esquema del malo y el bueno, cuenta Erika Zamora, haciéndonos recordar Mario y el capitán de Mario Benedetti, pues las torturas en México han sido como las de Argentina, Uruguay, Chile. el mismo estilo.

El malo te golpea, el bueno te dice que digas lo que sabes y ya no te harán nada. La metieron a un baño, ella no veía nada, le vendaron los ojos. La hicieron desnudarse. La sentaron en una silla metálica, esposada. Tiraron agua al piso, conectaron un cable a la energía eléctrica, le dieron toques.

Erika gritó, se retorció de dolor, perdió el conocimiento. Al despertar, continuó el interrogatorio.

Ella contestó: No sabe quiénes son del EPR, ni qué hacen, ni de dónde sacan las armas. Pero la obligaron a firmar "su declaración". Después pudo vestirse. "Firmé porque no quería volver a pasar por lo mismo", confiesa.

Erika trabajó en la comunidad de El Chapo, en alfabetización. La madre de Erika pregunta, en un mitin en Hidalgo en 2001: "¿Es delito que nuestros hermanos indígenas sepan leer y escribir?. ¿Por qué para el gobierno priista es delito leer y escribir?"

Un 8 de mayo, la joven estudiante inició una huelga de hambre, había entonces una campaña por su libertad que protagonizaron movimientos estudiantiles, académicos, intelectuales, organizaciones políticas y sociales. Después de casi 4 años, la absolvieron de todos los delitos y la liberaron, gracias a la gran presión del movimiento social. "Sin él, estaríamos en la cárcel todavía", dice.

En entrevista, la joven invita a luchar por la libertad de todos los presos políticos, como los hermanos Cerezo, pues las violaciones a los derechos humanos persisten, se sigue practicando la tortura a presos políticos y luchadores sociales. (En Guadalajara también hubo torturas a estudiantes, se va haciendo sistema).

Siguen ocurriendo violaciones a las libertades y las garantías constitucionales en muchos casos. Los Comités Cerezo Contreras han recibido amenazas de muerte, al grado que la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos le recomendó a Fox que tome medidas de seguridad para ellos. Un estudiante de Bellas Artes, de nacionalidad hispanoargentina, que intentó hacer un video sobre el caso de los hermanos, fue amenazado de muerte y se tuvo que ir a España.

Recientemente asesinaron brutalmente, tras torturarlo, a Pavel Noel, estudiante de la UNAM y la ENAH. Luego circularon amenazas por correo electrónico a los comités estudiantiles zapatistas, socialistas y desde luego a los hermanos Cerezo. En la escuela de Trabajo Social, en la UNAM, un porro baleó e hirió a estudiantes. Ahora la Siedo intenta vincular a los hermanos Cerezo con los atentados en Morelos, lo cual es una amenaza tanto para los presos como para los tres comités en Guadalajara, Ciudad de México y Puebla que luchan por su liberación.

No obstante, los comités siguen su trabajo, monitoreando la situación de violaciones a derechos humanos, usan el correo electrónico -les han hackereado sus cuentas-, tienen su página web, editan información en Indymedia y colaboran con organizaciones de derechos humanos. En la revista Revuelta, publican diversos textos, incluso colaboraciones escritas en la cárcel.

Uno de sus lemas es que "Los presos políticos y de conciencia son de todos".

Desde luego que un país como México, donde se vuelve, de facto, un delito leer a Marx, alfabetizar indígenas, marchar contra el neoliberalismo, es un país con graves problemas. En Guadalajara, tenemos más de 40 jóvenes presos por capricho de un gobierno panista, en el DF, durante la "megamarcha", a tres mujeres las detuvieron, interrogaron, insultaron y les impidieron marchar porque su pancarta decía que el neoliberalismo produce delincuencia.

En Puebla, Espiral 7, un café alternativo, artístico, cultural, que vende café de las comunidades indígenas de Chiapas y se vindica zapatista, padece hostigamiento. ¿Hasta dónde piensan llegar estos gobiernos "democráticos"?