Advertir la derrota de la derecha y el triunfo de la tendencia democrática, progresista y de izquierda no era difícil, sin embargo no se preveía que ocurra en esa magnitud. Los nuevos y viejos partidos de derecha, los banqueros, la política del imperialismo, los grandes medios de comunicación sufrieron una nueva derrota política, que se suma a los golpes recibidos en las elecciones de hace un año y en la pasada consulta popular.
La campaña de la derecha fue intensa y demagógica, acudiendo con fuerza a un abierto anticomunismo para crear temor entre los ecuatorianos, que no les dio resultado.
Particularmente para partidos como el PRIAN, PSC, ID, UDC, PRE sus resultados son desastrosos. Acostumbrados a tener bloques numerosos en el Congreso, ahora su expresión es mínima y en algunos casos ninguna. Es la cosecha a su política de traición, de engaños, de entreguismo al imperialismo y a la burguesía.
Sociedad Patriótica, que en la campaña hizo todos los esfuerzos por mostrarse como opositora abierta al gobierno, y que ahora quiere aparentar ser una de las fuerzas ganadoras, también engrosa los derrotados. En las elecciones de octubre pasado obtuvo veinte y cuatro de cien curules en el parlamento; ahora tendría dieciséis puestos de ciento treinta en disputa y su porcentaje electoral disminuye ostensiblemente. La gente se pregunta dónde están los treinta y cinco puestos que dijo iban a sacar, al igual que lo dijo el PRIAN.
La corriente democrática, progresista y de izquierda es la triunfadora y en su interior la figura del Presidente Rafael Correa jugó un papel extraordinario para alcanzar esta victoria. Los datos extraoficiales aseguran a PAIS la mayoría en la Asamblea y ubican al MPD -expresión política de la izquierda revolucionaria- como la segunda fuerza de esta tendencia.
Una vez más nuestro pueblo votó a favor del cambio, por la patria nueva y de hecho la franja social que lucha por ésta se ha engrosado, recogiendo electores de todas las agrupaciones políticas, afectando a unas más que otras, haciendo de ella más amplia pero también más heterogénea. Organizaciones políticas del espectro de la izquierda, como Pachakutik y el Partido Socialista, que se mostraron distantes del gobierno, salen afectados de este proceso al disminuir sus representaciones: Pachakutik, tuvo seis diputados y ahora llegaría con un asambleísta, mientras el PSE no lograría ninguna representación directa, lo mismo que Polo Democrático.
Se trata de una victoria inédita por la magnitud del torrente electoral alcanzado, que alimenta entre los trabajadores y los pueblos del Ecuador la expectativa y la esperanza de la posibilidad cierta de transformar el país. Aunque no en todos esté clara la naturaleza y los alcances que estos cambios deben tener, hay un elemento que está claro: el pueblo rechazó a la derecha, a los responsables del atraso del país y de la pobreza.
Se ha producido una nueva configuración de la correlación de las fuerzas políticas y sociales en la que los revolucionarios debemos actuar para elevar a los trabajadores y el pueblo hacia posiciones revolucionarias, superando el reformismo en el que algunos sectores quieren empantanarlo.
En Marcha es el órgano de expresión del Partido Comunista Marxista Leninista de Ecuador.