EXTRACTOS
ARMARSE SOBRE LAS RUINAS
(HISTORIA DEL MOVIMIENTO AUTÓNOMO EN MADRID 1985-1999)
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CAPITULO
1. - LAS PRIMERAS OKUPACIONES EN MADRID
A mediados de los 80, la recuperación económica es ya un hecho. Crece el número de puestos de trabajo, pero a costa de extender el empleo precario y manteniéndose el paro en unos niveles elevados; la pérdida en el poder adquisitivo de los salarios es apreciable, las condiciones laborales empeoran y la ofensiva neoliberal del PSOE continúa. Ofensiva que ocupa el terreno que deja libre la retirada de las organizaciones populares: el movimiento sindical ahogado por los pactos sociales de la transición, el movimiento anti-OTAN derrotado, el movimiento feminista y el de solidaridad internacional progresivamente institucionalizados.... en un escenario de intensa despolitización y de crisis terminal de los partidos de izquierda revolucionaria.
Y es que la democracia pasa ser gestionada por el gobierno y los partidos de manera que para ser protagonista en ella es necesario ser de un partido, y si es el del poder, mejor. Así lo entienden hasta numerosos militantes de organizaciones revolucionarias que se pasan al PSOE. La hegemonía de la seudo-socialdemocracia del PSOE lleva al lento pero constante desarrollo de ideas conservadoras entre los trabajadores, al debilitamiento de la participación directa, a la delegación por el voto de las responsabilidades sociales.
El desmantelamiento industrial y la pauperización de amplios sectores sociales, dos de los aspectos más crudos de la salida neoliberal de la crisis económica, van de la mano del surgimiento de grandes y rápidas fortunas, de la emergencia de una nueva clase media-alta de profesionales y gestores cuyo modo de vida es difundido por los medios de comunicación: individualismo, hedonismo, culto al cuerpo, a la moda y al dinero.
En este duro contexto surgen las primeras okupaciones en Madrid.
La ocupación es un instrumento de lucha que el movimiento vecinal utiliza desde los 70 como forma de conseguir viviendas, locales para asociaciones, ambulatorios, parques, etc. en barrios obreros que no pueden alojar toda la emigración que reciben, principalmente en Barcelona y en Madrid.
Las okupaciones con k tienen un origen distinto: son realizadas por jóvenes de clase media y obrera con el objetivo de conseguir vivienda y espacio para actividades culturales al margen de las instituciones. Los precedentes de esta nueva forma de actuación política que en Madrid se inicia en 1985 se encuentran en Europa, y en el Estado español en Pamplona y Barcelona.
3.1) AMPARO y LEGANÉS
Madrid, 1985. Un colectivo libertario de estudiantes de instituto proveniente de CNT-CGT (KLESA) , un colectivo de estudiantes universitarios (KOZ), una revista punk (Penetracción) y varias personas sueltas forman el Kolectivo de Okupantes de la Kalle Amparo (KOKA). Este pequeño grupo de personas se lanza a okupar casas, consciente del importante problema de la vivienda, especialmente en Madrid, especialmente para los jóvenes, con la necesidad primaria de tener un lugar físico donde vivir y realizar actividades culturales y políticas de lucha contra el sistema. La okupación presenta una vertiente punk, como expresión cultural de denuncia de la situación crítica para los jóvenes trabajadores (no hay futuro), la participación llevada al terreno musical (cualquiera puede hacerlo) y el rechazo existencial del modelo de sociedad impuesto.
En noviembre de 1985 el
KOKA okupa un edificio en el número 83 de la calle Amparo, en el barrio
de Lavapiés. Habla un militante del KOKA: Eramos gente con inquietudes
pero sin un proyecto ni una estrategia. Queríamos hacer algo más
que música punk y panfletos anarquistas, abrir un camino.
Diez días dura esta primera okupación, tiempo suficiente para
que un grupo de teatro del barrio estrene una obra, varios grupos musicales
comiencen a acondicionar locales de ensayo, se prepare un taller de carpintería
y una biblioteca y se acuda a una manifestación anti-OTAN en la que se
recogen 5000 firmas de apoyo.
El desalojo llega a los diez días, y la policía detiene a quince personas. Esa misma tarde se celebra una manifestación espontánea a la que acuden varios cientos de personas que es reprimida por la policía. Dos manifestantes son detenidos, uno de ellos el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, más tarde diputado autonómico por Izquierda Unida.
Al día siguiente se celebra otra manifestación que acaba con enfrentamientos con la policía. Al viernes siguiente, durante otra manifestación se okupa simbólicamente la casa desalojada.
Entre los numerosos grupos que pasan por la casa okupada de Amparo se encuentran un grupo de jóvenes de Leganés que pocas semanas después okuparían un piso en su pueblo. El desalojo no tarda en llegar y es contestado con una concentración y una manifestación a la que acuden 700 personas tras el lema Jóvenes en paro y sin vivienda. Solución: okupación , en la que se pintan todas las casas abandonadas que se encuentran al paso. Posteriormente se formarían en Leganés varios grupos como Afrika y Los animales, que presentan como candidato al Ayuntamiento de su pueblo a un conocido personaje de dibujos animados, de nombre El animal.
DOCUMENTO:
CONTRA LA ESPECULACIÓN, OKUPACIÓN.
La gente joven de Madrid sufrimos un modelo de sociedad que se nos hace inaguantable. Estamos hasta el culo de policía y de contaminación, hasta el culo de trabajar y del paro. Hartos de sobrevivir y conscientes de que sólo mediante la unión y la lucha vamos a poder ir cambiando este sucio horizonte, una de las primeras necesidades es la de tener locales propios y para esto es necesaria la OKUPACIÓN. Con la okupación pretendemos:
1.Frenar la especulación
brutal que sufre el suelo de Madrí. El espacio urbano no debe seguir
siendo una mercancía en manos de los especuladores. No queremos rascacielos
que deshumanizan la ciudad y reclamamos el derecho innegociable a la vivienda.
2.Crear espacios alternativos a los establecidos para el ocio, el trabajo y
la vida cotidiana, espacios solidarios creativos y autogestionados donde desarrollar
nuestra cultura y nuestra vida al margen de lo que nos impone el estado.
3.Para romper el aislamiento al que nos quiere someter el estado, aislamiento
que trata de hacer que nos integremos y aceptemos el actual modo de vida. Los
que nos negamos a que nuestra felicidad se identifique con el consumismo, los
que nos negamos a ir a la mili, a vestir en el corte inglés, en definitiva
los que nos negamos a obedecer tenemos que unirnos para sacar adelante proyectos
de trabajo, lucha y ocio
Para acabar, decir que mientras que a los jóvenes se nos niega el derecho a la vivienda (sin pelas, con alquileres altísimos...) hay en Madriz miles de pisos y locales abandonados, algunos de ellos esperando plácidamente a ser declarados en ruina para después ser demolidos y edificar en el solar un rascacielos por el que los cerdos especuladores engrosarán sus cuentas bancarias.
Si no eres un mamón, estate atento de las próximas convocatorias y okupaciones. De momento decirte que el juicio por la okupación de Amparo 83 es el 3 de marzo (piden 3 meses de cárcel y 50 talegos de multa para cada uno de los 18 colegas pillados.)
Un año después
llega el juicio a los okupantes de Amparo, defendidos por el Grupo de
Abogados Jóvenes. Se organizan varias fiestas para financiar la
defensa y se convoca una nueva manifestación en la que participan 500
personas que acaban enfrentándose con la policía. Se producen
actos de apoyo en Málaga - se hacen pintadas y se reparten panfletos
de apoyo- y en Bilbao y Vitoria - se hacen conciertos para recaudar dinero -.
La sentencia es absolutoria.
SACAR CARTEL PÁGINA
19 SABOTAJE ESPECIAL OKUPACIONES MADRID
DESTACAR LOS GRUPOS QUE APOYAN: Federación Regional de Asociaciones de
Vecinos, AEDENAT, Comité Anti-OTAN, Verdes Alternativos, AES, Ateneos
libertarios de Tetuán y Villaverde, PCE, LCR, CNT, Comité de Solidaridad
con los pueblos.
3.2) RONDA DE ATOCHA, ARGUMOSA y MADERA
En la primera mitad de la década de los 80, el movimiento anti-OTAN aglutina
buena parte de las energías de los sectores revolucionarios. La derrota
popular en el referéndum de 1986 supone la crisis terminal de este movimiento
y el inicio del fin de los dos partidos de la izquierda radical que habían
logrado sobrevivir a la transición: Movimiento Comunista y Liga Comunista
Revolucionaria.
Una vez desinflado el movimiento anti-OTAN, será un movimiento relativamente pequeño el que tomE el relevo: es el movimiento antimilitarista, que plantea la abolición de los ejércitos y la desmilitarización de la sociedad y comienza a ganar verdadera influencia social gracias al éxito de su campaña de insumisión que se basa en la negativa a realizar el servicio militar o su servicio civil sustitutorio.
En el otoño de 1986, el movimiento estudiantil vuelve a desplegar la capacidad de acción que tuvo durante los años finales del franquismo para oponerse a la introducción del examen de selectividad. La protesta masiva aglutina de decenas de miles de estudiantes en la calle a pesar de la dura represión policial y de las palizas de los grupos fascistas que recuperan el espíritu de los Guerrilleros de Cristo Rey. Un año después, la protesta se esfuma en el aire. pero la lucha del curso 86-87 fortalece la lucha por las okupaciones. Así nos lo explica un militante autónomo: nosotros, como miembros del movimiento estudiantil planteábamos que la militancia en la universidad se agota en si misma, estás unos años y te vas. Así no puede acabar la aportación de una persona a la lucha, la militancia en la universidad sólo sirve como aprendizaje: empezar a luchar en la universidad para luego pasar a otras luchas como la lucha anti-OTAN, antimilitarista, okupaciones...Y desde la universidad, un buen número de gente entró en contacto con las okupaciones.
Desde el desalojo de Amparo 83 no se vuelve a okupar en Madrid hasta abril de 1987. En este periodo que transcurre desde el desalojo de Amparo 83 hasta la siguiente okupación de la Ronda de Atocha, los jóvenes que han coincidido en la primera okupación en Madrid, provenientes de diversas luchas, militantes politizados, comienzan a reflexionar sobre un proyecto político que no se quede sólo en las okupaciones, y en este sentido participan en las primeras jornadas internacionales sobre autonomía en el País Vasco, con militantes de Dinamarca, Italia, Alemania....
Entendíamos que había más cuestiones en la calle que la okupación, temas que nos afectan de lleno: la mili (o la PSS), la represión en aumento, los asesinatos policiales en Aluche, Villaverde, Leganés..., el patriarcado, el resurgir de grupos fascistas... Estaba claro que nos habíamos quedado pequeños para una historia tan grande.
Para trabajar estos temas se crean colectivos autónomos que trabajaban en luchas específicas, pero fuertemente unidos en la Asamblea de Okupas de Madrid (AOM), que se marca el objetivo de okupar cuanto antes, por ser el eje que aglutina a tod@s l@s militantes. La AOM hace las funciones de un órgano de coordinación entre los diferentes colectivos y de manera natural constituye el embrión de una organización federalista con la mínima delegación.
EL 13 de abril de 1987 se
vuelve a okupar en barrio de Lavapiés, en la Ronda de Atocha.
El desalojo se produce a los tres días y es contestado inmediatamente
con una manifestación de 30 personas hasta el centro cultural Reina Sofía,
donde se producen enfrentamientos con los vigilantes y la policía. En
el mes de junio del mismo año, la asamblea de okupantes de Móstoles
okupa varias viviendas en su pueblo.
Tras el desalojo de Ronda de Atocha, el 1 de mayo se okupa otra casa en la calle Argumosa, en el barrio de Lavapiés. Durante los primeros días de okupación se organizan exposiciones sobre murales anti-OTAN y sobre el movimiento alternativo alemán, obras de teatro, vídeos sobre el movimiento estudiantil y el movimiento por las okupaciones en Holanda.
Tras el desalojo, que se produce el 6 de mayo y en el que l@s okupantes reciben el apoyo de l@s vecin@s por primera vez, se celebra una concentración y se okupa el centro cultural del Ayuntamiento. FOTO DE PANCARTA HEROÍNA. En el pregón de carnavales, l@s jóvenes desalojad@s reciben al alcalde Barranco con una lluvia de huevos y una pancarta.
3.3) ARREGUI: LA PRIMERA KASA POPULAR y LA ASAMBLEA DE OKUPAS DE MADRID
En otoño de 1987, tras la okupaciones y desalojos a los pocos días
de Ronda de Atocha (Pacisa), y Argumosa, e incluso a las pocas horas en el caso
de la calle Madera, la Asamblea de Okupas se encuentra en la calle y comienza
a negociar con Barranco, el alcalde del PSOE.
Habla un militante de la Asamblea de Okupas de Madrid:
La negociación duró dos meses. Tardaron un mes en aceptar
que no nos íbamos a legalizar y que no íbamos a tener representantes
permanentes a quien pudiera ser más fácil comprar, los negociadores
rotaban y no tenían capacidad decisoria, solo transmitían las
decisiones de la asamblea. Nos ofrecía un local en el centro de Madrid,
la gestión, contratarnos para las obras del local, y liberar a una o
dos personas... Todo eso a cambio de dejar la okupación. Su frase era
que dejáramos de ser el buque insignia del movimiento de okupación.
Entonces nuestra reivindicación era vivienda y locales autogestionados
para los jóvenes. Paralelamente a las negociaciones con el Ayuntamiento
preparábamos la siguiente okupación. Nunca creímos en las
posibilidades de la negociación, no era más que una táctica
dilatoria que nos permitía prepararnos mejor para el siguiente asalto,
a la par que tanteábamos al enemigo en su casa.
El resultado de la negociación
nos lo cuenta la revista Sabotaje.
Debatimos, decidimos pasar y okupamos el centro cultural del barrio
de Lavapiés (nunca hubo allí tanta gente), hicimos una fiesta
y unos pases de vídeo y ante el acoso policial salimos en mani hacia
Argumosa que okupamos por tercera vez (esta vez aún más breve
que las anteriores), esta vez salimos por nuestro propio pie y cortamos las
calles de alrededor, se produjo algún enfrentamiento con los maderos
y un saldo de 15 personas detenidas por los municipales que fueron maltratadas
en comisaría, especialmente las tías, mientras un grupo montaba
bronca delante de la comisaría pidiendo su libertad, hasta que a las
3 de la mañana hubo intervención de los antidisturbios y rotura
de cristales del centro cultural. Se sucederían otras acciones dirigidas
al Ayuntamiento como una tirada de huevos en la plaza de la villa con motivo
de un pleno, exigiendo locales. Como forma de unir las dos cosas, okupación
y debate nos propusimos un ambicioso proyecto: unas jornadas de lucha y resistencia
que incluían okupación. Pensábamos que con un poco de suerte
podríamos realizar parte en la casa que okupáramos y el resto
en la Kasa de Vallekas, locales de grupos populares del barrio. Para nuestra
sorpresa las pudimos realizar todas en la primera. El viernes 20 de mayo [de
1988] unas 500 personas recorrimos la Avenida de la Albufera en el barrio de
Vallecas, en una manifestación de lo más marchosa y animada, En
ella estaban los okupas de Móstoles que pocos días antes habían
okupado y sido desalojados un edificio en la calle Veracruz.
Por fin llegamos al Puente de Vallecas. ¿Final? no, el principio. La
gente tenía ganas de marcha, no entendía como nos íbamos
tan tranquilamente por la acera ante un muro de policías esperando una
lluvia de piedras en cualquier momento, no daban crédito a sus ojos de
cerdo de que fuésemos tan buenos chicos. Al fin se dieron cuenta del
pastel, habíamos okupado un edificio delante de sus narices así
que hubo palos de todo tipo y condición.
Las cargas policiales duraron hasta la madrugada ( a las 3 de la mañana
la policía dispara botes de humo), y un buen número de gente permaneció
toda la noche delante de la casa. Dentro estábamos despiertos esperando
el desalojo en cualquier momento.
El sábado amanecimos felices, había que acondicionar la fábrica, defenderla y tirar con las jornadas y un concierto nocturno en la Plaza Vieja de Vallekas. El martes por la noche una charanga recorrió las calles del barrio y se acercó a la casa del concejal del distrito que nos había visitado para comprometerse a avisarnos con antelación del desalojo, para devolverle la visita y recordarle que sabemos donde vive.
La primera actividad de la Kasa Popular de Arregui y Arruej consiste en unas jornadas sobre la autonomía con colectivos autónomos de varios puntos del estado español. Los temas propuestos son cuatro: antirrepresión, antimilitarismo, sociedad patriarcal y autonomía
DOCUMENTO: PONENCIA AUTÓNOMOS
Nosotros, partiendo de la inexistencia de una verdad revolucionaria preferimos ir elaborando la teoría a partir de la práctica cotidiana; entre teoría y práctica se da una interrelación dialéctica: la teoría sólo avanza como soporte de una lucha, la práctica sólo avanza cuando a través de ella se va realizando una construcción teórica. Nos alejamos, pues, de aquellos que quieren hacer la revolución a golpes de reunión, y de aquellos que se lanzan al activismo o la acción por la acción. No somos antimarxistas y por supuesto tampoco anti-anarquistas, tomamos de ambas teorías aquello que nos sirve, las ideologías del siglo XIX ya no pueden explicar la totalidad de los fenómenos sociales (por ejemplo, la amenaza nuclear, la nueva división internacional del trabajo, la catástrofe ecológica), pero si aportan instrumentos de análisis y de lucha a los que no podemos renunciar, podemos decir que somos marxistas y anarquistas pero con minúsculas, entendiendo que no podemos construir una teoría globalizadora y que las deformaciones globalizadoras que suponen el Marxismo (en sus diversas escuelas) y el Anarquismo son un obstáculo para nuestra lucha. Para ejemplificar esto podríamos referirnos a la diferente concepción que del término revolución tienen ellos y nosotros. Tradicionalmente, sobre todo los marxistas y también las simplificaciones mesiánicas del anarquismo, han entendido la revolución como un acto, había un trabajo previo de preparación de ese acto final, lo importante era ese día maravilloso en el que el proletariado se levantaría rompiendo las cadenas y acabaría por siempre con la explotación. Tras ese día el paraíso bíblico se extendería sobre la tierra; esa interpretación cuasi-religiosa de la revolución se ha revelado como una mistificación y los resultados son palpables en las revoluciones que han triunfado ; frente a esa concepción, nosotros entendemos la revolución como proceso, proceso que comienza en el momento en que individuos o grupos entienden que es posible y necesaria esa revolución, proceso que comienza en la revolución de las vidas cotidianas de los que apuestan por la lucha, y proceso en el que no hay un día grande, la revolución ya no es la instauración del paraíso bíblico sino la lucha colectiva ( también individual) por llegar a desarrollar al máximo las capacidades de hombre y mujeres para ser felices.
Como hemos visto, ser autónomo no es sólo estar al margen y en contra de los partidos, de las instituciones y de las organizaciones que frenan la lucha de clases (sindicatos), sino enfrentarnos a las falsas ideologías que se convierten en cómplices y legitimadoras de la explotación. No es sólo darnos un rimbombante nombre, es realizar una práctica autónoma, es decir, no mediatizada por el poder o sus representaciones (parlamentarismo, delegación, autoritarismo, machismo...) no es tratar de construir otra falsa ideología o asumir una posición vanguardista desde la que dictar nuestras verdades sino analizar por donde van los movimientos, asumir las prácticas de resistencia espontáneas de la población como forma de lucha política (por ejemplo los robos, las coladas en buses y metro, la destrucción del mobiliario urbano, son expresiones de insatisfacción y de rechazo que la gente hace de modo espontáneo e incluso inconscientemente; se trata de asumir estas prácticas, darlas contenido político y extenderlas), apoyar los mecanismos de autoorganización que la gente se da en determinadas situaciones para responder a agresiones (p.ej: las recientes movilizaciones casi espontáneas de los alcarreños contra el cementerio nuclear, al margen de los partidos que iban por otro lado e incluso al margen de los ecologistas...), denunciar y desenmascarar al poder y a sus gestores (los partidos políticos) mediante acciones...etc.
No hay pues un área
de autonomía con fronteras delimitadas, no hay autónomos, hay
luchas que están más o menos cerca, que avanzan hacia planteamientos
revolucionarios, que se organizan y actúan de modo revolucionario, hay
individuos que se transforman a sí mismos mientras se enfrentan a la
miseria, que toman en lugar de esperar, son los individuos y los grupos los
que definen en cada momento que es la autonomía. Pero a pesar de esto
si existen unos ejes mínimamente definidos: vamos a enumerarlos y explicarlos
brevemente.
AUTOGESTIÓN: a todos los niveles y no reducida al plano económico.
Constituirnos en sujetos de la historia, empezando por autogestionar nuestras
vidas, desarrollando al máximo nuestras capacidades creativas para lo
cual debemos enfrentarnos a las limitaciones que nos impone el trabajo, el capitalismo,
relaciones sexuales normalizadas, educación castrante...
ANTIAUTORITARISMO: entendido también de modo global; superando jerarquizaciones,
superando la división sexual impuesta por el patriarcado y estableciendo
mecanismos de democracia directa que permitan una toma de decisiones colectiva
e igualitaria.
ACCIÓN DIRECTA: como instrumento de lucha acorde con lo anterior.
NO DIFERENCIA ENTRE FINES Y MEDIOS: de acuerdo con nuestra concepción
de revolución como proceso, ya no hay fines y medios, los métodos
de lucha son la lucha misma, los fines de la lucha no están definidos
a priori; son los grupos e individuos que se enfrentan al Estado cotidianamente
los que eligen los métodos de lucha y los objetivos los va marcando la
propia relación dialéctica entre al práctica y la teoría.
Como veremos luego, la oposición luchas violentas/luchas no violentas
es falsa; la oposición se da entre luchas mediatizadas por el poder y
sus representaciones ideológicas y por tanto no liberadoras (estas pueden
ser tanto violentas como no violentas) y entre luchas autónomas y por
tanto liberadoras.
ANTICAPITALISMO: Superación de la lógica productivista y economicista
que está llevando al mundo a la destrucción. Esto supone empezar
a renunciar ya a los mitos del trabajo y su moral, al mito del dinero, y al
mito del consumo de mierda (pues no otra cosa consumimos con el capitalismo)
como realización máxima de la felicidad.
DOCUMENTO: PONENCIA LIGA DURA
Liga Dura es un grupo de mujeres que constituye una alternativa a otros grupos feministas que no son más que una parte del engranaje institucional que conforma este sistema ya que no llevan a cabo una lucha revolucionaria contra la sociedad patriarcal que las oprime sino que simplemente pretenden integrarse dentro de ella. Ellas mismas en su estructura interna siguen manteniendo estructuras jerárquicas y, por tanto repitiendo esquemas patriarcales; entendidos como esquemas que alimentan una sociedad de poder, y que por tanto, son la base de este estado, de la propiedad privada y de la familia, pilar básico de esta sociedad jerarquizada, alienante, opresora y, en definitiva, patriarcal. No creemos que se pueda llevar a cabo una lucha real por la liberación de la mujer sin romper con estas estructuras que nos oprimen y bombardean constantemente: curro, medios de comunicación de masas, publicidad, calle, escuela, familia, pareja, etc....
Esto hace necesaria nuestra
unidad solidaria. Pero precisamente porque creemos que toda esta estructura
es la causa de nuestros problemas, pensamos que no se pueden superar las conductas
machistas sin la superación del capitalismo.
Esta situación no responde a un único culpable sino que son responsables
de ella tanto los hombres, con su postura de prepotencia como las mujeres que
con su conducta pasiva se limitan a repetir esquemas machistas en perjuicio
propio, además de aceptar todo tipo de agresiones físicas y psíquicas
que se producen de forma habitual y cotidiana. (...)
En el sistema de producción
capitalista la estructura familiar es fundamental, ya que es ahí sonde
se produce la fuerza de trabajo y todo este curro recae sobre la mujer: fabrica
trabajadores (hijos), y hace el trabajo necesario para mantener la fuerza de
producción (obrero, marido). Por esto y por muchas otras cosas hay que
destruir la familia tal y como es ahora. Y la familia solo puede ser destruída
mediante la liberación total de la mujer. Por ello, un movimiento revolucionario
solo puede pasar por la lucha de la mujer, por la lucha por su liberación,
contra el patriarcado, por la destrucción de este esquema que se produce
a todos los niveles. (...)
Tampoco creemos que entre nuestros compañeros de la izquierda revolucionaria
(¿qué compañeros? ¿qué izquierda? ¿qué
revolución?) estas conductas [antipatriarcales] están superadas
ya que en sus proyectos revolucionarios rara vez tienen en cuenta la lucha contra
el patriarcado como pilar fundamental de esta sociedad jerarquizada y opresora,
y siguen manteniendo su visión de la mujer como objeto sexual y sujeto
débil que ellos deben proteger. No vemos que en su práctica política
ellos lleven a cabo un intento de superación de sus conductas machistas
y por tanto reaccionarias (....)
En contra de todas las previsiones,
el desalojo no se produce a las pocas horas y las jornadas se pueden celebrar
en la Kasa Popular. El desalojo tampoco llega a los pocos días. Por primera
vez, se puede desarrollar un proyecto político y cultural durante más
de tres meses.
Habla un militante de la Kasa Popular: Lo primero que hacíamos al
okupar era hablar con las Asociaciones de Vecinos que una tras otra nos mandaban
a la mierda, porque éramos un movimiento ilegal y no podían pringarse.
En Arregui contactamos con la Asociación de Vecinos Los Pinos que fue
la primera AV que nos apoyó. Cada mes hacíamos una manifestación,
incluso en los meses de verano. Al mismo tiempo que comienza a desarrollarse
un proyecto político y cultural, surgen los problemas internos:
Un montón de gente viviendo junta plantea serios problemas, entre
nosotros se mezclan diferencias políticas, personales.... y teníamos
que ingeniárnoslas para no reproducir los mismos esquemas (competitividad,
consumismo, sumisión...) que queríamos combatir.
Aquí hemos autogestionado nuestras vidas durante 100 días experimentando
formas de convivencia nuevas que se enfrentan frontalmente a lo que nos imponen
desde el poder. En innumerables ocasiones nos dejamos okupar la casa por turistas,
transeúntes y vividores/as de todo tipo, que buscaban donde dormir (y
si comían mejor). No entendíamos la okupación como un hotel
en el que pasar unos días sin implicarse en el proyecto. No intentamos
montar un Cáritas anarquista, queremos acabar con el estado,
no parchearle, no vemos dedicarnos a hacer trabajo social con gente
problemática de todo tipo.
La Kasa Popular se plantea como centro dinamizador de la lucha contra el estado, una lucha que comprende el trabajo de los colectivos autónomos en el antimilitarismo, antipatriarcado, solidaridad internacionalista, antirrepresión, y también en el terreno laboral-sindical, a través de la coordinadora de mensajeros y en el apoyo a los obreros de la imprenta Minuesa.
También hay un trabajo conjunto con Radio Cero, Radio Vallekas y otras radios libres. Tanta actividad tiene un objetivo claro:
Nos gustaría poner nuestro granito de arena en la formación de un movimiento radical, popular, vecinal, en Madrid, después de tantos años de letargo o estar descafeinado (un saludo a las excepciones)
La Kasa Popular se consolida,
las manifestaciones crecen en número....
¿qué plantea el embrión de movimiento a las personas que
en número creciente participan en las movilizaciones o en las actividades
culturales de la Kasa Popular?
DOCUMENTO: TEXTO AOM
(...) Nuestra intención
no es ni liderar movimiento alguno ni aglutinar masas
en torno a nosotros/as, sino, por medio de la difusión, del debate autónomo
y revolucionario, tratar de fomentar la AUTOORGANIZACIÓN de la gente
con inquietudes. Otra de nuestras intenciones, también, es denunciar
el escandaloso tema de la heroína y sus conexiones con el poder, ya que
tenemos claro que es muy interesante para ellos que la gente más potencialmente
rebelde y rebelde ya, acabe convertida en consumidora (con tal de que se consuma,
les da igual que) y de esa forma se automarginan y se echen a perder como personas.
¿Cómo organizarse para cumplir estos objetivos tan ambiciosos (fomentar la autoorganización, contribuir a la formación de un movimiento popular....)?
En este tema, los militantes de la AOM se dividen en dos posturas: una a favor de un trabajo político constante, continuo basado en grupo organizados y la coordinación entre estos grupos y una segunda que no quiere organizaciones estables sino juntarse según la necesidad del momento.
Los partidos de la izquierda
radical, que a pesar de su crisis aún mantienen cierta capacidad de intervención,
se acercan a la Kasa Popular de Arregui, con su planteamiento de dirigir
políticamente a los inmaduros movimientos sociales.
Habla un militante de la Kasa Popular:
En el movimiento autónomo, como no tiene estructura de poder, no tiene
puestos de mando, no hay lugar para este tipo de maniobras conspirativas, porque
lo que cuenta es tu trabajo. Hay poder, la asamblea es una manera de organizar
el poder, pero el valor de la palabra lo pone el sudor, el trabajo que pones
y si no trabajas la gente deja de hacerte caso. Sabíamos de qué
palo iban y no les hacíamos mucho caso.También hay que decir que
algunos militantes de partidos vinieron a apoyarnos, sin política conspirativa
ninguna.
A las 8 de la mañana
del 18 de agosto de 1988, a los 100 días de okupación, llega el
desalojo. Así nos lo cuenta un militante de la Kasa Popular.
El concejal del PSOE nos dijo que el desalojo iba a ser legal, avisándonos,
etc. Como no nos lo creíamos hicimos un trabajo de resistencia enorme
desde el primer momento: fortificar la casa, turnos de guardia en el tejado,
sirenas para dar la alarma, contactos con vecinos de la zona, para movilizarse.
La única noche que fallaron las guardias nos desalojaron, así
que tendrían a alguien vigilándonos. De madrugada, entraron 240
policías que nos pillaron desnudos durmiendo, porque hacía un
calor que te pasas, nos grabaron en vídeo, nos dieron unas cuantas hostias
y nos soltaron.
Este grupo de menos de 50 personas, uno de los embriones del movimiento autónomo de Madrid, ha suplido durante dos años su reducido tamaño y sus escasas alianzas con otros movimientos sociales con una actividad impresionante. En este periodo de tiempo han realizado cinco okupaciones, lo que significa: búsqueda de edificios, okupación, acondicionamiento, propaganda, realización de actividades, desalojo a los pocos días, movilizaciones, acciones, represión judicial, organización de fiestas y conciertos para financiarse y vuelta a empezar.
La falta de organización y la concepción de la acción política basada en el ritmo frenético de actividad hacen que para participar en la lucha sea imprescindible dedicarle una cantidad de tiempo solo al alcance de estudiantes o trabajadores esporádicos o a tiempo parcial.
Un ejemplo de este alto nivel de actividad y movilización lo podemos encontrar en la respuesta inmediata de la Asamblea de Okupas de Madrid al desalojo de la Kasa Popular de Arregui y Arruej. Una respuesta que nos contó la revista Sabotaje:
Tras el desalojo la primera reacción fue convocar una asamblea en la plaza Vieja de Vallekas. Se visita la casa del concejal que nos había prometido avisarnos del desalojo con antelación. Pintamos las paredes de la escalera y la puerta de su vivienda. A la asamblea acuden 100 personas se volvió a notar que no había nada preparado: se decide okupar una casa, una vez dentro aparece la dueña invitándonos a irnos. Nos quedamos. Cual sería nuestra sorpresa cuando al rato aparece por otro lado dándonos la lata.... su vivienda y el local vacío se comunicaban. Ahora si nos fuimos. A otra casa, nueva okupación y autodesalojo, al comprobar que donde nos habíamos metido estaba lleno de aparatos que debían valer unas pelas.
Nadie sabía que hacer, se improvisaba sobre la marcha y el grupo de gente, cada vez más reducido tras las hazañas, nos dirigimos en mani no se sabía a donde, se apedrearon un par de concesionarios de coches de lujo, se cortaron las calles con cubos de basura. Un grupo de veinte se metió en el centro cultural de Pacífico, al poco tiempo saldrían. Al final de la noche un grupo de gente se quedó a dormir en la plaza Vieja de Vallekas. Esa noche se realizarían sabotajes en diversas zonas de Madrid, siendo los centros relacionados con la administración los más atacados. El miércoles hubo otra asamblea donde se decidió okupar el consejo de la juventud de la Comunidad Autónoma, a las 7 de la tarde, unas 60 personas se metían dentro donde permanecieron hasta las 10.30. Se pintan las paredes y nos encerramos en la última planta. Aparecen los antidisturbios a desalojarnos, los maderos entraron como una jauría de perros. Para evitar ser machacados salimos los 60 agarrados del brazo formando una cadena humana sin ser apaleados ni identificados. El sábado nueva okupación de una casa perteneciente al ministerio del interior: a las pocas horas desalojo a cargo de 17 furgonetas de antidisturbios, coches, motoristas, un helicóptero y los inevitables policías secretas. Las okupaciones son una droga. Que no te enganchen.